/ viernes 11 de junio de 2021

¡De bien para arriba! | Tecnoestrés

A raíz de la aparición del Covid-19, el confinamiento como medida de prevención de contagio y el trabajo digital se establecieron en el mundo, de pronto muchos ciudadanos se vieron repentinamente realizando teletrabajo, las clases se hicieron virtuales y los prestadores de servicios modificaron sus métodos para entrega de sus productos y en ese proceso se fue viendo cómo aumentaba el uso de dispositivos digitales, pero también poniendo en evidencia en algunas personas la falta de habilidades para manejar y trabajar con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

De acuerdo a datos del Inegi, el 88.7% de las empresas usan computadoras, 84.6% cuenta con internet y 93.7% emplea internet de banda ancha, en el caso del hogar, la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de TIC 2016 realizada por el Inegi arrojó que el 45.6% de las familias cuentan con una computadora y el 47% dispone de conexión a internet, si bien, es de todos sabido que las TIC facilitan diversas actividades, hoy sabemos que el desajuste entre las demandas laborales y los recursos personales también han provocado alteraciones tales como el tecnoestrés.

En los últimos 15 meses el mundo vive más virtual que nunca, usando dispositivos digitales para trabajar, estudiar, comprar, hacer ejercicio, entretenerse, comunicarse con la familia, con los amigos, realizar trámites diversos, estas nuevas rutinas digitales nos han llevado a estar atentos al celular o a la computadora de 8 a 14 horas diarias, volviendo comunes los dolores de cabeza, los de espalda y el síndrome de fatiga informativa (provocado por la sobrecarga y manejo excesivo de información), o tecnoadicción (compulsión incontrolable para utilizar las TIC en cualquier momento del día). De acuerdo con una encuesta de OCC Mundial, el 70% de los mexicanos percibe que trabaja más de forma remota. incluso diversos especialistas de la Universidad Autónoma de México (UNAM) han coincidido en que el trabajo desde casa ha desdibujado las jornadas laborales, cuando a los trabajadores se les asignan jornadas laborales más largas, más carga de trabajo o tienen un jefe o patrón que exige estar conectado 24/7 (incluyendo los fines de semana), orillando al empleado a enfrentarse a una cultura laboral tóxica que lo lleva al estrés y, por ende, repercute en su productividad.

Los síntomas del tecnoestrés se comparten con otros trastornos, aunque hay señales que son infalibles para saber cuándo la hiperconectividad ya afectó al trabajador, por ejemplo: con falta de concentración, con caída del cabello, afectación del ciclo de sueño o dificultad para conciliarlo, incremento en el consumo de alimentos, preocupación, miedo, angustia o depresión y “si lo comento con el jefe corro el riesgo que señale que no sé trabajar bajo presión o me niegue el ascenso", propiciando que callemos y terminemos desquitándonos con la gente que más cerca tenemos: pareja, hijos, padres y llevamos el estrés laboral a un conflicto familiar. Algunas recomendaciones para enfrentarlo son: establecer horarios de conexión en base a las necesidades laborales y personales, desconectarse ante otras obligaciones, evitar usar estas tecnologías como entretenimiento, retomar actividades de agrado y entretenimiento que se fueron abandonando, poner en silencio o modo avión las pantallas digitales cuando se realizan otras actividades, desactivar las notificaciones, mantener hábitos adecuados de alimentación, sueño y actividad física sin pantallas en casa durante estos tiempos de pandemia de Covid-19.

Por todo lo expuesto, se concluye que debemos reconocer la existencia del tecnoestrés, tanto para los afectados como para los responsables de las organizaciones laborales, ya que esto contribuirá sin duda a su minimización como problema laboral, social y humano, procuremos un ámbito laboral que nos permita trabajar mejor en la medida que adquiramos hábitos saludables, que cuidemos la alimentación, rutinas de despertar y dormir, e higiene.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.

De acuerdo con una encuesta de OCC Mundial, el 70% de los mexicanos percibe que trabaja más de forma remota



Te recomendamos el podcast ⬇️

Acast

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Deezer

Amazon Music

A raíz de la aparición del Covid-19, el confinamiento como medida de prevención de contagio y el trabajo digital se establecieron en el mundo, de pronto muchos ciudadanos se vieron repentinamente realizando teletrabajo, las clases se hicieron virtuales y los prestadores de servicios modificaron sus métodos para entrega de sus productos y en ese proceso se fue viendo cómo aumentaba el uso de dispositivos digitales, pero también poniendo en evidencia en algunas personas la falta de habilidades para manejar y trabajar con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

De acuerdo a datos del Inegi, el 88.7% de las empresas usan computadoras, 84.6% cuenta con internet y 93.7% emplea internet de banda ancha, en el caso del hogar, la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de TIC 2016 realizada por el Inegi arrojó que el 45.6% de las familias cuentan con una computadora y el 47% dispone de conexión a internet, si bien, es de todos sabido que las TIC facilitan diversas actividades, hoy sabemos que el desajuste entre las demandas laborales y los recursos personales también han provocado alteraciones tales como el tecnoestrés.

En los últimos 15 meses el mundo vive más virtual que nunca, usando dispositivos digitales para trabajar, estudiar, comprar, hacer ejercicio, entretenerse, comunicarse con la familia, con los amigos, realizar trámites diversos, estas nuevas rutinas digitales nos han llevado a estar atentos al celular o a la computadora de 8 a 14 horas diarias, volviendo comunes los dolores de cabeza, los de espalda y el síndrome de fatiga informativa (provocado por la sobrecarga y manejo excesivo de información), o tecnoadicción (compulsión incontrolable para utilizar las TIC en cualquier momento del día). De acuerdo con una encuesta de OCC Mundial, el 70% de los mexicanos percibe que trabaja más de forma remota. incluso diversos especialistas de la Universidad Autónoma de México (UNAM) han coincidido en que el trabajo desde casa ha desdibujado las jornadas laborales, cuando a los trabajadores se les asignan jornadas laborales más largas, más carga de trabajo o tienen un jefe o patrón que exige estar conectado 24/7 (incluyendo los fines de semana), orillando al empleado a enfrentarse a una cultura laboral tóxica que lo lleva al estrés y, por ende, repercute en su productividad.

Los síntomas del tecnoestrés se comparten con otros trastornos, aunque hay señales que son infalibles para saber cuándo la hiperconectividad ya afectó al trabajador, por ejemplo: con falta de concentración, con caída del cabello, afectación del ciclo de sueño o dificultad para conciliarlo, incremento en el consumo de alimentos, preocupación, miedo, angustia o depresión y “si lo comento con el jefe corro el riesgo que señale que no sé trabajar bajo presión o me niegue el ascenso", propiciando que callemos y terminemos desquitándonos con la gente que más cerca tenemos: pareja, hijos, padres y llevamos el estrés laboral a un conflicto familiar. Algunas recomendaciones para enfrentarlo son: establecer horarios de conexión en base a las necesidades laborales y personales, desconectarse ante otras obligaciones, evitar usar estas tecnologías como entretenimiento, retomar actividades de agrado y entretenimiento que se fueron abandonando, poner en silencio o modo avión las pantallas digitales cuando se realizan otras actividades, desactivar las notificaciones, mantener hábitos adecuados de alimentación, sueño y actividad física sin pantallas en casa durante estos tiempos de pandemia de Covid-19.

Por todo lo expuesto, se concluye que debemos reconocer la existencia del tecnoestrés, tanto para los afectados como para los responsables de las organizaciones laborales, ya que esto contribuirá sin duda a su minimización como problema laboral, social y humano, procuremos un ámbito laboral que nos permita trabajar mejor en la medida que adquiramos hábitos saludables, que cuidemos la alimentación, rutinas de despertar y dormir, e higiene.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.

De acuerdo con una encuesta de OCC Mundial, el 70% de los mexicanos percibe que trabaja más de forma remota



Te recomendamos el podcast ⬇️

Acast

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Deezer

Amazon Music