/ lunes 22 de marzo de 2021

Desde el faro | De Ciudad Madero a las Islas Marías

Hace un tiempo, en la década de los ochenta, el papá de un amigo fue llevado a las Islas Marías, un tema nada fácil de abordar para la familia que lo sufrió, su esposa e hijos tenían que padecer un episodio triste. El motivo de su traslado a las Islas, no lo recuerdo y antes no había la apertura de los jóvenes a preguntar sobre cuestiones penosas o dolorosas por respeto y solidaridad a la familia en desgracia.

Era un tema raro saber que alguien cercano a la familia había sido recluido en las Marías, mi conocimiento del lugar llegaba solo a una película que había visto de Pedro Infante y lo que los noticiaron informaban como un centro de readaptación social al que enviaban a los delincuentes más sanguinarios y peligrosos.

Pero también sabía que había muchas historias tristes de gente inocente y por falta de recurso para un proceso legal, llegaban a ser residentes de las islas.

Ya como estudiante de la carrera de comunicación en la UNE tenía que hacer una investigación de carácter social y el tema de las Marías me hizo enfocarme a conocer del lugar. Fue impactante darme cuenta de que era una pequeña ciudad en donde vivían familias completas, era su sistema de convivencia y trabajo.

Siempre me llamó la atención ir a conocer ese lugar, ¡obvio como investigación! Y espero algún día visitarlo, pero ahora como el centro cultural y no de castigo que se ha convertido.

Las Islas Marías se encuentran ubicadas en el Océano Pacífico y hoy se ha convertido en un centro de estudio del medio ambiente y cultural, después de ser un lugar triste de castigo donde se sufría.

El archipiélago de las Islas Marías fue declarado como cárcel en 1905 por decreto del presidente Porfirio Díaz. Luego de más de 110 años, las islas fueron transformadas durante 2019 en el Centro Ecológico y Recreativo Muros de Agua José Revueltas.

En mayo de 2019 un grupo selecto de 23 pequeñines oaxaqueños fueron los afortunados viajeros en ser los primeros en visitar el nuevo destino turístico. Las Islas Marías están conformadas por cuatro islas y un islote. El archipiélago, ubicado a más de 100 kilómetros de las costas de Nayarit lo conforman, el islote de Juanito, las islas María Magdalena, María Cleofas y María Madre. Esta última es la única que está poblada y es la más grande. El resto de las islas se encuentran en estado casi virgen y protegidas.

Pero, ¿por qué lleva el centro cultural el nombre de Muros de Agua? Es en honor al escritor José Revueltas, quien escribió esta obra mientras se encontraba cumpliendo su condena en esta cárcel, de 1922 a 1935. Algo difícil de imaginar.

La isla María Madre es ahora un centro para las artes y la cultura en el que se llevarán a cabo talleres de literatura, eventos deportivos y actividades artísticas.

Además, será también un centro ambiental, en donde se podrá aprender sobre la flora y la fauna del archipiélago.

Las Islas Marías fueron consideradas dentro de la declaratoria en 2010 como Reserva de la Biosfera por la UNESCO: “debido a su aislamiento por más de ocho millones de años, su importancia como ecosistema se manifiesta en su función como reserva de especies endémicas de México”.

Entre las especies que habitan las islas se encuentran el loro cabeza amarilla, el mapache, chivos cimarrones, entre otros. El ecosistema marino es diverso y amplio, se encuentran arrecifes de coral, peces de arrecife, tiburones rayas, tortugas de carey y mamíferos marinos. También es hogar de cinco especies de delfín: chato, moteado, tornillo, dientes rugosos y nariz de botella.

Entre la vegetación que se puede encontrar están matorrales espinosos y henequén. Además, cedro rojo amapa, palo prieto y amate.

Dos años después que el presidente Díaz decretó a las Islas como colonia penal, la población que vivía en la isla María Madre era de 190 reclusos. La mayoría de ellos, delincuentes comunes y políticos que se oponían al régimen de Díaz.

“Luego de la Revolución a presuntos rateros y vagos se sumaron militantes de ideologías distintas al mando posrevolucionario: los extremos se tocaron en las playas de María Madre, donde cristeros y comunistas convergieron cuando Francisco J. Mujica era director”.

Lázaro Cárdenas, a principios de 1940, permitió que las familias de los presos vivir en la isla, junto con los inculpados. En ese tiempo, a María Madre llegaban los presos de la más alta peligrosidad.

Las Islas Marías fueron conocidas como “El Alcatraz Mexicano”.

Para 1970, Luis Echeverría, luego de recibir quejas sobre maltratos y terribles condiciones a las que eran sometidos los reos, decidió visitar las Islas Marías para conocer la situación del penal. A partir de entonces, se buscó que se convirtiera en un modelo de readaptación en el que se admitían solo presos de baja peligrosidad.

Ahora el archipiélago de las Islas Marías estará disponible para todos los mexicanos y espero que cuando pase la pandemia sea uno de los lugares a conocer.

Así es nuestro México tan diversificado.

Hace un tiempo, en la década de los ochenta, el papá de un amigo fue llevado a las Islas Marías, un tema nada fácil de abordar para la familia que lo sufrió, su esposa e hijos tenían que padecer un episodio triste. El motivo de su traslado a las Islas, no lo recuerdo y antes no había la apertura de los jóvenes a preguntar sobre cuestiones penosas o dolorosas por respeto y solidaridad a la familia en desgracia.

Era un tema raro saber que alguien cercano a la familia había sido recluido en las Marías, mi conocimiento del lugar llegaba solo a una película que había visto de Pedro Infante y lo que los noticiaron informaban como un centro de readaptación social al que enviaban a los delincuentes más sanguinarios y peligrosos.

Pero también sabía que había muchas historias tristes de gente inocente y por falta de recurso para un proceso legal, llegaban a ser residentes de las islas.

Ya como estudiante de la carrera de comunicación en la UNE tenía que hacer una investigación de carácter social y el tema de las Marías me hizo enfocarme a conocer del lugar. Fue impactante darme cuenta de que era una pequeña ciudad en donde vivían familias completas, era su sistema de convivencia y trabajo.

Siempre me llamó la atención ir a conocer ese lugar, ¡obvio como investigación! Y espero algún día visitarlo, pero ahora como el centro cultural y no de castigo que se ha convertido.

Las Islas Marías se encuentran ubicadas en el Océano Pacífico y hoy se ha convertido en un centro de estudio del medio ambiente y cultural, después de ser un lugar triste de castigo donde se sufría.

El archipiélago de las Islas Marías fue declarado como cárcel en 1905 por decreto del presidente Porfirio Díaz. Luego de más de 110 años, las islas fueron transformadas durante 2019 en el Centro Ecológico y Recreativo Muros de Agua José Revueltas.

En mayo de 2019 un grupo selecto de 23 pequeñines oaxaqueños fueron los afortunados viajeros en ser los primeros en visitar el nuevo destino turístico. Las Islas Marías están conformadas por cuatro islas y un islote. El archipiélago, ubicado a más de 100 kilómetros de las costas de Nayarit lo conforman, el islote de Juanito, las islas María Magdalena, María Cleofas y María Madre. Esta última es la única que está poblada y es la más grande. El resto de las islas se encuentran en estado casi virgen y protegidas.

Pero, ¿por qué lleva el centro cultural el nombre de Muros de Agua? Es en honor al escritor José Revueltas, quien escribió esta obra mientras se encontraba cumpliendo su condena en esta cárcel, de 1922 a 1935. Algo difícil de imaginar.

La isla María Madre es ahora un centro para las artes y la cultura en el que se llevarán a cabo talleres de literatura, eventos deportivos y actividades artísticas.

Además, será también un centro ambiental, en donde se podrá aprender sobre la flora y la fauna del archipiélago.

Las Islas Marías fueron consideradas dentro de la declaratoria en 2010 como Reserva de la Biosfera por la UNESCO: “debido a su aislamiento por más de ocho millones de años, su importancia como ecosistema se manifiesta en su función como reserva de especies endémicas de México”.

Entre las especies que habitan las islas se encuentran el loro cabeza amarilla, el mapache, chivos cimarrones, entre otros. El ecosistema marino es diverso y amplio, se encuentran arrecifes de coral, peces de arrecife, tiburones rayas, tortugas de carey y mamíferos marinos. También es hogar de cinco especies de delfín: chato, moteado, tornillo, dientes rugosos y nariz de botella.

Entre la vegetación que se puede encontrar están matorrales espinosos y henequén. Además, cedro rojo amapa, palo prieto y amate.

Dos años después que el presidente Díaz decretó a las Islas como colonia penal, la población que vivía en la isla María Madre era de 190 reclusos. La mayoría de ellos, delincuentes comunes y políticos que se oponían al régimen de Díaz.

“Luego de la Revolución a presuntos rateros y vagos se sumaron militantes de ideologías distintas al mando posrevolucionario: los extremos se tocaron en las playas de María Madre, donde cristeros y comunistas convergieron cuando Francisco J. Mujica era director”.

Lázaro Cárdenas, a principios de 1940, permitió que las familias de los presos vivir en la isla, junto con los inculpados. En ese tiempo, a María Madre llegaban los presos de la más alta peligrosidad.

Las Islas Marías fueron conocidas como “El Alcatraz Mexicano”.

Para 1970, Luis Echeverría, luego de recibir quejas sobre maltratos y terribles condiciones a las que eran sometidos los reos, decidió visitar las Islas Marías para conocer la situación del penal. A partir de entonces, se buscó que se convirtiera en un modelo de readaptación en el que se admitían solo presos de baja peligrosidad.

Ahora el archipiélago de las Islas Marías estará disponible para todos los mexicanos y espero que cuando pase la pandemia sea uno de los lugares a conocer.

Así es nuestro México tan diversificado.