/ martes 12 de marzo de 2019

Doble estándar

La doble moral a que está sometida la migración indocumentada es el problema a resolver

A los indocumentados se les persigue y da trato de delincuentes, siendo que la gran mayoría son personas que arriesgan su vida y salud física y mental en la tenaz búsqueda del sueño americano.

En territorio estadounidense, a los migrantes se les tolera y recibe para que trabajen en plantaciones, ranchos, tiendas departamentales e incluso en bienes inmuebles propiedad del hombre viejo y delirante que han elegido por rey. Su trabajo es demandado porque son garantía de mano de obra barata; aunque después sean deportados a nuestro país al no tener la documentación requerida, y sufran toda clase de maltrato y vejaciones.

La política del odio y racismo que surge desde la Casa Blanca es una manifestación que se recrudece según se aproximan las elecciones en territorio estadounidense.

Cierta vez, un político tuvo la ocurrencia de decir que se debían preparar jardineros en Mexico para exportarlos a los Estados Unidos y así propiciar un aumento en la captación de divisas. Pero la dura realidad supera las actitudes demagógicas con una escena que se repite. La trágica suerte de un joven mexicano como tantos otros, originario de una comunidad rural pobre, que no encuentra empleo, que lo perdió, que no tiene dinero para procurarse medios de subsistencia, y que por necesidad un día se despidió de su familia y amigos para ir a trabajar a las huertas de California, en la recolección de fruta dieciséis horas al día, bajo el sol quemante y abrasador. Este joven muere atropellado en un high way por un automóvil no identificado; su hermano que también es indocumentado lo rescata y los mil dólares que este joven migrante había ahorrado sirven para pagar el regreso de su cuerpo ya sin vida a su pueblo desierto y entristecido. El sueño resultó una pesadilla o algo peor.

El horizonte será distinto, mejor, el día en que se respete a los pobres que son el mayor poder de México; pero “no por ser pobres sino por ser mayoría”; y la fecha que en el “otro lado” se disipe la doble moral en el trato a los indocumentados pobres, que también son mayoria.

La doble moral a que está sometida la migración indocumentada es el problema a resolver

A los indocumentados se les persigue y da trato de delincuentes, siendo que la gran mayoría son personas que arriesgan su vida y salud física y mental en la tenaz búsqueda del sueño americano.

En territorio estadounidense, a los migrantes se les tolera y recibe para que trabajen en plantaciones, ranchos, tiendas departamentales e incluso en bienes inmuebles propiedad del hombre viejo y delirante que han elegido por rey. Su trabajo es demandado porque son garantía de mano de obra barata; aunque después sean deportados a nuestro país al no tener la documentación requerida, y sufran toda clase de maltrato y vejaciones.

La política del odio y racismo que surge desde la Casa Blanca es una manifestación que se recrudece según se aproximan las elecciones en territorio estadounidense.

Cierta vez, un político tuvo la ocurrencia de decir que se debían preparar jardineros en Mexico para exportarlos a los Estados Unidos y así propiciar un aumento en la captación de divisas. Pero la dura realidad supera las actitudes demagógicas con una escena que se repite. La trágica suerte de un joven mexicano como tantos otros, originario de una comunidad rural pobre, que no encuentra empleo, que lo perdió, que no tiene dinero para procurarse medios de subsistencia, y que por necesidad un día se despidió de su familia y amigos para ir a trabajar a las huertas de California, en la recolección de fruta dieciséis horas al día, bajo el sol quemante y abrasador. Este joven muere atropellado en un high way por un automóvil no identificado; su hermano que también es indocumentado lo rescata y los mil dólares que este joven migrante había ahorrado sirven para pagar el regreso de su cuerpo ya sin vida a su pueblo desierto y entristecido. El sueño resultó una pesadilla o algo peor.

El horizonte será distinto, mejor, el día en que se respete a los pobres que son el mayor poder de México; pero “no por ser pobres sino por ser mayoría”; y la fecha que en el “otro lado” se disipe la doble moral en el trato a los indocumentados pobres, que también son mayoria.