/ martes 27 de abril de 2021

Economía y bienestar | El agua, recurso estratégico para la vida en el planeta

Si analizamos la historia, muchos de los conflictos internacionales han estado marcados por intereses de tipo económico, de ahí la disputa entre grupos o naciones por el control de lo que llamamos bienes estratégicos para el desarrollo, entre los que destacan algunos metales, recursos naturales y desde luego los energéticos, principalmente el petróleo, pero, ¿serán los únicos bienes considerados como estratégicos?, desde luego que no.

Ahora existe una preocupación generalizada sobre un bien que durante mucho tiempo fue considerado como libre, sin embargo, derivado del cambio climático producto de la acción del hombre sobre la naturaleza, el recurso hídrico particularmente el agua, ha provocado que se enciendan los focos de alerta a nivel internacional debido a su escasez, tal condición empieza a ser más que evidente en diversos países del mundo incluyendo a México, por lo que la carencia del vital líquido es ya una realidad incluso para la supervivencia humana en algunos lugares del mundo.

Ante este escenario, en el año 2015 la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, dicho documento contiene 17 objetivos y 169 metas en el campo económico, social y ambiental con una visión planetaria, en la que incluye la temática del agua y los compromisos internacionales al respecto.

El objetivo seis de la referida Agenda tiene como propósito garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Lo anterior bajo algunos argumentos que proporciona la ONU, por ejemplo, en el mundo, tres de cada diez personas carecen de acceso a los servicios de agua potable seguro; la escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población; más de 1 700 millones de personas viven actualmente en cuencas pluviales en la que el consumo de agua supera las recargas; más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación; cada día, alrededor de 1000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene; aproximadamente el 70% de todas las aguas extraídas de los ríos, lagos y acuíferos se utilizan para el riego.

Mucho se ha señalado el denominado Día Cero, como aquel que se expresa para identificar a los lugares que se quedarán sin agua en un futuro próximo, cuyas causas pueden ser por estrés hídrico o sobreexplotación o mal manejo del recurso, en este sentido y desafortunadamente nuestro estado de Tamaulipas registra condiciones de deterioro lamentables en el uso, manejo y conservación de los recursos hídricos, lo anterior es aún más preocupante cuando se carece de acciones claras y efectivas en torno a las condiciones prevalecientes y más aún cuando se han creado las condiciones para generar mayor presión o estrés hídrico, por ejemplo, el crecimiento de la población en la zona sur de Tamaulipas ha jugado un papel importante, ya que este lleva implicaciones de mayor demanda de agua potable, dicho crecimiento es del orden del 20 por ciento en tan solo 20 años, al pasar de acuerdo a datos del INEGI de los censos de población y vivienda, de 605 431 habitantes en el año 2000 a 773 345 habitantes en el año 2020; es sorprendente el incremento en el municipio de Altamira, al pasar de 127 664 a 269 790 habitantes en el mismo periodo de veinte años, su incremento fue del orden del 110 por ciento, el crecimiento de la población en los municipios de Ciudad Madero en el mismo periodo fue del orden del 12.9 por ciento y de Tampico de solo el 0.7 por ciento. Por lo anterior, dicho crecimiento poblacional genera mayor demanda de agua, pero hay que mencionar que es urgente que nos responsabilicemos todos de la importancia del vital líquido, además de que los organismos públicos encargados de su administración, promuevan campañas permanentes para ir generando una concientización y cultura de rescate, conservación y aprovechamiento de nuestro sistema lagunario, por ello creo que el imaginario colectivo que se tiene en la zona sur del estado, de que estamos rodeados de agua es una realidad, lamentablemente mucha de esta no es apta para el consumo humano y la que es, no la cuidamos como debiéramos hacerlo.

Regeneración 19

Si analizamos la historia, muchos de los conflictos internacionales han estado marcados por intereses de tipo económico, de ahí la disputa entre grupos o naciones por el control de lo que llamamos bienes estratégicos para el desarrollo, entre los que destacan algunos metales, recursos naturales y desde luego los energéticos, principalmente el petróleo, pero, ¿serán los únicos bienes considerados como estratégicos?, desde luego que no.

Ahora existe una preocupación generalizada sobre un bien que durante mucho tiempo fue considerado como libre, sin embargo, derivado del cambio climático producto de la acción del hombre sobre la naturaleza, el recurso hídrico particularmente el agua, ha provocado que se enciendan los focos de alerta a nivel internacional debido a su escasez, tal condición empieza a ser más que evidente en diversos países del mundo incluyendo a México, por lo que la carencia del vital líquido es ya una realidad incluso para la supervivencia humana en algunos lugares del mundo.

Ante este escenario, en el año 2015 la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, dicho documento contiene 17 objetivos y 169 metas en el campo económico, social y ambiental con una visión planetaria, en la que incluye la temática del agua y los compromisos internacionales al respecto.

El objetivo seis de la referida Agenda tiene como propósito garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Lo anterior bajo algunos argumentos que proporciona la ONU, por ejemplo, en el mundo, tres de cada diez personas carecen de acceso a los servicios de agua potable seguro; la escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población; más de 1 700 millones de personas viven actualmente en cuencas pluviales en la que el consumo de agua supera las recargas; más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación; cada día, alrededor de 1000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene; aproximadamente el 70% de todas las aguas extraídas de los ríos, lagos y acuíferos se utilizan para el riego.

Mucho se ha señalado el denominado Día Cero, como aquel que se expresa para identificar a los lugares que se quedarán sin agua en un futuro próximo, cuyas causas pueden ser por estrés hídrico o sobreexplotación o mal manejo del recurso, en este sentido y desafortunadamente nuestro estado de Tamaulipas registra condiciones de deterioro lamentables en el uso, manejo y conservación de los recursos hídricos, lo anterior es aún más preocupante cuando se carece de acciones claras y efectivas en torno a las condiciones prevalecientes y más aún cuando se han creado las condiciones para generar mayor presión o estrés hídrico, por ejemplo, el crecimiento de la población en la zona sur de Tamaulipas ha jugado un papel importante, ya que este lleva implicaciones de mayor demanda de agua potable, dicho crecimiento es del orden del 20 por ciento en tan solo 20 años, al pasar de acuerdo a datos del INEGI de los censos de población y vivienda, de 605 431 habitantes en el año 2000 a 773 345 habitantes en el año 2020; es sorprendente el incremento en el municipio de Altamira, al pasar de 127 664 a 269 790 habitantes en el mismo periodo de veinte años, su incremento fue del orden del 110 por ciento, el crecimiento de la población en los municipios de Ciudad Madero en el mismo periodo fue del orden del 12.9 por ciento y de Tampico de solo el 0.7 por ciento. Por lo anterior, dicho crecimiento poblacional genera mayor demanda de agua, pero hay que mencionar que es urgente que nos responsabilicemos todos de la importancia del vital líquido, además de que los organismos públicos encargados de su administración, promuevan campañas permanentes para ir generando una concientización y cultura de rescate, conservación y aprovechamiento de nuestro sistema lagunario, por ello creo que el imaginario colectivo que se tiene en la zona sur del estado, de que estamos rodeados de agua es una realidad, lamentablemente mucha de esta no es apta para el consumo humano y la que es, no la cuidamos como debiéramos hacerlo.

Regeneración 19