/ lunes 28 de septiembre de 2020

Desde El Faro | Destello: Chile en nogada, “Pasaporte gourmet de México”

Cuando hablamos de la rica gastronomía mexicana uno de los platillos más suculentos de origen barroco y muy representativo en estas fechas es el delicioso Chile en Nogada

La historia se contrapone en el origen histórico de la creación de este manjar mexicano. Una de las versiones más conocidas, es que al paso de Agustín de Iturbide acompañado del Ejército Trigarante entrando por Puebla camino a la Ciudad de México en agosto de 1821, una vez que se habían firmado los Tratados de Córdoba, las monjas Agustinas del Convento de Santa Mónica, deciden prepararle un rico platillo para el 28 de agosto, con el motivo de que celebraba el día de su santo. Ellas se inspiraron en la bandera del Ejército Trigarante, cuyos colores eran blanco, verde y rojo, ya que representaban tres garantías: la religión, la unión y la independencia.

Hay otros que dicen que el significado de los colores que aparecen en la bandera y que se representan en los chiles de nogada es: el verde (fe), blanco (esperanza) y el rojo (caridad), son las tres virtudes teólogas.

Otra de las versiones poco conocidas, manifiestan que, dentro del Ejército, había tres soldados poblanos y que sus novias querían recibirlos con un delicioso platillo que fuera muy especial, para agasajarlos y que debería tener los colores de la bandera, esta teoría es aseverada por el escritor Artemio del Valle Arizpe. “Ellas buscaron los ingredientes de cada color y sin recurrir a ningún recetario. Le hicieron rezos a La Virgen del Rosario y a San Pascual Bailón, para que las iluminara, cocinaron y el resultado fue el que ya todos conocemos, los tradicionales Chiles en Nogada”.

Es importante destacar que, a pesar de la historia de este platillo, hay otras versiones que dicen que fue un grupo de damas las que hicieron el platillo a Agustín de Iturbide, por otro lado, tenemos los que aseguran que fueron las monjas del convento de Santa Mónica las responsables de esta invención,

También se difundió una historia que una monja del convento de Santa Rosa, elaboró este platillo para ofrecérselo al obispo que había llegado de visita.

En el “Manual del cocinero” publicado en Puebla en 1849, no aparecen los Chile en Nogada, sin embargo, sí aparece unas recetas de Gallina en Nogada, pero más tarde editan otra publicación en 1858 “El nuevo cocinero mexicano” en donde sí se registra una receta que se llama Chiles rellenos de Nogada.

Sin embargo, en la cocina original de Puebla, en su libro de “Familias de 1872”, se puede constatar que hay ciertas inconsistencias en el registro del platillo, ya que se le da más importancia a la salsa como tal, y es por ello que toma la relevancia la deliciosa salsa de nogal y por ello la titulan como “Nogada para chiles rellenos con carne”.

Hacia finales de ese siglo el Diario el Hogar hizo una publicación de la receta “Chiles en Nogada rellenos de bacalao”, en la que se dice que la nogada no va adornada con los granos de la granada. Es por eso que, en el siglo XX, se buscó con insistencia la verdadera receta de los Chile en Nogada. En la actualidad del siglo y con muchas investigaciones tampoco o se ha encontrado ninguna información sobresaliente.

Para ser puntuales, tenemos que revelar que, al unirse los conceptos de la cocina y la leyenda, lo sobresaliente es el carácter histórico de honor y religioso del país, y que se le atribuye la creatividad e imaginación de la mujer por halagar el paladar de un caballero, venga por el lado religioso o por la complacencia para echar flores a un enamorado militar.

Lo importante de toda esta historia son las pinceladas de una leyenda, que hace que se convierta en algo verdadero e incuestionable, y es que además sin importar la leyenda, no minimizan la calidad de los Chiles en Nogada, como un elemento de la cocina mexicana en cuyo entorno se colocan mujeres, personajes importantes y mucho honor para construir lo más importante, que representa el sustento del arraigado nacionalista culinario posindependentista.

Por ello, en el mes de septiembre, vibramos ante la celebración de nuestras fechas patrias llenas de alegría, fiesta y sabor. Aunque este 2020 fue diferente, sin duda alguna, volveremos a celebrar como solo los mexicanos sabemos hacerlo con fiesta, comida y mucha alegría. ¡VIVA MEXICO!

Lic. Adriana Carolina Infante Pacheco

Cronista Municipal de Ciudad Madero

Cuando hablamos de la rica gastronomía mexicana uno de los platillos más suculentos de origen barroco y muy representativo en estas fechas es el delicioso Chile en Nogada

La historia se contrapone en el origen histórico de la creación de este manjar mexicano. Una de las versiones más conocidas, es que al paso de Agustín de Iturbide acompañado del Ejército Trigarante entrando por Puebla camino a la Ciudad de México en agosto de 1821, una vez que se habían firmado los Tratados de Córdoba, las monjas Agustinas del Convento de Santa Mónica, deciden prepararle un rico platillo para el 28 de agosto, con el motivo de que celebraba el día de su santo. Ellas se inspiraron en la bandera del Ejército Trigarante, cuyos colores eran blanco, verde y rojo, ya que representaban tres garantías: la religión, la unión y la independencia.

Hay otros que dicen que el significado de los colores que aparecen en la bandera y que se representan en los chiles de nogada es: el verde (fe), blanco (esperanza) y el rojo (caridad), son las tres virtudes teólogas.

Otra de las versiones poco conocidas, manifiestan que, dentro del Ejército, había tres soldados poblanos y que sus novias querían recibirlos con un delicioso platillo que fuera muy especial, para agasajarlos y que debería tener los colores de la bandera, esta teoría es aseverada por el escritor Artemio del Valle Arizpe. “Ellas buscaron los ingredientes de cada color y sin recurrir a ningún recetario. Le hicieron rezos a La Virgen del Rosario y a San Pascual Bailón, para que las iluminara, cocinaron y el resultado fue el que ya todos conocemos, los tradicionales Chiles en Nogada”.

Es importante destacar que, a pesar de la historia de este platillo, hay otras versiones que dicen que fue un grupo de damas las que hicieron el platillo a Agustín de Iturbide, por otro lado, tenemos los que aseguran que fueron las monjas del convento de Santa Mónica las responsables de esta invención,

También se difundió una historia que una monja del convento de Santa Rosa, elaboró este platillo para ofrecérselo al obispo que había llegado de visita.

En el “Manual del cocinero” publicado en Puebla en 1849, no aparecen los Chile en Nogada, sin embargo, sí aparece unas recetas de Gallina en Nogada, pero más tarde editan otra publicación en 1858 “El nuevo cocinero mexicano” en donde sí se registra una receta que se llama Chiles rellenos de Nogada.

Sin embargo, en la cocina original de Puebla, en su libro de “Familias de 1872”, se puede constatar que hay ciertas inconsistencias en el registro del platillo, ya que se le da más importancia a la salsa como tal, y es por ello que toma la relevancia la deliciosa salsa de nogal y por ello la titulan como “Nogada para chiles rellenos con carne”.

Hacia finales de ese siglo el Diario el Hogar hizo una publicación de la receta “Chiles en Nogada rellenos de bacalao”, en la que se dice que la nogada no va adornada con los granos de la granada. Es por eso que, en el siglo XX, se buscó con insistencia la verdadera receta de los Chile en Nogada. En la actualidad del siglo y con muchas investigaciones tampoco o se ha encontrado ninguna información sobresaliente.

Para ser puntuales, tenemos que revelar que, al unirse los conceptos de la cocina y la leyenda, lo sobresaliente es el carácter histórico de honor y religioso del país, y que se le atribuye la creatividad e imaginación de la mujer por halagar el paladar de un caballero, venga por el lado religioso o por la complacencia para echar flores a un enamorado militar.

Lo importante de toda esta historia son las pinceladas de una leyenda, que hace que se convierta en algo verdadero e incuestionable, y es que además sin importar la leyenda, no minimizan la calidad de los Chiles en Nogada, como un elemento de la cocina mexicana en cuyo entorno se colocan mujeres, personajes importantes y mucho honor para construir lo más importante, que representa el sustento del arraigado nacionalista culinario posindependentista.

Por ello, en el mes de septiembre, vibramos ante la celebración de nuestras fechas patrias llenas de alegría, fiesta y sabor. Aunque este 2020 fue diferente, sin duda alguna, volveremos a celebrar como solo los mexicanos sabemos hacerlo con fiesta, comida y mucha alegría. ¡VIVA MEXICO!

Lic. Adriana Carolina Infante Pacheco

Cronista Municipal de Ciudad Madero