/ martes 13 de abril de 2021

Economía para todos | Por arriba del objetivo

Durante el mes de marzo, la inflación se colocó en los 4.67 puntos porcentuales, siendo el registro más alto desde diciembre de 2018.

Como cada mes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía publicó la inflación mensual correspondiente a marzo pasado, y que, a pesar de ya haber sobrepasado el límite objetivo por Banco de México, ciertamente no sorprendió en demasía.

Por una parte, la variación mensual respecto al mes de febrero fue de 0.83 por ciento; mientras que los componentes subyacente y no subyacente —que incluye productos volátiles— fueron de 0.54 y 1.99 por ciento.

Asimismo, la inflación interanual, es decir, la variación respecto al mismo mes del año anterior se colocó en 4.67 por ciento, la más alta en los últimos 27 meses, cuando fue de 4.83 por ciento en diciembre de 2018. A su vez, la inflación subyacente y no subyacente durante el mes pasado se colocaron en 4.12 y 10.73 por ciento respectivamente.

Y es que si ponemos en contexto la coyuntura de cómo eran los precios hace un año, era evidente que se presentaría una cifra tan alta por efectos aritméticos. Es decir, hace un año, tanto el precio de la mezcla mexicana de exportación como sus similares estadounidenses y británicos, habían registrado caídas abruptas derivadas del cierre de la economía mundial; eso llevó a que se viera un efecto reflejo en el precio de las gasolinas que a la postre devengó en un efecto importante en la inflación durante los meses de marzo, abril, mayo y junio del año pasado, llevándonos a tener variaciones negativas en el componente no subyacente y específicamente en los energéticos.

Actualmente, la apertura de las economías y las estrategias de vacunación, han afectado positivamente en el precio del crudo, llevando consigo un aumento paralelo de las gasolinas; que en nuestro país es un producto con mucha incidencia en la actividad económica y en los bolsillos de las personas.

Tal efecto aritmético me llevó a recordar aquel enero de 2017 donde hubo un incremento mensual del 8.96 por ciento y uno anual del 11.80 por ciento en los energéticos cuando entró en vigor la liberación de los precios de las gasolinas promovida por la reforma energética de la pasada administración federal. Esto llevó a que los precios de las gasolinas dejaran de ser controlados y subsidiados por el gobierno y se comportaran libremente en el mercado, haciendo que observáramos tasas de inflación de hasta 6.77 por ciento en diciembre de 2017.

De tal manera, que si promediamos el precio de la mezcla mexicana de exportación de marzo del año pasado y lo comparamos con el de este año, vemos que ha incrementado un 160.7 por ciento; pasando de 23.26 a 60.65 dólares por barril.

Esto ha hecho que, durante los primeros tres meses del presente año, las inflaciones registradas hayan sido fuertemente incididas por los precios de los energéticos, y principalmente por las gasolinas. De ahí que, según la información emitida por el Inegi, la contribución porcentual de los energéticos en las variaciones mensual e interanual para el mes de marzo, han sido alrededor de una tercera parte en cada una.

En tanto, la Junta de Gobierno del Banco de México ha reiterado su postura en cuanto a la tasa de interés, manteniéndola sin cambios para yacerla en los 4 puntos porcentuales considerando que los próximos meses se seguirá resintiendo los efectos aritméticos antes mencionados devengados por los precios de los energéticos, con algunas previsiones al alza por la recomposición del gasto en mercancías o presiones de costos, episodios de depreciación del peso mexicano y presiones inflacionarias externas.

Por lo que habrá que esperar cómo se comportan los precios de los energéticos durante abril, teniendo en cuenta que el año pasado fue el mes en el que se registraron las mayores variaciones negativas mensuales y anuales en los mismos, para ver si en mayo próximo, el Banco de México ajusta su tasa interés objetivo con la prioridad de poder cumplir con su mandato primordial de mantener nuestro poder adquisitivo como lo establece en el Artículo 2º de la Ley del Banco de México y tratar de que la inflación vuelva a su rango objetivo, el cual es del 3 por ciento ± 1 punto porcentual; que, hoy en día, ya lo sobrepasó. Cuídese mucho.

Regeneración 19

Si promediamos el precio de la mezcla mexicana de exportación de marzo del año pasado y lo comparamos con el de este año, vemos que ha incrementado un 160.7 por ciento; pasando de 23.26 a 60.65 dólares por barril.

La Junta de Gobierno del Banco de México ha reiterado su postura en cuanto a la tasa de interés, manteniéndola sin cambios para yacerla en los 4 puntos porcentuales




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Durante el mes de marzo, la inflación se colocó en los 4.67 puntos porcentuales, siendo el registro más alto desde diciembre de 2018.

Como cada mes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía publicó la inflación mensual correspondiente a marzo pasado, y que, a pesar de ya haber sobrepasado el límite objetivo por Banco de México, ciertamente no sorprendió en demasía.

Por una parte, la variación mensual respecto al mes de febrero fue de 0.83 por ciento; mientras que los componentes subyacente y no subyacente —que incluye productos volátiles— fueron de 0.54 y 1.99 por ciento.

Asimismo, la inflación interanual, es decir, la variación respecto al mismo mes del año anterior se colocó en 4.67 por ciento, la más alta en los últimos 27 meses, cuando fue de 4.83 por ciento en diciembre de 2018. A su vez, la inflación subyacente y no subyacente durante el mes pasado se colocaron en 4.12 y 10.73 por ciento respectivamente.

Y es que si ponemos en contexto la coyuntura de cómo eran los precios hace un año, era evidente que se presentaría una cifra tan alta por efectos aritméticos. Es decir, hace un año, tanto el precio de la mezcla mexicana de exportación como sus similares estadounidenses y británicos, habían registrado caídas abruptas derivadas del cierre de la economía mundial; eso llevó a que se viera un efecto reflejo en el precio de las gasolinas que a la postre devengó en un efecto importante en la inflación durante los meses de marzo, abril, mayo y junio del año pasado, llevándonos a tener variaciones negativas en el componente no subyacente y específicamente en los energéticos.

Actualmente, la apertura de las economías y las estrategias de vacunación, han afectado positivamente en el precio del crudo, llevando consigo un aumento paralelo de las gasolinas; que en nuestro país es un producto con mucha incidencia en la actividad económica y en los bolsillos de las personas.

Tal efecto aritmético me llevó a recordar aquel enero de 2017 donde hubo un incremento mensual del 8.96 por ciento y uno anual del 11.80 por ciento en los energéticos cuando entró en vigor la liberación de los precios de las gasolinas promovida por la reforma energética de la pasada administración federal. Esto llevó a que los precios de las gasolinas dejaran de ser controlados y subsidiados por el gobierno y se comportaran libremente en el mercado, haciendo que observáramos tasas de inflación de hasta 6.77 por ciento en diciembre de 2017.

De tal manera, que si promediamos el precio de la mezcla mexicana de exportación de marzo del año pasado y lo comparamos con el de este año, vemos que ha incrementado un 160.7 por ciento; pasando de 23.26 a 60.65 dólares por barril.

Esto ha hecho que, durante los primeros tres meses del presente año, las inflaciones registradas hayan sido fuertemente incididas por los precios de los energéticos, y principalmente por las gasolinas. De ahí que, según la información emitida por el Inegi, la contribución porcentual de los energéticos en las variaciones mensual e interanual para el mes de marzo, han sido alrededor de una tercera parte en cada una.

En tanto, la Junta de Gobierno del Banco de México ha reiterado su postura en cuanto a la tasa de interés, manteniéndola sin cambios para yacerla en los 4 puntos porcentuales considerando que los próximos meses se seguirá resintiendo los efectos aritméticos antes mencionados devengados por los precios de los energéticos, con algunas previsiones al alza por la recomposición del gasto en mercancías o presiones de costos, episodios de depreciación del peso mexicano y presiones inflacionarias externas.

Por lo que habrá que esperar cómo se comportan los precios de los energéticos durante abril, teniendo en cuenta que el año pasado fue el mes en el que se registraron las mayores variaciones negativas mensuales y anuales en los mismos, para ver si en mayo próximo, el Banco de México ajusta su tasa interés objetivo con la prioridad de poder cumplir con su mandato primordial de mantener nuestro poder adquisitivo como lo establece en el Artículo 2º de la Ley del Banco de México y tratar de que la inflación vuelva a su rango objetivo, el cual es del 3 por ciento ± 1 punto porcentual; que, hoy en día, ya lo sobrepasó. Cuídese mucho.

Regeneración 19

Si promediamos el precio de la mezcla mexicana de exportación de marzo del año pasado y lo comparamos con el de este año, vemos que ha incrementado un 160.7 por ciento; pasando de 23.26 a 60.65 dólares por barril.

La Junta de Gobierno del Banco de México ha reiterado su postura en cuanto a la tasa de interés, manteniéndola sin cambios para yacerla en los 4 puntos porcentuales




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