/ martes 25 de mayo de 2021

Economía para todos | Reduflación

Con la reactivación económica mundial, distintas materias primas han incrementado su valor en el mercado internacional, tentando a ver un fenómeno inusual.

Con el paso de los años, en cualquier lugar y momento de nuestras vidas, a menudo nos hemos encontrado cada vez con productos en empaques más pequeños, pero con el mismo precio, o inclusive mayor; como lo sucedido con los refrescos y algunos empaques de productos con alto contenido de azúcar —por mencionar los que se me vienen a la mente al instante—.

Este fenómeno inusual que se impregna de manera paulatina sin que nos demos cuenta, es poco conocido y relativamente nuevo. Y es que surge a raíz de la crisis financiera de 2007 en donde se observó un panorama internacional fuertemente afectado.

Apareció básicamente de la palabra “shrink” por referirse a “encoger”, mientras que posteriormente se compondría como “shrinkflation” dado que implica una reducción de los productos en relación con el fenómeno de la inflación. Mientras que para los hispanoparlantes es denominado “reduflación” por la mezcla de las palabras reducción e inflación. Es así como hoy en día es tan común observar productos que han sido afectados bajo este fenómeno y que sin duda hemos adquirido o mirado principalmente en los anaqueles de los supermercados.

A su vez, la reduflación no es más que la respuesta inmediata a un incremento generalizado de los precios de los productos originado por múltiples factores, entre ellos, la pérdida del poder adquisitivo, la caída del poder de compra de los consumidores e indudablemente el incremento de los costos de las materias primas.

Por lo que la reduflación también se caracteriza por ser un mecanismo de adaptación a la presión inflacionaria por parte del oferente, ayudándole a minimizar las perturbaciones del mercado generada por la inflación, la cual es un desequilibrio entre la producción y la demanda de un producto que hace que sus precios varíen en el tiempo; mientras que, paralelamente, mantiene la participación de su producto en un mercado competitivo.

Por otra parte, cuando los costos aumentan, las empresas quedan contra la pared al enfrentarse a tres panoramas: 1) aumentar el precio de los productos que ofrece; 2) ofrecer tamaños más pequeños de los mismos y; 3) disminuir la calidad de los ingredientes. Sin embargo, generalmente la última opción queda totalmente descartada por las marcas más emblemáticas y sólidas en un mercado, esto debido al riesgo latente de que sus productos no mantengan el mismo sabor al que el consumidor se encuentra habitado, dado que es el activo más importante en el caso de los alimentos y bebidas; por lo que se considera una opción potencialmente negativa para las ventas que la eventual disminución del tamaño de un producto.

En tanto, para nuestro país, la reduflación surgió principalmente por una constante caída del poder de compra de los consumidores, llevando a las empresas a buscar abrir su portafolio para colocar sus productos al alcance de distintos bolsillos mediante el posicionamiento de diversas presentaciones de sus productos con cantidades menores, un claro ejemplo ha sido el famoso refresco de la marca roja.

Por lo que este tema seguirá dando de qué hablar mientras el cambio climático y la reactivación económica mundial posterior a la pandemia que aún nos aqueja, hagan que exista un choque entre la oferta y la demanda que permita que sigan incrementando los precios de algunas materias primas como los productos agroalimentarios.

Regeneración 19

Con la reactivación económica mundial, distintas materias primas han incrementado su valor en el mercado internacional, tentando a ver un fenómeno inusual.

Con el paso de los años, en cualquier lugar y momento de nuestras vidas, a menudo nos hemos encontrado cada vez con productos en empaques más pequeños, pero con el mismo precio, o inclusive mayor; como lo sucedido con los refrescos y algunos empaques de productos con alto contenido de azúcar —por mencionar los que se me vienen a la mente al instante—.

Este fenómeno inusual que se impregna de manera paulatina sin que nos demos cuenta, es poco conocido y relativamente nuevo. Y es que surge a raíz de la crisis financiera de 2007 en donde se observó un panorama internacional fuertemente afectado.

Apareció básicamente de la palabra “shrink” por referirse a “encoger”, mientras que posteriormente se compondría como “shrinkflation” dado que implica una reducción de los productos en relación con el fenómeno de la inflación. Mientras que para los hispanoparlantes es denominado “reduflación” por la mezcla de las palabras reducción e inflación. Es así como hoy en día es tan común observar productos que han sido afectados bajo este fenómeno y que sin duda hemos adquirido o mirado principalmente en los anaqueles de los supermercados.

A su vez, la reduflación no es más que la respuesta inmediata a un incremento generalizado de los precios de los productos originado por múltiples factores, entre ellos, la pérdida del poder adquisitivo, la caída del poder de compra de los consumidores e indudablemente el incremento de los costos de las materias primas.

Por lo que la reduflación también se caracteriza por ser un mecanismo de adaptación a la presión inflacionaria por parte del oferente, ayudándole a minimizar las perturbaciones del mercado generada por la inflación, la cual es un desequilibrio entre la producción y la demanda de un producto que hace que sus precios varíen en el tiempo; mientras que, paralelamente, mantiene la participación de su producto en un mercado competitivo.

Por otra parte, cuando los costos aumentan, las empresas quedan contra la pared al enfrentarse a tres panoramas: 1) aumentar el precio de los productos que ofrece; 2) ofrecer tamaños más pequeños de los mismos y; 3) disminuir la calidad de los ingredientes. Sin embargo, generalmente la última opción queda totalmente descartada por las marcas más emblemáticas y sólidas en un mercado, esto debido al riesgo latente de que sus productos no mantengan el mismo sabor al que el consumidor se encuentra habitado, dado que es el activo más importante en el caso de los alimentos y bebidas; por lo que se considera una opción potencialmente negativa para las ventas que la eventual disminución del tamaño de un producto.

En tanto, para nuestro país, la reduflación surgió principalmente por una constante caída del poder de compra de los consumidores, llevando a las empresas a buscar abrir su portafolio para colocar sus productos al alcance de distintos bolsillos mediante el posicionamiento de diversas presentaciones de sus productos con cantidades menores, un claro ejemplo ha sido el famoso refresco de la marca roja.

Por lo que este tema seguirá dando de qué hablar mientras el cambio climático y la reactivación económica mundial posterior a la pandemia que aún nos aqueja, hagan que exista un choque entre la oferta y la demanda que permita que sigan incrementando los precios de algunas materias primas como los productos agroalimentarios.

Regeneración 19