Se considera que el pensamiento es clásico porque este continúa vigente en la actualidad. En esta tesitura, el pensamiento económico de Adam Smith, mejor conocido como el padre de la economía moderna, ha sido uno de los economistas que más ha influido en pensamiento económico liberal de nuestros días.
Al explicar en su obra fundamental "Origen y causa de la riqueza de las naciones", que el gobierno no tenía nada que hacer en materia económica, ya que había un orden natural, en esta idea Smith deja ver la influencia de la obra de T. Hobbes el "Leviatán", ya que utiliza argumentos para exponer la suprema bondad del orden natural y señala las inevitables imperfecciones de las instituciones humanas; es decir, la libertad natural que mueve al hombre, se ve frustrada por las instituciones humanas.
El pensamiento anterior de Smith se fortalece al afirmar que la conducta humana es movida naturalmente por seis motivaciones: el egoísmo, la conmiseración, el deseo de ser libre, el sentido de propiedad, el hábito al trabajo, y la tendencia a comerciar mercancías.
Las anteriores ideas que son fundamentales para comprender el pensamiento clásico, habrá que ver hasta qué punto permanecen vigentes, principalmente en materia del orden natural y de las motivaciones humanas, en un contexto que vislumbra condiciones completamente diferentes en materia de producción y de convivencia social que se establecen cotidianamente.
Si bien es cierto la obra de Smith aparece a finales del siglo XVIII, para nuestros días el contexto es completamente diferente, aunque se toman las ideas centrales del clásico en mención para afirmar que el sistema preponderante es neoliberal (nuevo liberalismo) donde se retoman las ideas de las motivaciones del hombre para justificar la no intervención del gobierno en la economía.
Sin embargo, es necesario analizar algunos fenómenos que hoy se están registrando, y que sin duda modificarán la convivencia futura a nivel social, uno de ellos tiene que ver con la pandemia que se vive a nivel mundial y que modificará las interacciones entre los hombres, por ejemplo, de las prácticas que poco a poco se van haciendo comunes, es la interacción virtual que se está desarrollando para quedarse en lo cotidiano, además del comercio electrónico entre otros.
Otro fenómeno que se registra de manera silenciosa y que modificará las relaciones en un futuro no muy lejano, es la automatización o robotización del proceso y las actividades productivas, esta elimina parcial o totalmente las actividades del hombre en la producción directa, lo anterior es producto de la investigación científica y tecnológica así como de la innovación, las voces a favor de este proceso argumentan que la automatización elimina el arduo trabajo físico y libera al hombre de la condición de trabajador para dedicarse a vivir la vida, buscando la superación de sus capacidades creativas, sin embargo también tiene elementos para ponernos en alerta, ya que los salarios se comprimen, debido a que los robots no perciben salario, ni se cansan, ni consumen salvo los energéticos que los mueven, lo que generará grandes desplazamientos de trabajadores hacia el desempleo, y en general hacia la contracción de la economía y la sociedad.
Con lo anterior, las grandes empresas que invierten en la automatización del proceso productivo echan por tierra la idea central de que la inversión económica por sí misma genera empleo de calidad y contribuye a mejorar la calidad de vida de la sociedad.
Lo anterior nos invita a la reflexión si tomamos en cuenta la vigencia del modelo neoliberal mismo que argumenta que el hombre se mueve en un orden natural, cuyas bondades le proveen libertad y este actúa de acuerdo a sus motivaciones del mismo orden.
Habrá que cuestionarse si la robotización del proceso productivo, el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) no nos ha sacado del supuesto orden natural o será que este nunca se tuvo y nos han hecho creer que el orden natural existe para promover y alentar la codicia desmedida y el egoísmo del hombre.
Regeneración 19
