/ martes 16 de marzo de 2021

Economía para todos | Un impuesto regresivo y silencioso

El martes pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), publicó la inflación para el mes de febrero, la cual tuvo una variación mensual del 0.63 por ciento y una variación interanual del 3.76 por ciento.

Así como el crecimiento económico y el empleo, la inflación es uno de los principales objetivos económicos de un país. Y es que, si los salarios no aumentan a la par o por encima de la inflación, es ahí donde se deriva la pérdida del poder adquisitivo; de ahí que la inflación sea un fenómeno en particular que afecta a toda la economía de diferentes formas, desde consumidores, empresarios, inversionistas, sector público, exportadores o importadores.

Asimismo, es de los únicos indicadores que independientemente de cómo se comporte el crecimiento económico, afecta cada una de las decisiones que tomamos, por lo que su estudio y comportamiento son esenciales para entender la coyuntura del país.

La inflación se define como el aumento generalizado y sostenido de los precios en una economía, y es inevitable dejar de mencionar algunos de los efectos negativos que causa este fenómeno.

El principal de ellos es la pérdida del poder adquisitivo, el cual es la cantidad de bienes y servicios que se pueden adquirir con una cantidad de dinero determinada. Es decir, si destinamos cierta cantidad de dinero fija a la adquisición de una despensa y el precio de ésta sube en un año, esa misma cantidad de dinero no será suficiente para poder adquirirla, por lo que destinaremos mayores recursos para adquirir la misma despensa o en su contraparte, adquiriremos menores productos de esa despensa. Es así como la inflación también crea una barrera para la reducción de la pobreza.

Otro de los efectos es la pérdida de ahorros, y es que una de las premisas de todo inversor o ahorrador es obtener rendimientos que nos ayuden a batir la inflación, es decir, obtener rendimientos que nos permitan mantener nuestro poder adquisitivo, por lo que obtener un rendimiento por debajo de la variación de los precios no resulta benéfico.

No obstante, hay un efecto tan nocivo que es la razón principal de que la inflación sea denominada como el impuesto más regresivo que existe, afectando principalmente a las familias que menos ingresos perciben. Esto se debe a que estas familias mantienen una mayor proporción de su ingreso en dinero a diferencia de aquellas de mayores ingresos; debido a que los primeros, por su bajo nivel de riqueza, tienen un acceso limitado a instrumentos financieros que los protejan de la inflación, fenómeno que generalmente no está presente para los grupos de altos ingresos. Es así, como la pérdida del poder adquisitivo del dinero, como proporción del ingreso familiar, afecta de mayor manera a las familias con bajos ingresos, lo que hace que la inflación se catalogue como un impuesto regresivo.

Es así como la semana pasada, el Inegi dio a conocer las cifras de inflación durante el mes de febrero, la cual ascendió 0.63 por ciento en su variación respecto al mes previo; que si bien, fue menor que la reportada durante el mes de enero (0.86 por ciento), ha sido la mayor variación mensual para un mes de febrero desde el año 2000, cuando fue de 0.89 por ciento.

En tanto, en su variación anual, la inflación se colocó en 3.76 por ciento, siendo la más alta desde octubre pasado, cuando llegó a 4.09 por ciento.

Por su parte, dentro de los productos que más han incidido en las variaciones durante los dos primeros meses del año, han sido los incrementos en los precios de los energéticos, tanto la gasolina de bajo octanaje, como el gas doméstico LP.

Por lo que conforme se vaya incrementando el número de personas vacunadas y bajen las restricciones sanitarias alrededor del mundo y en nuestro país, es probable que sigamos percibiendo incrementos en los precios dentro de los siguientes meses, sobre todo en los meses del segundo trimestre, donde se redujo sustancialmente la actividad económica durante el año pasado y tuvimos inflaciones menores al objetivo del 3 por ciento por parte el Banco de México, por lo que este último, deberá tomar decisiones precisas respecto a su política monetaria. Cuídese mucho.

Regeneración 19

El martes pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), publicó la inflación para el mes de febrero, la cual tuvo una variación mensual del 0.63 por ciento y una variación interanual del 3.76 por ciento.

Así como el crecimiento económico y el empleo, la inflación es uno de los principales objetivos económicos de un país. Y es que, si los salarios no aumentan a la par o por encima de la inflación, es ahí donde se deriva la pérdida del poder adquisitivo; de ahí que la inflación sea un fenómeno en particular que afecta a toda la economía de diferentes formas, desde consumidores, empresarios, inversionistas, sector público, exportadores o importadores.

Asimismo, es de los únicos indicadores que independientemente de cómo se comporte el crecimiento económico, afecta cada una de las decisiones que tomamos, por lo que su estudio y comportamiento son esenciales para entender la coyuntura del país.

La inflación se define como el aumento generalizado y sostenido de los precios en una economía, y es inevitable dejar de mencionar algunos de los efectos negativos que causa este fenómeno.

El principal de ellos es la pérdida del poder adquisitivo, el cual es la cantidad de bienes y servicios que se pueden adquirir con una cantidad de dinero determinada. Es decir, si destinamos cierta cantidad de dinero fija a la adquisición de una despensa y el precio de ésta sube en un año, esa misma cantidad de dinero no será suficiente para poder adquirirla, por lo que destinaremos mayores recursos para adquirir la misma despensa o en su contraparte, adquiriremos menores productos de esa despensa. Es así como la inflación también crea una barrera para la reducción de la pobreza.

Otro de los efectos es la pérdida de ahorros, y es que una de las premisas de todo inversor o ahorrador es obtener rendimientos que nos ayuden a batir la inflación, es decir, obtener rendimientos que nos permitan mantener nuestro poder adquisitivo, por lo que obtener un rendimiento por debajo de la variación de los precios no resulta benéfico.

No obstante, hay un efecto tan nocivo que es la razón principal de que la inflación sea denominada como el impuesto más regresivo que existe, afectando principalmente a las familias que menos ingresos perciben. Esto se debe a que estas familias mantienen una mayor proporción de su ingreso en dinero a diferencia de aquellas de mayores ingresos; debido a que los primeros, por su bajo nivel de riqueza, tienen un acceso limitado a instrumentos financieros que los protejan de la inflación, fenómeno que generalmente no está presente para los grupos de altos ingresos. Es así, como la pérdida del poder adquisitivo del dinero, como proporción del ingreso familiar, afecta de mayor manera a las familias con bajos ingresos, lo que hace que la inflación se catalogue como un impuesto regresivo.

Es así como la semana pasada, el Inegi dio a conocer las cifras de inflación durante el mes de febrero, la cual ascendió 0.63 por ciento en su variación respecto al mes previo; que si bien, fue menor que la reportada durante el mes de enero (0.86 por ciento), ha sido la mayor variación mensual para un mes de febrero desde el año 2000, cuando fue de 0.89 por ciento.

En tanto, en su variación anual, la inflación se colocó en 3.76 por ciento, siendo la más alta desde octubre pasado, cuando llegó a 4.09 por ciento.

Por su parte, dentro de los productos que más han incidido en las variaciones durante los dos primeros meses del año, han sido los incrementos en los precios de los energéticos, tanto la gasolina de bajo octanaje, como el gas doméstico LP.

Por lo que conforme se vaya incrementando el número de personas vacunadas y bajen las restricciones sanitarias alrededor del mundo y en nuestro país, es probable que sigamos percibiendo incrementos en los precios dentro de los siguientes meses, sobre todo en los meses del segundo trimestre, donde se redujo sustancialmente la actividad económica durante el año pasado y tuvimos inflaciones menores al objetivo del 3 por ciento por parte el Banco de México, por lo que este último, deberá tomar decisiones precisas respecto a su política monetaria. Cuídese mucho.

Regeneración 19