En estos días está por iniciar el regreso a clases después que a raíz de la pandemia por Covid-19 en el que, desde marzo del año pasado, el Sistema Educativo Nacional ha enfrentado un gran desafío ante las circunstancias derivadas de los problemas de salud que se han registrado.
Ante tal escenario, recientemente la Secretaría de Salud confirmó que la educación es una actividad esencial, por lo que es prioritario el regreso a las actividades en las aulas, aun cuando el semáforo epidemiológico se encuentre en rojo. Por lo anterior y para el retorno a las aulas se han previsto algunas actividades preventivas como filtros sanitarios, así como la cancelación de eventos y ceremonias, además un factor importante a considerar es que el retorno es voluntario, es decir, los padres o tutores valorarán las condiciones particulares a fin de considerar si envían o no a sus hijos a la escuela. Sin lugar a dudas, este tema se ha visto envuelto en una polémica, ya que algunos sectores de la población no han dimensionado el concepto que implica que queda a la voluntad o libre albedrío el enviar a los niños o no a clases, lo anterior se torna interesante, ya que se estaría dando inicio a un formato de sistema educativo mixto, así como actualmente lo llevan a cabo algunos países, donde una parte de los alumnos inscritos al ciclo escolar si así lo desean pueden permanecer en sus respectivas casas y quienes así lo decidan podrán ingresar a las aulas de manera presencial.
Por otro lado, el gobierno federal ha dispuesto nueve recomendaciones para apoyar el retorno seguro en materia de salud e higiene, medidas van desde integrar y activar los comités participativos de salud escolar hasta establecer filtros de salud desde casa, entrada a escuelas y salones de clase, incluso las ya muy conocidas como el uso de gel antibacterial, uso de cubrebocas obligatorio, así como el lavado de manos con agua y jabón permanentemente. Para robustecer lo anterior, es importante conocer el impacto que ha generado el Covid-19 en el sistema educativo, para ello el Instituto Nacional de Estadística y Geografía ha desarrollado la Encuesta para la Medición de Impacto Covid-19 en la educación, los resultados son importantes para dimensionar los efectos de la pandemia.
Este levantamiento se hizo en viviendas con residentes de 3 a 29 años, así como del tipo de herramienta que tenía a su disposición para conectarse a sus sesiones de clases. Según la encuesta, en México hay 54.3 millones de personas entre los 3 a 29 años de edad, de los cuales 33.6 millones está inscrita en algún grado escolar. De ellos, 16.5 millones son mujeres y 17.1 millones son hombres; por otra parte ante la contingencia y el confinamiento, instituciones tanto públicas como privadas han dispuesto una serie de acciones para continuar con la educación a distancia a través del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Las herramientas digitales más usadas por los alumnos fueron: el teléfono inteligente, con 65.7%, le siguió la computadora portátil, con 18.2%; computadora de escritorio, 7.2%; 5.3%, con televisión digital, y la tablet, con 3.6%.
De los alumnos inscritos tanto en instituciones públicas como privadas que no concluyeron sus estudios fue del 2.0% en públicas y 4.2% en instituciones privadas; de este porcentaje, los motivos del abandono son diversos, por ejemplo, 28.8% expresó que perdió contacto con sus maestros, o bien no pudo hacer las tareas; 22.4% manifestó que alguien de la vivienda se quedó sin empleo, o bien se redujeron sus ingresos; 20.2% expuso que la escuela cerró definitivamente; 17.7% carecía de computadora, otro dispositivo o de conexión a internet, entre otros motivos. Como nos podemos dar cuenta, el fenómeno de la pandemia y la educación nos pone a prueba como sociedad con el regreso a clases, sin dejar de vista que este será voluntario. Por nuestro bienestar y el de la familia, tomemos la mejor decisión.
Regeneración 19
