/ lunes 10 de agosto de 2020

Desde El Faro | Pabellones, protección contra moscos y otros animales

Actualmente hablar de mosquitos causa expectativa porque inmediatamente nos viene a la mente enfermedades como dengue, chikungunya, zika o fiebre amarilla. Considerando las múltiples plagas y epidemias que nos acosan como el Covid-19. Con frecuencia nos enteramos de campañas de fumigación y sanitización -palabra no aprobada por la R.A.E- para evitar contagios y enfermedades, pero en realidad, son enfermedades que siempre han existido y por ello inventaron los insecticidas.

En la antigüedad, combatir los insectos fue una de las mayores preocupaciones. Defenderse de moscas y mosquitos, alacranes y escorpiones, arañas y gusanos era una auténtica obsesión en el mundo antiguo.

A lo largo del río Nilo, en Egipto, o en las cuencas de los grandes ríos de Babilonia, los mosquitos eran una plaga insoportable, una molestia nocturna. Quien podía construía su dormitorio en lo alto de un árbol ya que los mosquitos no volaban muy alto por el viento. Incluso las personas de escasos recursos descansaban envueltos en mosquiteras o en un lienzo.

En la actualidad muy poca gente usa el pabellón y muchos jóvenes ni siquiera saben que existieron. Seguramente los contemporáneos recordarán que siendo niños dormimos protegidos de los moscos adentro de un pabellón, después de que nuestras madres rociaban la habitación con las extintas bombas de rocío manual para matar insectos, lanzadas en 1923, que contenían un aceite mineral como base y adicionado con D.D.T.

Más tarde, a principios de 1950 se comercializó con el nombre de “FLIT”. Este químico, tiempo después fue descontinuado por los daños que ocasionaba a la salud de los humanos y los animales domésticos.

Dormir en un ambiente en el que puedes entrar en contacto con mosquitos u otros insectos puede ser dañino para la salud. Los mosquitos pueden transmitir enfermedades peligrosas como el virus del Nilo.

El pabellón es muy útil para protegernos mientras dormimos y reduce la exposición a insectos perjudiciales, en el caso de no contar con una habitación segura con mosquiteros.

El pendón es más o menos un tipo de malla cortina que cubre circunferencialmente sobre una cama o una zona de dormitorio, para ofrecer a la persona que duerme una barrera de protección contra picaduras de mosquitos, moscas y otros insectos o plagas.

En las humildes viviendas de los ranchos y la costa tropical era muy común protegerse con pabellón, ya que la comodidad y confort de un aire acondicionado no es posible y se tiene que dormir con ventanas abiertas para mitigar el calor.

Sin embargo, la industria se ha modernizado y los fabricantes de pabellones, ofrecen diversos modelos de estas mallas, confeccionada con modelos muy coquetos de colores llamativos y materiales como aluminio, plástico, bambú o carrizo.

También las empresas fabricantes de insecticida se han renovado ofreciendo productos amigables al medio ambiente, brindando al consumidor una gran variedad de géneros con diferentes características como aroma, duración, precio o utilidad.

Sean moscos, arañas, alacranes, garrapatas o cualquier animalejo que perturbe nuestro sueño, puede detenerse con el uso de un pabellón.

Cronista Municipal de Ciudad Madero

Actualmente hablar de mosquitos causa expectativa porque inmediatamente nos viene a la mente enfermedades como dengue, chikungunya, zika o fiebre amarilla. Considerando las múltiples plagas y epidemias que nos acosan como el Covid-19. Con frecuencia nos enteramos de campañas de fumigación y sanitización -palabra no aprobada por la R.A.E- para evitar contagios y enfermedades, pero en realidad, son enfermedades que siempre han existido y por ello inventaron los insecticidas.

En la antigüedad, combatir los insectos fue una de las mayores preocupaciones. Defenderse de moscas y mosquitos, alacranes y escorpiones, arañas y gusanos era una auténtica obsesión en el mundo antiguo.

A lo largo del río Nilo, en Egipto, o en las cuencas de los grandes ríos de Babilonia, los mosquitos eran una plaga insoportable, una molestia nocturna. Quien podía construía su dormitorio en lo alto de un árbol ya que los mosquitos no volaban muy alto por el viento. Incluso las personas de escasos recursos descansaban envueltos en mosquiteras o en un lienzo.

En la actualidad muy poca gente usa el pabellón y muchos jóvenes ni siquiera saben que existieron. Seguramente los contemporáneos recordarán que siendo niños dormimos protegidos de los moscos adentro de un pabellón, después de que nuestras madres rociaban la habitación con las extintas bombas de rocío manual para matar insectos, lanzadas en 1923, que contenían un aceite mineral como base y adicionado con D.D.T.

Más tarde, a principios de 1950 se comercializó con el nombre de “FLIT”. Este químico, tiempo después fue descontinuado por los daños que ocasionaba a la salud de los humanos y los animales domésticos.

Dormir en un ambiente en el que puedes entrar en contacto con mosquitos u otros insectos puede ser dañino para la salud. Los mosquitos pueden transmitir enfermedades peligrosas como el virus del Nilo.

El pabellón es muy útil para protegernos mientras dormimos y reduce la exposición a insectos perjudiciales, en el caso de no contar con una habitación segura con mosquiteros.

El pendón es más o menos un tipo de malla cortina que cubre circunferencialmente sobre una cama o una zona de dormitorio, para ofrecer a la persona que duerme una barrera de protección contra picaduras de mosquitos, moscas y otros insectos o plagas.

En las humildes viviendas de los ranchos y la costa tropical era muy común protegerse con pabellón, ya que la comodidad y confort de un aire acondicionado no es posible y se tiene que dormir con ventanas abiertas para mitigar el calor.

Sin embargo, la industria se ha modernizado y los fabricantes de pabellones, ofrecen diversos modelos de estas mallas, confeccionada con modelos muy coquetos de colores llamativos y materiales como aluminio, plástico, bambú o carrizo.

También las empresas fabricantes de insecticida se han renovado ofreciendo productos amigables al medio ambiente, brindando al consumidor una gran variedad de géneros con diferentes características como aroma, duración, precio o utilidad.

Sean moscos, arañas, alacranes, garrapatas o cualquier animalejo que perturbe nuestro sueño, puede detenerse con el uso de un pabellón.

Cronista Municipal de Ciudad Madero