/ lunes 5 de abril de 2021

Desde el faro | De sol y playa a norte y frío

Gran expectativa despertó la llegada de la Semana Santa 2021, por tema de pandemia, no sabíamos si estaría abierta o cerrada como el año pasado para evitar contagios masivos. Madero fue la primera ciudad que cerró los accesos a la playa, aun cuando ya estaban los preparativos de atención al turista y los vendedores de playa que esperan esta temporada para repuntar en ventas.

Recordemos que playa Miramar es el anclaje turístico por excelencia en la zona sur de Tamaulipas. Con el repentino y oportuno cambio de semáforo a verde, se abren las playas de Tamaulipas, también los parques y zonas turísticas, eso sí, bajo la responsabilidad de cada uno de los paseantes y las sugerencias de la Secretaría de Salud.

Y bueno, finalmente llegó la esperada fecha, con la advertencia ante la tercera oleada de contagios.

Nada de eso importó, la gente llegó y de un estimado de 10 mil ingresos a playa que se tenía con reservación, según datos de la Secretaría de Turismo, para el Jueves Santo, solo llegaron mil, pero no vaya usted a creer, amable lector que no llegaron por conscientes o responsables, ¡no! No llegaron porque entró el frente frío número 47 con rachas hasta de 60 km/hr, eso quiere decir que en la playa el oleaje es bastante fuerte y peligroso, se cierra la playa con bandera negra y la arena vuela y azota tan recio que parece que chicotea.

Todo eso fue una aventura para los que, sin importar las condiciones climatológicas, asistieron. El espectáculo era irrisorio, la gente con chamarras y niños tapados con cobijas, ah, ¡pero ellos, en la playa!

Lamentable para los vendedores, pocos fueron lo que les consumieron y sus esperanzas se vieron desvanecidas.

El viernes tampoco fue alentador, las condiciones climatológicas eran iguales, los medios de comunicación informaban en directo desde la playa como los días más importantes, fueron tristes y sin éxito.

Llegué a pensar que esto era hasta una chacota del destino, ¡ya que no entiende la gente que hay pandemia y ahí van!!!

Los sueños de ir a disfrutar un rico mango con chile, la piña con fruta y chamoy, los elotes asados, las raspas, los cocos con chile y toda la pasarela gastronómica de antojitos playeros se vieron mermados por el norte.

Sin embargo, se disfrutó del rico pan con café, aclaro… se antojaba más que todo lo de la playa.

Si bien es cierto que, desde la pandemia del año pasado, ha golpeado la economía como en todos lados, 2021 parece repetir la misma situación, aunque para ser sincera, la gente ya se ha relajado mucho, vemos restaurantes y tiendas con actividad, transporte lleno y poco a poco se normaliza la actividad laboral..

Tal vez un poco más conscientes en usar cubrebocas y gel antibacterial como parte de nuestra rutina común.

Ya lo diría el Dr. López Gattel, ¡nunca volveremos a la normalidad!

Por si fuera poco, nos es común tratar de adivinar quien se encuentra bajo el cubreboca o peor aún, para los que ya no vemos muy bien, vaticinar quién te saluda sin saber exactamente quién, tan amablemente saluda.

¿Y… usted se quedó en casa o fue los que esperan la Semana mayor para ir a la playa?

Nos leemos en la próxima desde el faro.

Cronista Municipal de Ciudad Madero

Gran expectativa despertó la llegada de la Semana Santa 2021, por tema de pandemia, no sabíamos si estaría abierta o cerrada como el año pasado para evitar contagios masivos. Madero fue la primera ciudad que cerró los accesos a la playa, aun cuando ya estaban los preparativos de atención al turista y los vendedores de playa que esperan esta temporada para repuntar en ventas.

Recordemos que playa Miramar es el anclaje turístico por excelencia en la zona sur de Tamaulipas. Con el repentino y oportuno cambio de semáforo a verde, se abren las playas de Tamaulipas, también los parques y zonas turísticas, eso sí, bajo la responsabilidad de cada uno de los paseantes y las sugerencias de la Secretaría de Salud.

Y bueno, finalmente llegó la esperada fecha, con la advertencia ante la tercera oleada de contagios.

Nada de eso importó, la gente llegó y de un estimado de 10 mil ingresos a playa que se tenía con reservación, según datos de la Secretaría de Turismo, para el Jueves Santo, solo llegaron mil, pero no vaya usted a creer, amable lector que no llegaron por conscientes o responsables, ¡no! No llegaron porque entró el frente frío número 47 con rachas hasta de 60 km/hr, eso quiere decir que en la playa el oleaje es bastante fuerte y peligroso, se cierra la playa con bandera negra y la arena vuela y azota tan recio que parece que chicotea.

Todo eso fue una aventura para los que, sin importar las condiciones climatológicas, asistieron. El espectáculo era irrisorio, la gente con chamarras y niños tapados con cobijas, ah, ¡pero ellos, en la playa!

Lamentable para los vendedores, pocos fueron lo que les consumieron y sus esperanzas se vieron desvanecidas.

El viernes tampoco fue alentador, las condiciones climatológicas eran iguales, los medios de comunicación informaban en directo desde la playa como los días más importantes, fueron tristes y sin éxito.

Llegué a pensar que esto era hasta una chacota del destino, ¡ya que no entiende la gente que hay pandemia y ahí van!!!

Los sueños de ir a disfrutar un rico mango con chile, la piña con fruta y chamoy, los elotes asados, las raspas, los cocos con chile y toda la pasarela gastronómica de antojitos playeros se vieron mermados por el norte.

Sin embargo, se disfrutó del rico pan con café, aclaro… se antojaba más que todo lo de la playa.

Si bien es cierto que, desde la pandemia del año pasado, ha golpeado la economía como en todos lados, 2021 parece repetir la misma situación, aunque para ser sincera, la gente ya se ha relajado mucho, vemos restaurantes y tiendas con actividad, transporte lleno y poco a poco se normaliza la actividad laboral..

Tal vez un poco más conscientes en usar cubrebocas y gel antibacterial como parte de nuestra rutina común.

Ya lo diría el Dr. López Gattel, ¡nunca volveremos a la normalidad!

Por si fuera poco, nos es común tratar de adivinar quien se encuentra bajo el cubreboca o peor aún, para los que ya no vemos muy bien, vaticinar quién te saluda sin saber exactamente quién, tan amablemente saluda.

¿Y… usted se quedó en casa o fue los que esperan la Semana mayor para ir a la playa?

Nos leemos en la próxima desde el faro.

Cronista Municipal de Ciudad Madero