/ martes 22 de junio de 2021

Economía para todos | La Fed sin cambios

Recientemente la Reserva Federal mantuvo su tasa de interés en un rango de 0 a 0.25% con posibilidad de empezarla a aumentar a mediados de 2023.

Lastimosa o afortunadamente, la economía mexicana está extremadamente ligada a la economía estadounidense, siendo que cualquier decisión que se tome en el país vecino del norte —ya sea migratoria, fiscal, monetaria, entre otras—, directa o indirectamente repercute en ciertos indicadores de nuestro país.

De ahí la tan emblemática frase que refleja nuestra situación año con año de “si a Estados Unidos le da catarro, a México le da pulmonía”. Sin embargo, hace poco más de una década, durante la crisis global de 2008, el entonces secretario de Hacienda Agustín Carstens, comentaría que a la economía nacional solamente le daría un “catarrito”, esto debido a la solidez de la economía mexicana ante las dos crisis que enfrentaba, la de salud por la influenza y la financiera.

Más recientemente, durante las elecciones estadounidenses donde el ganador fue el entonces presidente Trump y cuya propuesta migratoria era agresiva hacia nuestro país, el tipo de cambio (FIX) escaló constantemente hasta llegar a colocarse en los 21.70 pesos por dólar a los pocos días de conocerse el fallo definitivo de la victoria trumpista.

Es así, como durante esta pandemia, las declaraciones de estímulos fiscales por parte del país vecino han impulsado el rebote de la economía mexicana debido a los estrechos lazos que existen en las cadenas productivas y el volumen que existe en el intercambio comercial bilateral que se realiza día con día. Asimismo, estos estímulos han generado presiones inflacionarias que han puesto en jaque a la recuperación que se ha venido impulsando al generar cierta incertidumbre en si la Reserva Federal (Fed) debe o no empezar a subir las tasas de interés en aquel país.

Es por lo que, en el ámbito de política monetaria, también hay repercusiones que generan impacto dentro de nuestra economía, principalmente en el tipo de cambio, así como en las tasas de interés por parte de Banco de México, inversiones en capital fijo, exportaciones, entre otros.

La última de decisión fue el 16 de junio pasado, donde volvieron a mantener la tasa de interés en un rango de 0 a 0.25 por ciento, manteniendo el optimismo de la economía al seguir recuperándose mediante la creación de empleos y los apoyos económicos a la ciudadanía en forma de cheques. Sin embargo, este mismo optimismo, el que ha generado que la recuperación económica sea rápida, ha creado una creciente incertidumbre por los precios de los productos al estar presionando al alza; por lo que la Fed ha comunicado que existe la posibilidad de incrementar las tasas de interés a mediados del año 2023, que, aunque suena distante al presente, es más bien una alerta para las economías emergentes como la de nuestro país.

Por lo que así, como estamos pendientes de los indicadores económicos nacionales, es importante echarle un vistazo a lo que ocurre con nuestro principal socio comercial, para que, así como la Fed reacciona ante los sucesos económicos globales, el Banco de México promueva una política monetaria estable y que incentive a la recuperación nacional sin dejar de mirar a la inflación nacional. Cuídese mucho.

Regeneración 19

Recientemente la Reserva Federal mantuvo su tasa de interés en un rango de 0 a 0.25% con posibilidad de empezarla a aumentar a mediados de 2023.

Lastimosa o afortunadamente, la economía mexicana está extremadamente ligada a la economía estadounidense, siendo que cualquier decisión que se tome en el país vecino del norte —ya sea migratoria, fiscal, monetaria, entre otras—, directa o indirectamente repercute en ciertos indicadores de nuestro país.

De ahí la tan emblemática frase que refleja nuestra situación año con año de “si a Estados Unidos le da catarro, a México le da pulmonía”. Sin embargo, hace poco más de una década, durante la crisis global de 2008, el entonces secretario de Hacienda Agustín Carstens, comentaría que a la economía nacional solamente le daría un “catarrito”, esto debido a la solidez de la economía mexicana ante las dos crisis que enfrentaba, la de salud por la influenza y la financiera.

Más recientemente, durante las elecciones estadounidenses donde el ganador fue el entonces presidente Trump y cuya propuesta migratoria era agresiva hacia nuestro país, el tipo de cambio (FIX) escaló constantemente hasta llegar a colocarse en los 21.70 pesos por dólar a los pocos días de conocerse el fallo definitivo de la victoria trumpista.

Es así, como durante esta pandemia, las declaraciones de estímulos fiscales por parte del país vecino han impulsado el rebote de la economía mexicana debido a los estrechos lazos que existen en las cadenas productivas y el volumen que existe en el intercambio comercial bilateral que se realiza día con día. Asimismo, estos estímulos han generado presiones inflacionarias que han puesto en jaque a la recuperación que se ha venido impulsando al generar cierta incertidumbre en si la Reserva Federal (Fed) debe o no empezar a subir las tasas de interés en aquel país.

Es por lo que, en el ámbito de política monetaria, también hay repercusiones que generan impacto dentro de nuestra economía, principalmente en el tipo de cambio, así como en las tasas de interés por parte de Banco de México, inversiones en capital fijo, exportaciones, entre otros.

La última de decisión fue el 16 de junio pasado, donde volvieron a mantener la tasa de interés en un rango de 0 a 0.25 por ciento, manteniendo el optimismo de la economía al seguir recuperándose mediante la creación de empleos y los apoyos económicos a la ciudadanía en forma de cheques. Sin embargo, este mismo optimismo, el que ha generado que la recuperación económica sea rápida, ha creado una creciente incertidumbre por los precios de los productos al estar presionando al alza; por lo que la Fed ha comunicado que existe la posibilidad de incrementar las tasas de interés a mediados del año 2023, que, aunque suena distante al presente, es más bien una alerta para las economías emergentes como la de nuestro país.

Por lo que así, como estamos pendientes de los indicadores económicos nacionales, es importante echarle un vistazo a lo que ocurre con nuestro principal socio comercial, para que, así como la Fed reacciona ante los sucesos económicos globales, el Banco de México promueva una política monetaria estable y que incentive a la recuperación nacional sin dejar de mirar a la inflación nacional. Cuídese mucho.

Regeneración 19