/ martes 20 de abril de 2021

Economía y bienestar | El bienestar subjetivo y la seguridad pública

Durante los últimos años se ha tratado de estimar o al menos acercarse al concepto felicidad.

Sin embargo dadas las características de sus implicaciones se ha optado por acercarse lo más posible al concepto a través de otros constructos, en este sentido, diversos estudios presentados por investigadores de distintas instituciones han precisado cada vez más el concepto de bienestar subjetivo, mismo que implica como tarea central el de conocer las percepciones respecto a diversos ámbitos de su vida cotidiana de acuerdo a los estándares socioculturales en el que se desarrollan, además de estimar su estado de ánimo entre los que destacan su percepción de seguridad, es decir, qué tan seguro es vivir en la zona donde realiza sus principales actividades cotidianas.

Derivado de lo anterior, resulta de manera sumamente importante considerar la percepción de seguridad de los entornos habitacionales, bien sean estos urbanos o rurales, a fin de proveer seguridad a sus moradores, para lo anterior, menciono al psicólogo social e investigador del comportamiento humano P. Zimbardo, quien a través de sus investigaciones se pudo sentar las bases para desarrollar la teoría de las ventanas rotas, pero en qué consiste dicha teoría. Se parte de la idea de que mantener entornos limpios, ordenados y bien cuidados, da una sensación de seguridad y el delito tiende a ser menor. Lo anterior después de haber hecho un experimento de abandonar por un tiempo dos automóviles idénticos en dos zonas geográficas completamente distintas, una considerada como pobre y la otra de ingresos altos, resultó que en las pocas horas, se empezó a vandalizar el carro que se quedó en la zona pobre, generando una percepción que el delito era solo de las zonas de bajos ingresos, sin embargo el estudio no concluyó ahí, ya que los investigadores rompieron una ventana al carro abandonado en la zona de ingresos altos e inmediatamente se inició el mismo proceso de vandalización al grado que el vehículo quedó en las mismas condiciones, lo anterior rompe con el estigma de que el delito es propio de las zonas pobres, y a partir de dicho experimento se considera que éste es producto de la psicología humana, donde el deterioro del espacio da la sensación de desinterés, lo que genera que los códigos de convivencia tiendan a romperse.

Por ello es importante mantener los espacios limpios y ordenados con la intención de generar confianza y con ello evitar el miedo y la ansiedad que la inseguridad genera, con tal situación se contribuye a mantener mejoras en el bienestar subjetivo de los habitantes. Al respecto el 19 de abril del año en curso el INEGI dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, con cifras por demás interesantes entre las que destacan que el 66.4 por ciento de la población mexicana de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro, lo que provoca problemas de tipo emocional.

En el caso del estado de Tamaulipas, la percepción social sobre inseguridad pública de marzo 2020 y marzo 2021, los cambios son interesantes y estadísticamente significativos, al menos para los casos de Tampico y Nuevo Laredo. En el caso de Tampico la percepción de la población de 18 años y más que consideran que vivir en su ciudad es inseguro, pasó de 42.6 por ciento en marzo de 2020 a 25.2 por ciento en marzo 2021; en el caso de Nuevo Laredo, paso de 75.6 por ciento a 67.2 por ciento en el mismo período.

Para el caso de Reynosa, que fue otra de las ciudades que fueron consideradas para el estudio, la percepción de inseguridad pasó de 82.6 por ciento al 76.3 por ciento en el mismo período, en los resultados que presenta el INEGI, señala que no se registraron cambios significativos para este municipio. Por lo anterior, es importante retomar la teoría de las ventanas rotas, y la imperiosa necesidad de mantener nuestros entornos limpios y ordenados, donde la tarea desde luego no solo es responsabilidad del gobierno, sino es de todos y cada uno de los ciudadanos, con lo anterior se puede contribuir en mantener nuestros entornos en óptimas condiciones, y con ello alcanzar este objetivo que sin duda traerá un mayor y mejor bienestar para todos.

Regeneración 19

Durante los últimos años se ha tratado de estimar o al menos acercarse al concepto felicidad.

Sin embargo dadas las características de sus implicaciones se ha optado por acercarse lo más posible al concepto a través de otros constructos, en este sentido, diversos estudios presentados por investigadores de distintas instituciones han precisado cada vez más el concepto de bienestar subjetivo, mismo que implica como tarea central el de conocer las percepciones respecto a diversos ámbitos de su vida cotidiana de acuerdo a los estándares socioculturales en el que se desarrollan, además de estimar su estado de ánimo entre los que destacan su percepción de seguridad, es decir, qué tan seguro es vivir en la zona donde realiza sus principales actividades cotidianas.

Derivado de lo anterior, resulta de manera sumamente importante considerar la percepción de seguridad de los entornos habitacionales, bien sean estos urbanos o rurales, a fin de proveer seguridad a sus moradores, para lo anterior, menciono al psicólogo social e investigador del comportamiento humano P. Zimbardo, quien a través de sus investigaciones se pudo sentar las bases para desarrollar la teoría de las ventanas rotas, pero en qué consiste dicha teoría. Se parte de la idea de que mantener entornos limpios, ordenados y bien cuidados, da una sensación de seguridad y el delito tiende a ser menor. Lo anterior después de haber hecho un experimento de abandonar por un tiempo dos automóviles idénticos en dos zonas geográficas completamente distintas, una considerada como pobre y la otra de ingresos altos, resultó que en las pocas horas, se empezó a vandalizar el carro que se quedó en la zona pobre, generando una percepción que el delito era solo de las zonas de bajos ingresos, sin embargo el estudio no concluyó ahí, ya que los investigadores rompieron una ventana al carro abandonado en la zona de ingresos altos e inmediatamente se inició el mismo proceso de vandalización al grado que el vehículo quedó en las mismas condiciones, lo anterior rompe con el estigma de que el delito es propio de las zonas pobres, y a partir de dicho experimento se considera que éste es producto de la psicología humana, donde el deterioro del espacio da la sensación de desinterés, lo que genera que los códigos de convivencia tiendan a romperse.

Por ello es importante mantener los espacios limpios y ordenados con la intención de generar confianza y con ello evitar el miedo y la ansiedad que la inseguridad genera, con tal situación se contribuye a mantener mejoras en el bienestar subjetivo de los habitantes. Al respecto el 19 de abril del año en curso el INEGI dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, con cifras por demás interesantes entre las que destacan que el 66.4 por ciento de la población mexicana de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro, lo que provoca problemas de tipo emocional.

En el caso del estado de Tamaulipas, la percepción social sobre inseguridad pública de marzo 2020 y marzo 2021, los cambios son interesantes y estadísticamente significativos, al menos para los casos de Tampico y Nuevo Laredo. En el caso de Tampico la percepción de la población de 18 años y más que consideran que vivir en su ciudad es inseguro, pasó de 42.6 por ciento en marzo de 2020 a 25.2 por ciento en marzo 2021; en el caso de Nuevo Laredo, paso de 75.6 por ciento a 67.2 por ciento en el mismo período.

Para el caso de Reynosa, que fue otra de las ciudades que fueron consideradas para el estudio, la percepción de inseguridad pasó de 82.6 por ciento al 76.3 por ciento en el mismo período, en los resultados que presenta el INEGI, señala que no se registraron cambios significativos para este municipio. Por lo anterior, es importante retomar la teoría de las ventanas rotas, y la imperiosa necesidad de mantener nuestros entornos limpios y ordenados, donde la tarea desde luego no solo es responsabilidad del gobierno, sino es de todos y cada uno de los ciudadanos, con lo anterior se puede contribuir en mantener nuestros entornos en óptimas condiciones, y con ello alcanzar este objetivo que sin duda traerá un mayor y mejor bienestar para todos.

Regeneración 19