El pasado 24 de septiembre, Banco de México redujo por onceava vez consecutiva la tasa de interés objetivo, esta vez la reducción fue en 25 puntos base para dejarla en 4.25 por ciento.
El manejo de la política monetaria por parte de un Banco Central es una de las principales formas para ‘calentar’ o ‘enfriar’ la inversión dentro de la economía de un país mediante cambios en la tasa de interés, es decir, el costo del dinero. De esta manera las empresas logran endeudarse a un menor costo, y en estos tiempos, en los que se necesita un impulso económico, el Banco de México quiere calentar un poco la maquinaria económica en el país. No obstante, la tasa de interés en México sigue siendo una de las más altas en el mundo haciéndola muy atractiva.
Por otra parte, Friedrich August von Hayek, un filósofo, jurista y economista vienés, fue partidario de la Escuela Austriaca de Economía, la cual se caracteriza por su inclinación ideológica al liberalismo económico y a su vez, una fuerte defensa del libre mercado. En 1974, Hayek ganó el Premio Nobel de Economía por su trabajo en la teoría del dinero y las fluctuaciones económicas. En este estudio, Hayek culpa al gobierno —específicamente a los bancos centrales— por ser causante de los ciclos económicos, esto derivado de las decisiones de los bancos centrales mediante políticas monetarias expansivas, las cuales generan un aumento de malas inversiones al ser poco productivas; además podrían causar un alza en la inflación, lo cual es dañino para el poder adquisitivo de las personas. Por lo que estas políticas a largo plazo generarán la necesidad de un ajuste natural que se daría a través de una depresión económica, trayendo consigo una disminución importante del producto interno bruto, quiebre de empresas y bancos; y altas tasas de desempleo.
Por otra parte, existen las empresas ‘zombis’, las cuales, así como el mítico personaje de ciencia ficción, son todas aquellas empresas que se consideran “muertas vivientes”; que solamente son capaces de solventar sus gastos generales y atender sus intereses, pero no pueden invertir ni tampoco reducir su deuda, de forma que cualquier disminución en sus beneficios hará que su futuro sea incierto. En otras palabras, estas compañías tienen tanta deuda, que incluso ‘devora’ los beneficios, y, por lo tanto, las hace insostenibles. Sin embargo, estas empresas no desaparecen; al contrario, se las arreglan con entidades financieras y siguen funcionando a base de refinanciación de sus deudas.
Recientemente, el Banco de Pagos Internacionales, publicó un documento titulado “Zombis Corporativos: anatomía y ciclo de vida”, donde el “banco de bancos” encontró que el número de compañías zombis cotizando en los mercados bursátiles, creció de un 4 por ciento que existían a finales de la década de los ochenta a 15 por ciento en 2017; asimismo, advierte sobre el auge de estas empresas de bajo rendimiento que cotizan en las bolsas de valores y que podrían ser un lastre para la economía, y destaca que la mayor presencia de este tipo de empresas recaen en los sectores de salud y productos básicos; no obstante, la pandemia podría revalorar el precio de las acciones del sector salud.
Por lo que, con la actual recuperación económica que se vive a nivel mundial, en donde la mayor parte de los bancos centrales han bajado sus tasas de interés a niveles cercanos al cero por ciento, e inclusive, existen un par de tasas negativas como es el caso del Banco Nacional Suizo y el Banco de Japón; es cómo este tipo de empresas podrían incrementar su existencia y a la postre, crear una nueva crisis por ajuste en donde compañías menos productivas, tendrían que salir del mercado como lo planteaba Hayek. Cuídese mucho.
Regeneración 19
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