/ sábado 13 de abril de 2019

Debate de moda

Está en boga nombrar “Fifís” o “Chairos” a conservadores y liberales. Esto forma parte del imaginario popular y distingue la fidelidad de los votantes hacia determinado partido.

Recordemos, la fidelidad es la cualidad más importante al momento de emitir el sufragio, por encima del carisma del candidato y sus propuestas de campaña.

El distinguir entre los llamados Fifís y los nombrados Chairos, sin afan peyorativo, es hasta cierto punto fácil, bajo estas circunstancias. Hace unos meses, en el fragor de la campaña presidencial, encontré un documento anónimo, sin firma alguna, en el que estaba escrito las principales diferencias entre los citados personajes.

Vamos al asunto.

“Los Chairos compran los libros que han sido prohibidos. Los Fifís forman comités de censura y los leen en grupo”.

“Los Fifís se comen las tres cuartas partes del jamón serrano que se produce en el país, lo demás…lo tiran al cesto de basura”.

“Los Chairos venden su ropa en los mercados de pulgas, los Fifís compran esas prendas”.

“Los Fifís contratan compañías fumigadoras, los Chairos pisan a los insectos”.

“Los Chairos bautizan a sus hijos con los nombres de figuras del deporte, de las y los que salen en las telenovelas, y de los cantantes famosos”, los hijos de los Fifís reciben el nombre de sus padres y abuelos, dependiendo de quien tenga más plata”.

“Los Chairos se la pasan tratando de dejar de fumar, pero no lo logran, al igual que los Fifís”.

“Los Fifís analizan las páginas financieras de los periódicos. Los Chairos las ponen en el piso de la jaula de los pajaros”.

“Los Fifís escuchan la canción de la “mochila azul” y los Chairos “la del moño Colorado”.

“Los Chairos se comen los peces que pescan. Los Fifís los cuelgan en la pared, (un buen número de “independientes” los regresan al agua, nota de redactor)”.

“Los Chairos hacen muchos planes. Los Fifís solo repiten los planes que sus abuelos hicieron”.

“Los Fifís duermen en camas separadas – a veces en cuartos separados--, es por eso que hay más Chairos”.

Está en boga nombrar “Fifís” o “Chairos” a conservadores y liberales. Esto forma parte del imaginario popular y distingue la fidelidad de los votantes hacia determinado partido.

Recordemos, la fidelidad es la cualidad más importante al momento de emitir el sufragio, por encima del carisma del candidato y sus propuestas de campaña.

El distinguir entre los llamados Fifís y los nombrados Chairos, sin afan peyorativo, es hasta cierto punto fácil, bajo estas circunstancias. Hace unos meses, en el fragor de la campaña presidencial, encontré un documento anónimo, sin firma alguna, en el que estaba escrito las principales diferencias entre los citados personajes.

Vamos al asunto.

“Los Chairos compran los libros que han sido prohibidos. Los Fifís forman comités de censura y los leen en grupo”.

“Los Fifís se comen las tres cuartas partes del jamón serrano que se produce en el país, lo demás…lo tiran al cesto de basura”.

“Los Chairos venden su ropa en los mercados de pulgas, los Fifís compran esas prendas”.

“Los Fifís contratan compañías fumigadoras, los Chairos pisan a los insectos”.

“Los Chairos bautizan a sus hijos con los nombres de figuras del deporte, de las y los que salen en las telenovelas, y de los cantantes famosos”, los hijos de los Fifís reciben el nombre de sus padres y abuelos, dependiendo de quien tenga más plata”.

“Los Chairos se la pasan tratando de dejar de fumar, pero no lo logran, al igual que los Fifís”.

“Los Fifís analizan las páginas financieras de los periódicos. Los Chairos las ponen en el piso de la jaula de los pajaros”.

“Los Fifís escuchan la canción de la “mochila azul” y los Chairos “la del moño Colorado”.

“Los Chairos se comen los peces que pescan. Los Fifís los cuelgan en la pared, (un buen número de “independientes” los regresan al agua, nota de redactor)”.

“Los Chairos hacen muchos planes. Los Fifís solo repiten los planes que sus abuelos hicieron”.

“Los Fifís duermen en camas separadas – a veces en cuartos separados--, es por eso que hay más Chairos”.