/ lunes 13 de junio de 2022

Desde el faro | Pastel, torta o tarta es lo mismo para festejar un cumpleaños

Mi estimado lector, una de las celebraciones que más me gustan son, sin duda, los cumpleaños y, obvio, si son los míos, ¡pues más!...

Aclaro, no es mi cumple todavía, pero después de la pandemia nos cambió la visión de la vida a muchos y ahora cumplir años es doblemente agradecimiento a Dios por el simple hecho de estar vivos.

La celebración se hace tan grande o pequeña como lo permita el presupuesto, lo que nunca puede faltar en el festejo es el rico y emotivo pastel.

Pero el origen del pastel, según, es un ritual pagano que pasó a una tradición muy alegre, el pastel de cumpleaños ha simbolizado por miles de años un momento especial.

Una fiesta de cumpleaños no es la misma sin un pastel, y más en México que somos mitoteros por naturaleza. Para este tipo de celebraciones, simboliza el momento más emocionante para el festejado. Todos hemos recibido pasteles o hemos regalado pasteles, pero, ¿sabías que existen diversos relatos acerca de su creación en el mundo? Algunos van desde un ritual pagano hasta el agradecimiento de la vida a través de venerar a la placenta.

A opinión de Scarlet Trejo, refiere que no existe un dato exacto sobre dónde se originó la tradición del pastel de cumpleaños, ésta ya era practicada por los griegos antiguos. En dicha cultura, cada sexto día de mes celebraban el cumpleaños de Artemisa, diosa soberana de la Luna, la virginidad, la caza y los animales: le ofrecían altares en el campo, en los que se ofrendaban pequeños pasteles de miel y harina, los cuales se adornaban con velas para simbolizar el brillo de la Luna.

En la antigüedad se creía que en cada cumpleaños el festejado era visitado por espíritus malignos. Por eso encontraban nece-sario iluminar el pastel con fuego, para protegerle de cualquier mal. También creían que, al momento de apagar la llama, el humo resultante iba al cielo y las plegarias del cumpleañero llegaban a los dioses. De ahí que, antes de soplar las velas, fuera necesario pedir un deseo.

Respecto al número de velas, hoy en día simbolizan el número de años a celebrar, pero hay una tradición que surgió en Alemania. Los niños alemanes eran festejados con una fiesta llamada Kinderfest, en donde los adultos festejaban y juraban protegerlos de todo mal. Colocaban en el centro del pastel una vela larga con 12 marcas, las cuales simbolizaban cada mes del año. La vela era encendida y se apagaba una vez que el fuego llegaba al mes del nacimiento del festejado.

También hay versiones de que el pastel es un tributo a la placenta humana, que la palabra “pastel” deriva de la palabra "placenta" en griego, y que por eso éste es redondo y plano como la pieza. Bajo esta concepción, se honra cada año al órgano que sostiene los primeros meses de vida de un ser humano. La forma redonda del pastel simula la de la placenta, mientras que la velita representa el cordón umbilical que une al feto con la madre.

Qué afortunados somos de festejar, aunque sea con un pastel, nuestro cumpleaños, y qué homenaje tan simbólico a la placenta que nos dio vida.

Y usted, ¿seguirá celebrando con un pastelito su cumpleaños?

Nos leemos el próximo lunes, DESDE EL FARO.

Mi estimado lector, una de las celebraciones que más me gustan son, sin duda, los cumpleaños y, obvio, si son los míos, ¡pues más!...

Aclaro, no es mi cumple todavía, pero después de la pandemia nos cambió la visión de la vida a muchos y ahora cumplir años es doblemente agradecimiento a Dios por el simple hecho de estar vivos.

La celebración se hace tan grande o pequeña como lo permita el presupuesto, lo que nunca puede faltar en el festejo es el rico y emotivo pastel.

Pero el origen del pastel, según, es un ritual pagano que pasó a una tradición muy alegre, el pastel de cumpleaños ha simbolizado por miles de años un momento especial.

Una fiesta de cumpleaños no es la misma sin un pastel, y más en México que somos mitoteros por naturaleza. Para este tipo de celebraciones, simboliza el momento más emocionante para el festejado. Todos hemos recibido pasteles o hemos regalado pasteles, pero, ¿sabías que existen diversos relatos acerca de su creación en el mundo? Algunos van desde un ritual pagano hasta el agradecimiento de la vida a través de venerar a la placenta.

A opinión de Scarlet Trejo, refiere que no existe un dato exacto sobre dónde se originó la tradición del pastel de cumpleaños, ésta ya era practicada por los griegos antiguos. En dicha cultura, cada sexto día de mes celebraban el cumpleaños de Artemisa, diosa soberana de la Luna, la virginidad, la caza y los animales: le ofrecían altares en el campo, en los que se ofrendaban pequeños pasteles de miel y harina, los cuales se adornaban con velas para simbolizar el brillo de la Luna.

En la antigüedad se creía que en cada cumpleaños el festejado era visitado por espíritus malignos. Por eso encontraban nece-sario iluminar el pastel con fuego, para protegerle de cualquier mal. También creían que, al momento de apagar la llama, el humo resultante iba al cielo y las plegarias del cumpleañero llegaban a los dioses. De ahí que, antes de soplar las velas, fuera necesario pedir un deseo.

Respecto al número de velas, hoy en día simbolizan el número de años a celebrar, pero hay una tradición que surgió en Alemania. Los niños alemanes eran festejados con una fiesta llamada Kinderfest, en donde los adultos festejaban y juraban protegerlos de todo mal. Colocaban en el centro del pastel una vela larga con 12 marcas, las cuales simbolizaban cada mes del año. La vela era encendida y se apagaba una vez que el fuego llegaba al mes del nacimiento del festejado.

También hay versiones de que el pastel es un tributo a la placenta humana, que la palabra “pastel” deriva de la palabra "placenta" en griego, y que por eso éste es redondo y plano como la pieza. Bajo esta concepción, se honra cada año al órgano que sostiene los primeros meses de vida de un ser humano. La forma redonda del pastel simula la de la placenta, mientras que la velita representa el cordón umbilical que une al feto con la madre.

Qué afortunados somos de festejar, aunque sea con un pastel, nuestro cumpleaños, y qué homenaje tan simbólico a la placenta que nos dio vida.

Y usted, ¿seguirá celebrando con un pastelito su cumpleaños?

Nos leemos el próximo lunes, DESDE EL FARO.