/ jueves 2 de septiembre de 2021

Economía para todos | Midiendo el PIB

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Producto Interno Bruto (PIB) para el segundo trimestre tuvo un crecimiento del 1.5 por ciento trimestral, mientras que en su variación anual fue del 19.5 por ciento.

El PIB es el indicador económico por excelencia en todos los países y mediante él podemos saber y cuantificar a grandes rasgos la economía de una nación o una región. Asimismo, es el indicador más usado y refleja el valor monetario de todos los bienes y servicios de uso final producidos en un país o una región en particular, durante un periodo determinado, que usualmente es de un año. Este indicador, creado por el economista ruso-estadounidense y Premio Nobel de Economía en 1971, Simon Kuznets, es utilizado para medir el crecimiento de una economía; por lo tanto, cuando se dice que creció la economía, se hace referencia a que creció el PIB.

Dentro de las mediciones del PIB, existen distintas maneras de contabilizarlo: i) mediante el método del gasto y, ii) mediante el método del ingreso. De estas maneras de medirlo, la más utilizada actualmente es a través del método del gasto, la cual se traduce en la cuantificación total de la suma de cuatro variables como lo son el consumo, la inversión, el gasto gubernamental y el resultado de las exportaciones menos importaciones.

Es así como debe ser importante separar cada una de las variables que mide el PIB, dado que cada una de ellas significa distintas circunstancias para saber cómo se está comportando la economía.

Por otra parte, cuando el Inegi emite las publicaciones acerca del PIB en nuestro país, regularmente proporciona dos tipos de cifras: i) el valor monetario de los bienes y servicios y, ii) las tasas de variación.

Mientras observamos las cifras expresadas en miles de millones de pesos pudiera existir alguna confusión o complejidad de los números al ser demasiado extensos, por lo que comúnmente es que se utilicen las variaciones en tasas porcentuales al ser más fáciles de digerir.

Sin embargo, existen distintas maneras de medir las variaciones porcentuales, las más comunes son expresadas en variaciones de un trimestre respecto a otro, es decir, el crecimiento trimestral. A su vez, está el crecimiento anual, que es simplemente la variación porcentual de un trimestre respecto al mismo trimestre de un año previo.

De tal manera, hay quienes celebran con bombo y platillo que pudiéramos llegar a crecer entre un 5-6 por ciento anual al término de este año. Tratando de convencer de que nos hemos recuperado de la crisis por la pandemia y que vamos por el sendero idóneo para nuestro país, solamente que se les olvida que no es lo mismo crecer 5 por ciento de una base de PIB de 100 unidades —por poner un ejemplo— que crecer ese mismo porcentaje de un PIB de 91.5 unidades. Explico.

Suponiendo que en el año 2019 tuvimos un PIB de 100 unidades y en el año 2020 con todo lo ya acontecido tuvimos un decremento del (-)8.5 por ciento según el Inegi, esto dejaría nuestro PIB en 91.5 unidades. Por lo tanto, si en este año 2021 crecemos —en el escenario más optimista— un 6%, nuestro PIB alcanzaría las 96.99 unidades respecto a 2020 y con ello no bastaría para regresar al umbral de las 100 unidades, teniendo que crecer idealmente alrededor de un 9.3 por ciento para alcanzar dicha cifra.

Ahora bien, la cifra anual publicada por Inegi para el segundo trimestre de 2021 fue del 19.5 por ciento; sin embargo, hay que tener en cuenta que el segundo trimestre del año anterior la mayoría de los establecimientos estaban cerrados, no había restaurantes, hoteles, entretenimiento, entre otras actividades económicas que tienen mayor peso en el PIB de nuestro país. Por lo tanto, es importante saber cuál es la base de comparación para saber en dónde estábamos parados hace un año y dónde estamos parados hoy.

En tanto, es cierto que el PIB no lo es todo en la sociedad y economía de un país, dado que su medición se realiza a grandes rasgos y, es por eso, que hay que complementarlos con distintos índices que existen para un mejor y más profundo análisis, como el índice de desarrollo humano que emite la ONU o el índice Gini, que mide la desigualdad del ingreso en una sociedad. De ahí que el mismo creador del PIB, Simon Kuznets, haya sido tan crítico de su indicador dado que este solamente sirve para cuantificar y medir el crecimiento de una economía y no el de su bienestar.

A su vez, la importancia de invertir en bienes de capital se deriva a que estos son los que permiten a una economía generar mayor valor agregado y estar en crecimiento constante, de ahí el reflejo en países desarrollados que invierten en una producción eficiente de bienes y servicios o que están fuertemente relacionados con la tecnología y/o al uso de internet, mientras que los países en los que su economía está mayormente sustentada en las ventas diarias o jornadas laborales de ocho horas, carecen de solidez y respuesta inmediata ante las crisis económicas. Cuídese mucho.

Regeneración 19

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Producto Interno Bruto (PIB) para el segundo trimestre tuvo un crecimiento del 1.5 por ciento trimestral, mientras que en su variación anual fue del 19.5 por ciento.

El PIB es el indicador económico por excelencia en todos los países y mediante él podemos saber y cuantificar a grandes rasgos la economía de una nación o una región. Asimismo, es el indicador más usado y refleja el valor monetario de todos los bienes y servicios de uso final producidos en un país o una región en particular, durante un periodo determinado, que usualmente es de un año. Este indicador, creado por el economista ruso-estadounidense y Premio Nobel de Economía en 1971, Simon Kuznets, es utilizado para medir el crecimiento de una economía; por lo tanto, cuando se dice que creció la economía, se hace referencia a que creció el PIB.

Dentro de las mediciones del PIB, existen distintas maneras de contabilizarlo: i) mediante el método del gasto y, ii) mediante el método del ingreso. De estas maneras de medirlo, la más utilizada actualmente es a través del método del gasto, la cual se traduce en la cuantificación total de la suma de cuatro variables como lo son el consumo, la inversión, el gasto gubernamental y el resultado de las exportaciones menos importaciones.

Es así como debe ser importante separar cada una de las variables que mide el PIB, dado que cada una de ellas significa distintas circunstancias para saber cómo se está comportando la economía.

Por otra parte, cuando el Inegi emite las publicaciones acerca del PIB en nuestro país, regularmente proporciona dos tipos de cifras: i) el valor monetario de los bienes y servicios y, ii) las tasas de variación.

Mientras observamos las cifras expresadas en miles de millones de pesos pudiera existir alguna confusión o complejidad de los números al ser demasiado extensos, por lo que comúnmente es que se utilicen las variaciones en tasas porcentuales al ser más fáciles de digerir.

Sin embargo, existen distintas maneras de medir las variaciones porcentuales, las más comunes son expresadas en variaciones de un trimestre respecto a otro, es decir, el crecimiento trimestral. A su vez, está el crecimiento anual, que es simplemente la variación porcentual de un trimestre respecto al mismo trimestre de un año previo.

De tal manera, hay quienes celebran con bombo y platillo que pudiéramos llegar a crecer entre un 5-6 por ciento anual al término de este año. Tratando de convencer de que nos hemos recuperado de la crisis por la pandemia y que vamos por el sendero idóneo para nuestro país, solamente que se les olvida que no es lo mismo crecer 5 por ciento de una base de PIB de 100 unidades —por poner un ejemplo— que crecer ese mismo porcentaje de un PIB de 91.5 unidades. Explico.

Suponiendo que en el año 2019 tuvimos un PIB de 100 unidades y en el año 2020 con todo lo ya acontecido tuvimos un decremento del (-)8.5 por ciento según el Inegi, esto dejaría nuestro PIB en 91.5 unidades. Por lo tanto, si en este año 2021 crecemos —en el escenario más optimista— un 6%, nuestro PIB alcanzaría las 96.99 unidades respecto a 2020 y con ello no bastaría para regresar al umbral de las 100 unidades, teniendo que crecer idealmente alrededor de un 9.3 por ciento para alcanzar dicha cifra.

Ahora bien, la cifra anual publicada por Inegi para el segundo trimestre de 2021 fue del 19.5 por ciento; sin embargo, hay que tener en cuenta que el segundo trimestre del año anterior la mayoría de los establecimientos estaban cerrados, no había restaurantes, hoteles, entretenimiento, entre otras actividades económicas que tienen mayor peso en el PIB de nuestro país. Por lo tanto, es importante saber cuál es la base de comparación para saber en dónde estábamos parados hace un año y dónde estamos parados hoy.

En tanto, es cierto que el PIB no lo es todo en la sociedad y economía de un país, dado que su medición se realiza a grandes rasgos y, es por eso, que hay que complementarlos con distintos índices que existen para un mejor y más profundo análisis, como el índice de desarrollo humano que emite la ONU o el índice Gini, que mide la desigualdad del ingreso en una sociedad. De ahí que el mismo creador del PIB, Simon Kuznets, haya sido tan crítico de su indicador dado que este solamente sirve para cuantificar y medir el crecimiento de una economía y no el de su bienestar.

A su vez, la importancia de invertir en bienes de capital se deriva a que estos son los que permiten a una economía generar mayor valor agregado y estar en crecimiento constante, de ahí el reflejo en países desarrollados que invierten en una producción eficiente de bienes y servicios o que están fuertemente relacionados con la tecnología y/o al uso de internet, mientras que los países en los que su economía está mayormente sustentada en las ventas diarias o jornadas laborales de ocho horas, carecen de solidez y respuesta inmediata ante las crisis económicas. Cuídese mucho.

Regeneración 19