/ martes 1 de junio de 2021

Economía para todos | Inflación, ¿ya pasó lo peor?

Mientras Banco de México ha mantenido su tasa de referencia en los 4 puntos porcentuales, la inflación en nuestro país permanece muy por encima del objetivo a pesar de mostrar un retroceso minúsculo en la primera quincena de mayo.

Como bien se ha reiterado en este espacio, la inflación es uno de los fenómenos económicos que más impacta significativamente en la población, sobre todo en la de escasos recursos; lo cual les imposibilita salir de la situación vulnerable en la que se encuentran al mermar su poder adquisitivo conforme los precios de los bienes y servicios siguen en constante incremento mientras sus ingresos se quedan estancados, o inclusive reducidos.

Por otra parte, la inflación afecta también en otros indicadores de la economía, como el tipo de cambio y la tasa de interés de referencia del Banco Central, el cual la utiliza como una válvula para incentivar o frenar el consumo y mantener un tanto controlado el nivel de los precios; en nuestro caso, la inflación objetivo que procura el Banco de México es alrededor de los 3 puntos porcentuales con un rango de “tolerancia” de un punto porcentual hacia arriba y hacia abajo.

Sin embargo, en las últimas decisiones de la Junta de Gobierno de Banco de México, se ha estipulado en conjunto mantener la tasa de referencia en 4 por ciento a pesar de que la inflación general la ha sobrepasado por casi 2 por ciento desde inicios de año cuando surgieron las primeras presiones inflacionarias por los precios de los energéticos y, posteriormente, se debió a la baja base de comparación por la caída tan abrupta de la economía durante los inicios de la pandemia en los meses de marzo, abril y mayo del año pasado.

Por lo que conforme avanzaban los meses de este año, veíamos incrementos cada vez más cercanos a los observados hace un par de años cuando se “liberaron” los precios de las gasolinas con la entrada en vigor de la reforma energética de la pasada administración y se dejaron de imponer los precios, haciendo que llegáramos a observar inflaciones que sobrepasaban los 6 puntos porcentuales de manera anual.

A su vez, independientemente del rebote estadístico, existen otros factores a considerar para que la inflación siga persistiendo por arriba de lo anhelado, como el precio internacional de los energéticos, las presiones en los precios de las materias primas y costos. En tanto, también existe una posibilidad de que exista inflación por las afectaciones en la producción agropecuaria debido a las sequías en nuestro país.

Por lo que, en la primera quincena de mayo, se empezó a observar una ligera disminución en la inflación general anual, al colocarse en 5.80 por ciento según estimaciones del Inegi; asimismo, respecto a la segunda quincena de abril, tuvo un retroceso del (-)0.01 por ciento. En tanto, en el componente subyacente, que mide las variaciones de las mercancías y servicios, tuvo un incremento del 0.33 por ciento de manera quincenal y del 4.22 por ciento anual. Mientras que el componente no subyacente, donde radican los productos más volátiles como los agropecuarios y energéticos, tuvo una variación quincenal de 1 por ciento y de manera anual, un 10.83 por ciento.

Siendo así que poco a poco se va desvaneciendo el efecto rebote por la base de comparación haciendo que paulatinamente volvamos a ver cifras inflacionarias cercanas a lo que pretende el Banco Central; sin embargo, queda latente la influencia de acontecimientos internos y externos para que la disminución de la inflación dentro de los próximos meses no sea la deseable y se mantenga ligeramente por arriba del objetivo primordial del Banco de México. Cuídese mucho.

Regeneración 19



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Mientras Banco de México ha mantenido su tasa de referencia en los 4 puntos porcentuales, la inflación en nuestro país permanece muy por encima del objetivo a pesar de mostrar un retroceso minúsculo en la primera quincena de mayo.

Como bien se ha reiterado en este espacio, la inflación es uno de los fenómenos económicos que más impacta significativamente en la población, sobre todo en la de escasos recursos; lo cual les imposibilita salir de la situación vulnerable en la que se encuentran al mermar su poder adquisitivo conforme los precios de los bienes y servicios siguen en constante incremento mientras sus ingresos se quedan estancados, o inclusive reducidos.

Por otra parte, la inflación afecta también en otros indicadores de la economía, como el tipo de cambio y la tasa de interés de referencia del Banco Central, el cual la utiliza como una válvula para incentivar o frenar el consumo y mantener un tanto controlado el nivel de los precios; en nuestro caso, la inflación objetivo que procura el Banco de México es alrededor de los 3 puntos porcentuales con un rango de “tolerancia” de un punto porcentual hacia arriba y hacia abajo.

Sin embargo, en las últimas decisiones de la Junta de Gobierno de Banco de México, se ha estipulado en conjunto mantener la tasa de referencia en 4 por ciento a pesar de que la inflación general la ha sobrepasado por casi 2 por ciento desde inicios de año cuando surgieron las primeras presiones inflacionarias por los precios de los energéticos y, posteriormente, se debió a la baja base de comparación por la caída tan abrupta de la economía durante los inicios de la pandemia en los meses de marzo, abril y mayo del año pasado.

Por lo que conforme avanzaban los meses de este año, veíamos incrementos cada vez más cercanos a los observados hace un par de años cuando se “liberaron” los precios de las gasolinas con la entrada en vigor de la reforma energética de la pasada administración y se dejaron de imponer los precios, haciendo que llegáramos a observar inflaciones que sobrepasaban los 6 puntos porcentuales de manera anual.

A su vez, independientemente del rebote estadístico, existen otros factores a considerar para que la inflación siga persistiendo por arriba de lo anhelado, como el precio internacional de los energéticos, las presiones en los precios de las materias primas y costos. En tanto, también existe una posibilidad de que exista inflación por las afectaciones en la producción agropecuaria debido a las sequías en nuestro país.

Por lo que, en la primera quincena de mayo, se empezó a observar una ligera disminución en la inflación general anual, al colocarse en 5.80 por ciento según estimaciones del Inegi; asimismo, respecto a la segunda quincena de abril, tuvo un retroceso del (-)0.01 por ciento. En tanto, en el componente subyacente, que mide las variaciones de las mercancías y servicios, tuvo un incremento del 0.33 por ciento de manera quincenal y del 4.22 por ciento anual. Mientras que el componente no subyacente, donde radican los productos más volátiles como los agropecuarios y energéticos, tuvo una variación quincenal de 1 por ciento y de manera anual, un 10.83 por ciento.

Siendo así que poco a poco se va desvaneciendo el efecto rebote por la base de comparación haciendo que paulatinamente volvamos a ver cifras inflacionarias cercanas a lo que pretende el Banco Central; sin embargo, queda latente la influencia de acontecimientos internos y externos para que la disminución de la inflación dentro de los próximos meses no sea la deseable y se mantenga ligeramente por arriba del objetivo primordial del Banco de México. Cuídese mucho.

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