/ miércoles 11 de septiembre de 2019

Economía política

Un ejemplo de economía política hecha expresamente para ensanchar la amplia brecha entre ricos y pobres...

Es el presupuesto de egresos enviado en 2004, que incluía aplicar el IVA a alimentos y medicinas.

A mi manera de ver, el principal objetivo del presupuesto de egresos para 2020 es que en México no debe haber ciudadanos de primera y de segunda, cuestión que agravia lo que es una auténtica democracia. Hablo de una democracia de la cual podamos sentirnos orgullosos.

Si bien los mexicanos hemos hecho de la queja política un arte, cuando se tiene la oportunidad de llevar a cabo acciones cívicas para modificar lo malo que existe, rara vez se comparte la responsabilidad, pese a sufrir encarne propia los altos niveles de corrupción reflejados en un descenso en el poder de compra y, por ende, en el nivel de vida de sus habitantes.

A mi juicio, el residente de una democracia que desee cumplir con plena conciencia sus deberes ha de tratar de ser un mejor ciudadano durante toda su vida. La economía política sigue haciéndose y continuamente plantea problemas que pueden decidirla suerte de un país. ¿Cómo tomar partido, cómo defender ideas razonables, cómo oponerse a locuras criminales si se desconoce mucho de los problemas que nos aquejan?

El llevar a cabo un cambio en la manera en que nos autovaloramos, sobre todo, cuando la tarea de modificar realmente el escenario, requiere, en primer término, que cada quien asuma la cuota de responsabilidad que le corresponde, ante las dificultades que afectan sensiblemente a la república.

La educación, además de un buen presupuesto, es lo que nos puede sacar a los mexicanos de los problemas que sufrimos. Pero una sociedad educada y consciente no se logrará al ritmo necesario ni con la justicia indispensable, si a la educación pública se le descuida y se convierte en un sueño o ideal inalcanzable y lejano para amplios sectores dela población; núcleos que en ello vislumbran el camino correcto para elevar su nivel socioeconómico.

Hoy, desde la Secretaría deHacienda y Crédito Público, -que para cualquier individuo u organización que haya tenido necesidad de tratar directamente con entidades de gobierno, queda claro que se trata de una Super Secretaría-, se habla de proponer un incremento significativo de recursos para la educación, desde los niveles básicos hasta los universitarios. (324 mil 712millones 616 mil 298 pesos, en comparación a los 300 mil 140millones 210 mil 59 pesos ejercidos en 2019).

Aunque la nación, si vemos con detenimiento, sigue siendo la misma, lo mismo que sus problemas y la gente; lo mismo que las instituciones, los partidos políticos, las empresas, los banqueros, los malos políticos, los malos funcionarios públicos y las llamadas organizaciones civiles, seguramente, lo que se ha modificado es una idea, de las varias que hay, acerca del país que tenemos y lo que hay que hacer para mejorarlo.

Un ejemplo de economía política hecha expresamente para ensanchar la amplia brecha entre ricos y pobres...

Es el presupuesto de egresos enviado en 2004, que incluía aplicar el IVA a alimentos y medicinas.

A mi manera de ver, el principal objetivo del presupuesto de egresos para 2020 es que en México no debe haber ciudadanos de primera y de segunda, cuestión que agravia lo que es una auténtica democracia. Hablo de una democracia de la cual podamos sentirnos orgullosos.

Si bien los mexicanos hemos hecho de la queja política un arte, cuando se tiene la oportunidad de llevar a cabo acciones cívicas para modificar lo malo que existe, rara vez se comparte la responsabilidad, pese a sufrir encarne propia los altos niveles de corrupción reflejados en un descenso en el poder de compra y, por ende, en el nivel de vida de sus habitantes.

A mi juicio, el residente de una democracia que desee cumplir con plena conciencia sus deberes ha de tratar de ser un mejor ciudadano durante toda su vida. La economía política sigue haciéndose y continuamente plantea problemas que pueden decidirla suerte de un país. ¿Cómo tomar partido, cómo defender ideas razonables, cómo oponerse a locuras criminales si se desconoce mucho de los problemas que nos aquejan?

El llevar a cabo un cambio en la manera en que nos autovaloramos, sobre todo, cuando la tarea de modificar realmente el escenario, requiere, en primer término, que cada quien asuma la cuota de responsabilidad que le corresponde, ante las dificultades que afectan sensiblemente a la república.

La educación, además de un buen presupuesto, es lo que nos puede sacar a los mexicanos de los problemas que sufrimos. Pero una sociedad educada y consciente no se logrará al ritmo necesario ni con la justicia indispensable, si a la educación pública se le descuida y se convierte en un sueño o ideal inalcanzable y lejano para amplios sectores dela población; núcleos que en ello vislumbran el camino correcto para elevar su nivel socioeconómico.

Hoy, desde la Secretaría deHacienda y Crédito Público, -que para cualquier individuo u organización que haya tenido necesidad de tratar directamente con entidades de gobierno, queda claro que se trata de una Super Secretaría-, se habla de proponer un incremento significativo de recursos para la educación, desde los niveles básicos hasta los universitarios. (324 mil 712millones 616 mil 298 pesos, en comparación a los 300 mil 140millones 210 mil 59 pesos ejercidos en 2019).

Aunque la nación, si vemos con detenimiento, sigue siendo la misma, lo mismo que sus problemas y la gente; lo mismo que las instituciones, los partidos políticos, las empresas, los banqueros, los malos políticos, los malos funcionarios públicos y las llamadas organizaciones civiles, seguramente, lo que se ha modificado es una idea, de las varias que hay, acerca del país que tenemos y lo que hay que hacer para mejorarlo.