/ martes 14 de septiembre de 2021

Economía para todos | Un presupuesto a modo

Como es habitual cada año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene la responsabilidad de presentar el Paquete Económico para el año venidero para su modificación o aprobación por parte del Congreso.

Durante la semana pasada, el secretario de la SHCP, Rogelio Ramírez de la O, presentó ante el Congreso el Paquete Económico (de ahora en adelante PE) para el año 2022 que, como cada año, contiene tres documentos que son de vital importancia para saber las perspectivas que se tienen de la economía mexicana, así como el origen de los recursos que obtendrá el gobierno y en qué se planea gastarlos.

Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) son un documento en donde existe una evaluación y un panorama del desempeño económico y financiero del país, así como las principales políticas públicas que requieren recursos. A grandes rasgos, es un documento en donde nos presentan el contexto en el que se asumen las decisiones y el tamaño del recurso que opera el Gobierno federal.

Como ha sido habitual por parte de este Gobierno federal, este PE estará enfocado en tres pilares, tal y como se puede observar en los CGPE (p.4), los cuales serán: I) el apoyo social para el bienestar de los mexicanos, II) la estabilidad y solidez de las finanzas públicas, y III) el apoyo a los proyectos regionales detonantes del desarrollo con impacto directo e indirecto en el bienestar y el empleo de las familias.

Ahora bien, en las perspectivas dentro de los CGPE, la SHCP prevé que la economía mexicana crezca 6.3 por ciento durante este año y en 2022 el 4.3 por ciento. Esto contemplando que la vacunación siga progresando y que existan condiciones más favorables para la inversión, así como un impulso a las exportaciones principalmente causado por la rápida recuperación de la economía estadounidense.

Otro de los documentos que integran el PE es la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), la cual se sustenta en el contexto económico que vive el país. De esta forma, este documento incluye los orígenes de los ingresos públicos como lo son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), las cuotas y aportaciones por medio del IMSS, derechos, aprovechamientos, ingresos por productos, participaciones en algunos fondos, instrumentos de financiamiento público, entre los más importantes.

Es así, como el Gobierno federal contempla el ingreso de poco más de 7 billones de pesos, que si lo comparamos con la ILIF aprobada el año pasado donde los ingresos contemplados fueron de 6.29 billones de pesos, esto significa que el gobierno recaudaría 12.6 por ciento más que este año. Donde poco más de la mitad sería percibida por parte de los impuestos que pagamos todos los mexicanos y mexicanas, equivalentes a 3.9 billones de pesos.

Por último, del lado del gasto, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) expresa la cantidad de recursos, la forma en que se distribuirán y destino de los recursos que ejercerán cada uno de los entes públicos que existen, como los tres Poderes de la Unión, los organismos autónomos, así como las transferencias a los gobiernos estatales y municipales.

De los poco más de 7 billones de pesos que se estima que gastarán, el 74 por ciento se destinaría al gasto programable, es decir, al gasto cuyo objetivo es proveer de bienes y servicios públicos a la población, mientras que el 26 por ciento restante —el gasto no programable— se destinaría al cumplimiento de obligaciones como pagos pendientes de años anteriores, gastos destinados a cubrir intereses y comisiones relacionados con la deuda y a las transferencias hacia entidades federativas y municipios a través de participaciones federales.

Del total de gastos programables, el 58.9 por ciento se destinará a gasto corriente (incluye servicios personales, gasto de operación y subsidios), 22.3 por ciento al gasto en pensiones y jubilaciones que cada vez ejercen mayor presión en las finanzas públicas y el resto, equivalente a 18.7 por ciento, se destinaría a gastos de inversión.

De estos gastos en inversión, resalta el monto asignado al proyecto turístico del Tren Maya en el sureste del país con la cantidad de casi 63 mil millones de pesos; mientras que, en el sector energético, sobresalen los 363 mil millones de pesos para Pemex Exploración y Producción, así como 45 mil millones para la Refinería de Dos Bocas.

Por lo tanto, no hay que ser una persona erudita para descifrar que el PE del siguiente año estará destinado a los apoyos sociales directos, especialmente para las personas de la tercera edad, así como para la estabilidad de las finanzas públicas mediante el nulo financiamiento público y, sobre todo, un importante apoyo para los proyectos tan cuestionados y con gran opacidad de esta administración como lo son el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Por lo que el siguiente año se vislumbra para que siga siendo un poco más de lo mismo, apoyar -escuetamente- a quien menos tiene, menos -presuntamente- deuda pública e “importantes” proyectos de infraestructura en el centro y sureste del país con el objetivo de impulsar el desarrollo, cueste lo que cueste. Cuídese mucho.

Regeneración 19

Como es habitual cada año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene la responsabilidad de presentar el Paquete Económico para el año venidero para su modificación o aprobación por parte del Congreso.

Durante la semana pasada, el secretario de la SHCP, Rogelio Ramírez de la O, presentó ante el Congreso el Paquete Económico (de ahora en adelante PE) para el año 2022 que, como cada año, contiene tres documentos que son de vital importancia para saber las perspectivas que se tienen de la economía mexicana, así como el origen de los recursos que obtendrá el gobierno y en qué se planea gastarlos.

Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) son un documento en donde existe una evaluación y un panorama del desempeño económico y financiero del país, así como las principales políticas públicas que requieren recursos. A grandes rasgos, es un documento en donde nos presentan el contexto en el que se asumen las decisiones y el tamaño del recurso que opera el Gobierno federal.

Como ha sido habitual por parte de este Gobierno federal, este PE estará enfocado en tres pilares, tal y como se puede observar en los CGPE (p.4), los cuales serán: I) el apoyo social para el bienestar de los mexicanos, II) la estabilidad y solidez de las finanzas públicas, y III) el apoyo a los proyectos regionales detonantes del desarrollo con impacto directo e indirecto en el bienestar y el empleo de las familias.

Ahora bien, en las perspectivas dentro de los CGPE, la SHCP prevé que la economía mexicana crezca 6.3 por ciento durante este año y en 2022 el 4.3 por ciento. Esto contemplando que la vacunación siga progresando y que existan condiciones más favorables para la inversión, así como un impulso a las exportaciones principalmente causado por la rápida recuperación de la economía estadounidense.

Otro de los documentos que integran el PE es la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), la cual se sustenta en el contexto económico que vive el país. De esta forma, este documento incluye los orígenes de los ingresos públicos como lo son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), las cuotas y aportaciones por medio del IMSS, derechos, aprovechamientos, ingresos por productos, participaciones en algunos fondos, instrumentos de financiamiento público, entre los más importantes.

Es así, como el Gobierno federal contempla el ingreso de poco más de 7 billones de pesos, que si lo comparamos con la ILIF aprobada el año pasado donde los ingresos contemplados fueron de 6.29 billones de pesos, esto significa que el gobierno recaudaría 12.6 por ciento más que este año. Donde poco más de la mitad sería percibida por parte de los impuestos que pagamos todos los mexicanos y mexicanas, equivalentes a 3.9 billones de pesos.

Por último, del lado del gasto, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) expresa la cantidad de recursos, la forma en que se distribuirán y destino de los recursos que ejercerán cada uno de los entes públicos que existen, como los tres Poderes de la Unión, los organismos autónomos, así como las transferencias a los gobiernos estatales y municipales.

De los poco más de 7 billones de pesos que se estima que gastarán, el 74 por ciento se destinaría al gasto programable, es decir, al gasto cuyo objetivo es proveer de bienes y servicios públicos a la población, mientras que el 26 por ciento restante —el gasto no programable— se destinaría al cumplimiento de obligaciones como pagos pendientes de años anteriores, gastos destinados a cubrir intereses y comisiones relacionados con la deuda y a las transferencias hacia entidades federativas y municipios a través de participaciones federales.

Del total de gastos programables, el 58.9 por ciento se destinará a gasto corriente (incluye servicios personales, gasto de operación y subsidios), 22.3 por ciento al gasto en pensiones y jubilaciones que cada vez ejercen mayor presión en las finanzas públicas y el resto, equivalente a 18.7 por ciento, se destinaría a gastos de inversión.

De estos gastos en inversión, resalta el monto asignado al proyecto turístico del Tren Maya en el sureste del país con la cantidad de casi 63 mil millones de pesos; mientras que, en el sector energético, sobresalen los 363 mil millones de pesos para Pemex Exploración y Producción, así como 45 mil millones para la Refinería de Dos Bocas.

Por lo tanto, no hay que ser una persona erudita para descifrar que el PE del siguiente año estará destinado a los apoyos sociales directos, especialmente para las personas de la tercera edad, así como para la estabilidad de las finanzas públicas mediante el nulo financiamiento público y, sobre todo, un importante apoyo para los proyectos tan cuestionados y con gran opacidad de esta administración como lo son el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Por lo que el siguiente año se vislumbra para que siga siendo un poco más de lo mismo, apoyar -escuetamente- a quien menos tiene, menos -presuntamente- deuda pública e “importantes” proyectos de infraestructura en el centro y sureste del país con el objetivo de impulsar el desarrollo, cueste lo que cueste. Cuídese mucho.

Regeneración 19