En el entorno actual, a pesar de que poco a poco se están adaptando las actividades económicas a la situación, hay actividades que fueron fuertemente impactadas y que será más tardía su recuperación, al igual que a sus trabajadores.
La situación sanitaria que se ha estado viviendo a lo largo de este año, ha forjado fortunas a quienes ya de por sí contemplaban una enorme abundancia, mientras que las personas que difícilmente sobrellevaban una economía estable han sido vulneradas ante el cierre parcial o total de sus fuentes de empleo, haciendo que la brecha de desigualdad sea mayor de ahora en adelante.
Aunado a ello, tenemos que poner énfasis en los estudiantes que debido a la falta de dispositivos electrónicos y de recursos económicos para conseguirlos, más la necesidad de cubrir una cuota escolar para seguir sus estudios, hará que la deserción escolar y el rezago educativo se eleven considerablemente en los próximos años; teniendo que optar por incorporarse al mercado laboral debido a que los ingresos en sus hogares no sean suficientes para subsistir.
En cambio, aquellas familias con ingresos más sólidos que puedan ofrecerles tutores personalizados o una asistencia a una escuela privada a sus hijos, harán que se extienda la diferencia de oportunidades laborales futuras entre un grupo y otro.
Por otra parte, las mujeres enfrentan una situación cada vez más difícil, debido a que las oportunidades laborales de ahora en adelante serán más limitadas, lo que indudablemente será una barrera complicada de romper.
Además, en Tamaulipas, las actividades económicas en donde mayormente laboran las mujeres han sido las más afectadas y las que más tiempo necesitarán para volver a la “normalidad”; un claro ejemplo son los servicios educativos con 64.1 por ciento de mujeres empleadas; servicios de alojamiento y preparación de alimentos y bebidas con un 50.9 por ciento, según los Censos Económicos 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
En el caso de los municipios de la zona sur de Tamaulipas, las actividades económicas que han sido más afectadas y donde predominan las mujeres son los servicios educativos con 68.3 por ciento de la población total ocupada en los tres municipios; servicios de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas con 55.7 por ciento; y el comercio al por menor, con 51 por ciento.
Por lo que la determinación del cierre parcial o total de estos giros económicos en nuestra zona, un escaso apoyo económico por parte del gobierno para los establecimientos, más una reapertura gradual y tardía para ciertos sectores, remarcará aún más la inequidad laboral que existe, en donde además de tener menos oportunidades, las mujeres que tengan la oportunidad de laborar y que tengan hijos, tendrán que hacer esfuerzos extraordinarios con el ciclo escolar que se tiene planeado para este año, en donde las clases serán vía remota.
De tal manera, el virus nos ha demostrado a lo largo de este año, que sus efectos son principalmente en el empleo y los mecanismos de supervivencia de las familias más vulnerables, pero lo que sí está claro, es que las mujeres padecerán de mayor manera las pérdidas laborales y la crisis económica que estamos sobrellevando. Cuídese mucho.
Regeneración 19
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