/ domingo 3 de marzo de 2019

Dejan solo al gobernador

La propuesta del Gobierno Federal de un aumento, en algunos casos al doble, del salario mínimo, ha causado gran inquietud en las relaciones obrero-patronales que se han reflejado, principalmente en la frontera de Tamaulipas.

En efecto, las maquiladoras, que como es bien sabido, fabrican diversas partes tanto automotrices, como de diversa tecnología, que se envían a los Estados Unidos abatiendo los costos por la gran diferencia en los salarios nuestros y de los vecinos del norte. Un grupo de maquiladoras planteó el 20% de aumento al salario mínimo y 34 mil pesos de un bono anual, petición que, por supuesto, fue rechazada por las empresas ya que nunca el aumento se había solicitado en un porcentaje tan alto, iniciándose largas sesiones sin llegar a ningún acuerdo y estallando la huelga en varias de ellas. A decir verdad, me consta como secretario general de Gobierno, que en los casos de conflictos laborales de competencia federal, el Gobierno de Tamaulipas tenía el inmediato apoyo del Gobierno Federal y en este caso me parece que han dejado solo al señor gobernador en un problema, que en muchas veces, rebasa la competencia de las Juntas de Conciliación y Arbitraje de nuestro estado.

Los problemas de los factores de la producción siempre han sido complejos y sobre todo lo fueron en el sur de nuestro estado, al aparecer la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) que rompió la hegemonía que tenía la Confederación de Trabajadores de México (CTM), esta gran central que inició el talentoso Vicente Lombardo Toledano y que pronto lo sustituyó el combativo luchador don Fidel Velázquez Sánchez, a quien traté con varios problemas cuando fui delegado general de mi partido en varios estados de la República y en los que don Fidel siempre defendía las posiciones políticas de los cetemistas, desde un modesto regidor de pueblo, hasta un candidato a gobernador, usando siempre un estilo cordial y con una voz apenas audible.

En el caso del sur del estado los problemas no fueron entonces de emplazamiento de huelga, sino del rechazo de la CTM a los recién llegados crocistas, que de verbales se convirtieron en verdaderas riñas campales, como el caso de aquella tienda Súper Modelo, que a media cuadra de lo que era entonces la Octava Zona Militar, se llevó a cabo un cruel encuentro entre ambas centrales obreras con intervención de varias ambulancias de la Cruz Roja de Tampico.

Aquella CROC que iniciara Raúl Pego Núñez en el puerto hoy ya es una central con contratos muy fuertes en el país, como el que tiene con Walmart y que ahora la mantiene emplazada a una huelga por 121 contratos colectivos en 10 estados de la República y que representa más de ocho mil trabajadores que piden el 20% de aumento al salario y un bono, que no tiene precedente, del 4% POR CADA VENTA REALIZADA.

Ya calculará usted, entendido lector, el gravísimo problema, de estallarse las huelgas, que se van a presentar en muchos estados de la República, pues da la impresión que esta petición tiene orígenes más allá de lo laboral.

UN NUEVO MÉTODO DE AFILIACIÓN

Resulta que las ciudades donde esta central tiene contratos con Walmart están recorriendo un grupo de jóvenes ofreciendo grandes facilidades como estudios gratuitos, viajes en vacaciones, tarifas especiales en hoteles y otras prestaciones a quienes quieran afiliarse a la CROC, buscando fortalecerse para un emplazamiento general en el país.

En la situación en que nos encontramos, es fácil de entender que en esta y quizá otras huelgas que ya se están cocinando, exista la intención de crear un problema mucho mayor que el que hay en Matamoros y aumentar así la presión que ya resiente el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

CONFERENCIAS INNECESARIAS Y PELIGROSAS

Desde el primer día que el Presidente ofreció su tempranera conferencia matutina, ofreciendo que ésta sería diaria y no solo se trataba de un acto de transparencia informando las actividades de su gobierno sino que, lo que le daba “sabor al caldo” era la sesión de preguntas y respuestas, en las que cualquier periodista, aun de medios desconocidos, tenía la libertad de preguntar cualquier cosa sobre cualquier tema, dando lugar tanto a respuestas improvisadas, como a caer en una inquisición mañosa pues eran personas enviadas con el fin de provocar una respuesta comprometedora del Presidente de la República. ¿Qué ha ocurrido de entonces a acá? Que en efecto, el Presidente informa hasta el más mínimo detalle de los acuerdos que sostiene con su Gabinete y de los proyectos, que suelen crear grandes polémicas, que requieren grandes inversiones como el Tren Maya, la terminación del Tren a Toluca y el de Guadalajara, la Reparación de las ocho refinerías y la creación de la de Dos Bocas, el gran programa de Silvicultura del Sureste y otras medidas drásticas como la de Estancias Infantiles, proyectos unos y acciones otras, que aunque tuviera el dinero suficiente, que no lo hay, debieran dosificarse.

Por otra parte, el discurso diario es un desgaste innecesario, una repetición diaria de los “liberales y conservadores” y el estribillo de campaña del “combate a la corrupción y plan de austeridad”.

Si no fuera suficiente este mar agitado para nuestro Presidente, tenemos el difícil caso de Venezuela en el que conforme nuestras mejores tradiciones diplomáticas, López Obrador ha actuado, por lo que ha irritado al megalómano de Trump y lastimado nuestras relaciones con el vecino que maneja las Calificadoras de Grados para el Crédito Mundial que nos están bajando en los proyectos de desarrollo.

Nadie puede negar los benéficos proyectos de la Cuarta Transformación y de la difícil herencia que le dejaron a don Andrés Manuel, pues no hay proyectos viables sin dinero, ni crédito para ellos, pero esperemos que los Idus de marzo favorezcan al empeñoso tabasqueño y salven a México.

La propuesta del Gobierno Federal de un aumento, en algunos casos al doble, del salario mínimo, ha causado gran inquietud en las relaciones obrero-patronales que se han reflejado, principalmente en la frontera de Tamaulipas.

En efecto, las maquiladoras, que como es bien sabido, fabrican diversas partes tanto automotrices, como de diversa tecnología, que se envían a los Estados Unidos abatiendo los costos por la gran diferencia en los salarios nuestros y de los vecinos del norte. Un grupo de maquiladoras planteó el 20% de aumento al salario mínimo y 34 mil pesos de un bono anual, petición que, por supuesto, fue rechazada por las empresas ya que nunca el aumento se había solicitado en un porcentaje tan alto, iniciándose largas sesiones sin llegar a ningún acuerdo y estallando la huelga en varias de ellas. A decir verdad, me consta como secretario general de Gobierno, que en los casos de conflictos laborales de competencia federal, el Gobierno de Tamaulipas tenía el inmediato apoyo del Gobierno Federal y en este caso me parece que han dejado solo al señor gobernador en un problema, que en muchas veces, rebasa la competencia de las Juntas de Conciliación y Arbitraje de nuestro estado.

Los problemas de los factores de la producción siempre han sido complejos y sobre todo lo fueron en el sur de nuestro estado, al aparecer la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) que rompió la hegemonía que tenía la Confederación de Trabajadores de México (CTM), esta gran central que inició el talentoso Vicente Lombardo Toledano y que pronto lo sustituyó el combativo luchador don Fidel Velázquez Sánchez, a quien traté con varios problemas cuando fui delegado general de mi partido en varios estados de la República y en los que don Fidel siempre defendía las posiciones políticas de los cetemistas, desde un modesto regidor de pueblo, hasta un candidato a gobernador, usando siempre un estilo cordial y con una voz apenas audible.

En el caso del sur del estado los problemas no fueron entonces de emplazamiento de huelga, sino del rechazo de la CTM a los recién llegados crocistas, que de verbales se convirtieron en verdaderas riñas campales, como el caso de aquella tienda Súper Modelo, que a media cuadra de lo que era entonces la Octava Zona Militar, se llevó a cabo un cruel encuentro entre ambas centrales obreras con intervención de varias ambulancias de la Cruz Roja de Tampico.

Aquella CROC que iniciara Raúl Pego Núñez en el puerto hoy ya es una central con contratos muy fuertes en el país, como el que tiene con Walmart y que ahora la mantiene emplazada a una huelga por 121 contratos colectivos en 10 estados de la República y que representa más de ocho mil trabajadores que piden el 20% de aumento al salario y un bono, que no tiene precedente, del 4% POR CADA VENTA REALIZADA.

Ya calculará usted, entendido lector, el gravísimo problema, de estallarse las huelgas, que se van a presentar en muchos estados de la República, pues da la impresión que esta petición tiene orígenes más allá de lo laboral.

UN NUEVO MÉTODO DE AFILIACIÓN

Resulta que las ciudades donde esta central tiene contratos con Walmart están recorriendo un grupo de jóvenes ofreciendo grandes facilidades como estudios gratuitos, viajes en vacaciones, tarifas especiales en hoteles y otras prestaciones a quienes quieran afiliarse a la CROC, buscando fortalecerse para un emplazamiento general en el país.

En la situación en que nos encontramos, es fácil de entender que en esta y quizá otras huelgas que ya se están cocinando, exista la intención de crear un problema mucho mayor que el que hay en Matamoros y aumentar así la presión que ya resiente el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

CONFERENCIAS INNECESARIAS Y PELIGROSAS

Desde el primer día que el Presidente ofreció su tempranera conferencia matutina, ofreciendo que ésta sería diaria y no solo se trataba de un acto de transparencia informando las actividades de su gobierno sino que, lo que le daba “sabor al caldo” era la sesión de preguntas y respuestas, en las que cualquier periodista, aun de medios desconocidos, tenía la libertad de preguntar cualquier cosa sobre cualquier tema, dando lugar tanto a respuestas improvisadas, como a caer en una inquisición mañosa pues eran personas enviadas con el fin de provocar una respuesta comprometedora del Presidente de la República. ¿Qué ha ocurrido de entonces a acá? Que en efecto, el Presidente informa hasta el más mínimo detalle de los acuerdos que sostiene con su Gabinete y de los proyectos, que suelen crear grandes polémicas, que requieren grandes inversiones como el Tren Maya, la terminación del Tren a Toluca y el de Guadalajara, la Reparación de las ocho refinerías y la creación de la de Dos Bocas, el gran programa de Silvicultura del Sureste y otras medidas drásticas como la de Estancias Infantiles, proyectos unos y acciones otras, que aunque tuviera el dinero suficiente, que no lo hay, debieran dosificarse.

Por otra parte, el discurso diario es un desgaste innecesario, una repetición diaria de los “liberales y conservadores” y el estribillo de campaña del “combate a la corrupción y plan de austeridad”.

Si no fuera suficiente este mar agitado para nuestro Presidente, tenemos el difícil caso de Venezuela en el que conforme nuestras mejores tradiciones diplomáticas, López Obrador ha actuado, por lo que ha irritado al megalómano de Trump y lastimado nuestras relaciones con el vecino que maneja las Calificadoras de Grados para el Crédito Mundial que nos están bajando en los proyectos de desarrollo.

Nadie puede negar los benéficos proyectos de la Cuarta Transformación y de la difícil herencia que le dejaron a don Andrés Manuel, pues no hay proyectos viables sin dinero, ni crédito para ellos, pero esperemos que los Idus de marzo favorezcan al empeñoso tabasqueño y salven a México.

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