/ martes 15 de diciembre de 2020

Economía para todos | Vulnerando la autonomía

El 9 de diciembre pasado, se aprobó en la Cámara de Senadores un proyecto de decreto de reformas a la Ley del Banco de México para que adquiera moneda extranjera en efectivo.

Desde comienzos de esta administración federal, se han presentado distintas propuestas por parte del Poder Legislativo destinadas al sector financiero que van desde la eliminación de algunas comisiones por parte de los bancos de “manera voluntaria”, que tuvo repercusiones en caídas históricas en el valor de las acciones de los bancos que cotizan en bolsa; la propuesta de disminuir las tasas hipotecarias a niveles de las tasas de referencia de Banco de México; la reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro, donde a pesar de haber sido una reforma aceptable en términos generales, quedaría manchada por la implementación de topes máximos en comisiones cobradas por manejo de las cuentas, lo cual podría llevar a una disminución de agentes administradoras de fondos para el retiro en el corto plazo.

En tanto, una de las últimas propuestas de reforma que ha aprobado el Senado de la República —ahora en la Cámara de Diputados— de la mano del Senador Ricardo Monreal para el sector financiero de nuestro país, ha sido el cambiar los artículos 20 y 34 de la Ley del Banco de México, así como la adición de los artículos 20 Bis y 20 Ter, modificando la captación de divisas y que el Banco de México participe en la recepción de dólares con el presunto objetivo de apoyar a los migrantes, trabajadores del sector turístico y del comercio de bienes y servicios en la frontera del país que obtienen dólares en efectivo, los cuales representan alrededor del 1 por ciento de las remesas enviadas al país.

Asimismo, esta iniciativa busca que este dinero sea integrado a las reservas internacionales del Banco de México, lo cual va completamente en contra del objetivo de las mismas, dado que las reservas internacionales están compuestas por activos que el Banco de México adquiere por decisión propia, derivado de las operaciones que realiza día con día.

Por su parte, numerosos expertos, asociaciones, e inclusive los subgobernadores del Banco de México, Jonathan Heath y Gerardo Esquivel, han mostrado su postura en contra de esta propuesta, debido a que además de dañar la autonomía del Banco Central de nuestro país y la alta posibilidad de que ingresen recursos de procedimiento ilícito al sistema financiero mexicano, también existe la posibilidad de favorecer a dos de los bancos cuya recepción de remesas son importantes y su atención se centra en la base de la pirámide en nuestro país, como lo son Banco Coppel y Banco Azteca.

Además de ello, según Banco de México, otros de los impactos que ocasionaría la aprobación de este proyecto de reforma sería la imposición de restricciones por autoridades extranjeras a entidades financieras de su país que ofrecen servicios de corresponsalía a las instituciones mexicanas para procesar la moneda extranjera que estas últimas capten, así como limitaciones a las operaciones y acuerdos celebrados con el Banco de México.

Y es que una de las principales razones para que el Banco de México e instituciones financieras estén en contra de esta reforma es porque cada vez son menos los bancos relevantes los que desean manejar grandes depósitos en efectivo de dólares, debido a las regulaciones estrictas que existen hoy en día contra el lavado de dinero, así como los límites a los depósitos de personas y empresas. Por lo que cuando terminan acumulando grandes cantidades de dólares, es complicado que encuentren la forma de colocar esos dólares, por lo que la reforma obligaría a Banxico a comprar estos dólares.

Mientras tanto, el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Alejandro Armenta, el Senador Ricardo Monreal y otros más ven como positiva esta iniciativa que pretende fortalecer la economía de las familias migrantes y recalcan que no pretenden volver al Banco de México en una lavadora de dinero; mientras que otros tantos creemos que la aprobación de este proyecto de decreto quebrantaría la autonomía del Banco de México que le otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 28° párrafo sexto y séptimo para el ejercicio de sus funciones, siendo obligado a realizar operaciones de alto riesgo que comprometerían la disponibilidad de las reservas internacionales y sobre todo, el cumplimiento del mandato constitucional del Banco de México de preservar el poder adquisitivo de la moneda nacional. Por lo que ahora que este proyecto de reforma se encuentra en la Cámara de Diputados, esperemos que puedan revocarlo o en su defecto, modificarlo con la participación activa del Banco de México; en tanto, que, si llegara a ser aprobado, Banco de México puede estar dispuesto a defenderse ante la Suprema Corte. Cuídese mucho.

Regeneración 19

riveravela92@gmail.com

El 9 de diciembre pasado, se aprobó en la Cámara de Senadores un proyecto de decreto de reformas a la Ley del Banco de México para que adquiera moneda extranjera en efectivo.

Desde comienzos de esta administración federal, se han presentado distintas propuestas por parte del Poder Legislativo destinadas al sector financiero que van desde la eliminación de algunas comisiones por parte de los bancos de “manera voluntaria”, que tuvo repercusiones en caídas históricas en el valor de las acciones de los bancos que cotizan en bolsa; la propuesta de disminuir las tasas hipotecarias a niveles de las tasas de referencia de Banco de México; la reforma al Sistema de Ahorro para el Retiro, donde a pesar de haber sido una reforma aceptable en términos generales, quedaría manchada por la implementación de topes máximos en comisiones cobradas por manejo de las cuentas, lo cual podría llevar a una disminución de agentes administradoras de fondos para el retiro en el corto plazo.

En tanto, una de las últimas propuestas de reforma que ha aprobado el Senado de la República —ahora en la Cámara de Diputados— de la mano del Senador Ricardo Monreal para el sector financiero de nuestro país, ha sido el cambiar los artículos 20 y 34 de la Ley del Banco de México, así como la adición de los artículos 20 Bis y 20 Ter, modificando la captación de divisas y que el Banco de México participe en la recepción de dólares con el presunto objetivo de apoyar a los migrantes, trabajadores del sector turístico y del comercio de bienes y servicios en la frontera del país que obtienen dólares en efectivo, los cuales representan alrededor del 1 por ciento de las remesas enviadas al país.

Asimismo, esta iniciativa busca que este dinero sea integrado a las reservas internacionales del Banco de México, lo cual va completamente en contra del objetivo de las mismas, dado que las reservas internacionales están compuestas por activos que el Banco de México adquiere por decisión propia, derivado de las operaciones que realiza día con día.

Por su parte, numerosos expertos, asociaciones, e inclusive los subgobernadores del Banco de México, Jonathan Heath y Gerardo Esquivel, han mostrado su postura en contra de esta propuesta, debido a que además de dañar la autonomía del Banco Central de nuestro país y la alta posibilidad de que ingresen recursos de procedimiento ilícito al sistema financiero mexicano, también existe la posibilidad de favorecer a dos de los bancos cuya recepción de remesas son importantes y su atención se centra en la base de la pirámide en nuestro país, como lo son Banco Coppel y Banco Azteca.

Además de ello, según Banco de México, otros de los impactos que ocasionaría la aprobación de este proyecto de reforma sería la imposición de restricciones por autoridades extranjeras a entidades financieras de su país que ofrecen servicios de corresponsalía a las instituciones mexicanas para procesar la moneda extranjera que estas últimas capten, así como limitaciones a las operaciones y acuerdos celebrados con el Banco de México.

Y es que una de las principales razones para que el Banco de México e instituciones financieras estén en contra de esta reforma es porque cada vez son menos los bancos relevantes los que desean manejar grandes depósitos en efectivo de dólares, debido a las regulaciones estrictas que existen hoy en día contra el lavado de dinero, así como los límites a los depósitos de personas y empresas. Por lo que cuando terminan acumulando grandes cantidades de dólares, es complicado que encuentren la forma de colocar esos dólares, por lo que la reforma obligaría a Banxico a comprar estos dólares.

Mientras tanto, el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Alejandro Armenta, el Senador Ricardo Monreal y otros más ven como positiva esta iniciativa que pretende fortalecer la economía de las familias migrantes y recalcan que no pretenden volver al Banco de México en una lavadora de dinero; mientras que otros tantos creemos que la aprobación de este proyecto de decreto quebrantaría la autonomía del Banco de México que le otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 28° párrafo sexto y séptimo para el ejercicio de sus funciones, siendo obligado a realizar operaciones de alto riesgo que comprometerían la disponibilidad de las reservas internacionales y sobre todo, el cumplimiento del mandato constitucional del Banco de México de preservar el poder adquisitivo de la moneda nacional. Por lo que ahora que este proyecto de reforma se encuentra en la Cámara de Diputados, esperemos que puedan revocarlo o en su defecto, modificarlo con la participación activa del Banco de México; en tanto, que, si llegara a ser aprobado, Banco de México puede estar dispuesto a defenderse ante la Suprema Corte. Cuídese mucho.

Regeneración 19

riveravela92@gmail.com