/ martes 6 de julio de 2021

Economía para todos | Nuevamente las remesas

Durante mayo, nuevamente los connacionales sorprendieron con un nuevo récord en el envío de remesas desde el extranjero, siendo esta, la cantidad más alta que se tenga registro por parte del Banco de México desde 1995.

Hace poco más de un año, ante la adversidad que se avecinaba, uno habría pensado que con el cierre parcial de la economía mundial y principalmente del país más poderoso del mundo en donde radican millones de mexicanos, el flujo de remesas hacia nuestro país habría podido ser menor a lo que se estaba reflejando mes con mes.

Sin embargo, a inicios de este camino tortuoso en el que nos ha llevado la pandemia, el flujo de remesas nos sorprendió con la cifra más alta en la historia para un mes en particular, siendo un total de 4 mil 44 millones de dólares los que ingresaron en marzo pasado; significando un incremento respecto al mes anterior de un 48 por ciento, mientras que en su variación anual, fue del 35.2 por ciento.

Desde ese entonces, durante el año pasado, las remesas enviadas rondaron entre los 2 mil 9 millones y los 3 mil 660 millones de dólares; para cerrar el año con un flujo total de 40 mil 606 millones de dólares de enero a diciembre, equivalentes a cerca del 4 por ciento del producto interno bruto total. Cifra que incluso, fue superior a las percibidas por la inversión extranjera directa y la venta de petróleo crudo durante ese mismo periodo.

Este fenómeno podría ser explicado por distintos factores; el principal, el impulso fiscal estratosférico por parte de Estados Unidos desde la administración pasada de Donald Trump y que a su vez, Joe Biden potenció de manera significativa a principios de año; significando el apoyo potencial a cerca de 7 millones de mexicanos que ya sea por ser ciudadano americano o tener una tarjeta verde, fueron elegibles para poder tener acceso a los programas de apoyo que les permitieron enviar dólares a sus similares en territorio mexicano que seguramente pasaban un momento más complejo que en el país vecino.

A su vez, otro de los factores que incidieron indudablemente, fue el cierre de la frontera terrestre; dado que, muchos trabajadores mexicanos al verse imposibilitados al libre tránsito fronterizo y poder entregar el recurso monetario de manera directa, optaron por quedarse en territorio estadounidense y enviar dólares a sus familias de manera remota.

Asimismo, dentro de los sectores esenciales en el país vecino, se encontró el sector agrícola, lo que originó que los connacionales siguieran trabajando y tener la oportunidad de enviar dinero a sus familiares en territorio mexicano; mientras que el tipo de cambio también pudo haber sido un impulso más para la entrada de más dólares para aprovechar cada peso de más que valía la divisa estadounidense en tiempos en los que llegó a sobrepasar los 25 pesos por divisa durante el año pasado.

En tanto, en mayo pasado, nuevamente volvió a ser un mes benéfico para las remesas en nuestro país, siendo que ingresaron un total de 4 mil 514 millones de dólares, significando un incremento respecto al mes de abril del 11.5 por ciento y una variación anual del 31 por ciento. Siendo esta la cifra más alta de la que se tenga registro por parte del Banco de México desde 1995.

Mientras que, en el acumulado de enero a mayo, han ingresado un total de casi 19 mil 200 millones de dólares; un 21 por ciento mayor a los 15 mil 752 millones que habían ingresado en el mismo periodo durante el año pasado. Por lo que, si permanece la tendencia, se esperaría que para final de año se registre un 10 por ciento de mayores ingresos por remesas al registrado durante el año pasado.

Por lo que si bien, nuestros connacionales han estado enviando cada vez más remesas con el esfuerzo de su frente, eso no nos da paso a celebrarlas, dado que esto es solamente el reflejo de la falta de empleo que existe en nuestro país, así como la escasa remuneración que conlleva y que ha perdurado desde administraciones anteriores y que se acentuó con la crisis sanitaria y económica global.

Regeneración 19

Durante mayo, nuevamente los connacionales sorprendieron con un nuevo récord en el envío de remesas desde el extranjero, siendo esta, la cantidad más alta que se tenga registro por parte del Banco de México desde 1995.

Hace poco más de un año, ante la adversidad que se avecinaba, uno habría pensado que con el cierre parcial de la economía mundial y principalmente del país más poderoso del mundo en donde radican millones de mexicanos, el flujo de remesas hacia nuestro país habría podido ser menor a lo que se estaba reflejando mes con mes.

Sin embargo, a inicios de este camino tortuoso en el que nos ha llevado la pandemia, el flujo de remesas nos sorprendió con la cifra más alta en la historia para un mes en particular, siendo un total de 4 mil 44 millones de dólares los que ingresaron en marzo pasado; significando un incremento respecto al mes anterior de un 48 por ciento, mientras que en su variación anual, fue del 35.2 por ciento.

Desde ese entonces, durante el año pasado, las remesas enviadas rondaron entre los 2 mil 9 millones y los 3 mil 660 millones de dólares; para cerrar el año con un flujo total de 40 mil 606 millones de dólares de enero a diciembre, equivalentes a cerca del 4 por ciento del producto interno bruto total. Cifra que incluso, fue superior a las percibidas por la inversión extranjera directa y la venta de petróleo crudo durante ese mismo periodo.

Este fenómeno podría ser explicado por distintos factores; el principal, el impulso fiscal estratosférico por parte de Estados Unidos desde la administración pasada de Donald Trump y que a su vez, Joe Biden potenció de manera significativa a principios de año; significando el apoyo potencial a cerca de 7 millones de mexicanos que ya sea por ser ciudadano americano o tener una tarjeta verde, fueron elegibles para poder tener acceso a los programas de apoyo que les permitieron enviar dólares a sus similares en territorio mexicano que seguramente pasaban un momento más complejo que en el país vecino.

A su vez, otro de los factores que incidieron indudablemente, fue el cierre de la frontera terrestre; dado que, muchos trabajadores mexicanos al verse imposibilitados al libre tránsito fronterizo y poder entregar el recurso monetario de manera directa, optaron por quedarse en territorio estadounidense y enviar dólares a sus familias de manera remota.

Asimismo, dentro de los sectores esenciales en el país vecino, se encontró el sector agrícola, lo que originó que los connacionales siguieran trabajando y tener la oportunidad de enviar dinero a sus familiares en territorio mexicano; mientras que el tipo de cambio también pudo haber sido un impulso más para la entrada de más dólares para aprovechar cada peso de más que valía la divisa estadounidense en tiempos en los que llegó a sobrepasar los 25 pesos por divisa durante el año pasado.

En tanto, en mayo pasado, nuevamente volvió a ser un mes benéfico para las remesas en nuestro país, siendo que ingresaron un total de 4 mil 514 millones de dólares, significando un incremento respecto al mes de abril del 11.5 por ciento y una variación anual del 31 por ciento. Siendo esta la cifra más alta de la que se tenga registro por parte del Banco de México desde 1995.

Mientras que, en el acumulado de enero a mayo, han ingresado un total de casi 19 mil 200 millones de dólares; un 21 por ciento mayor a los 15 mil 752 millones que habían ingresado en el mismo periodo durante el año pasado. Por lo que, si permanece la tendencia, se esperaría que para final de año se registre un 10 por ciento de mayores ingresos por remesas al registrado durante el año pasado.

Por lo que si bien, nuestros connacionales han estado enviando cada vez más remesas con el esfuerzo de su frente, eso no nos da paso a celebrarlas, dado que esto es solamente el reflejo de la falta de empleo que existe en nuestro país, así como la escasa remuneración que conlleva y que ha perdurado desde administraciones anteriores y que se acentuó con la crisis sanitaria y económica global.

Regeneración 19