/ martes 22 de marzo de 2022

Economía y bienestar | Entre la educación y la ciudadanía

Desde la perspectiva sociológica es importante analizar el concepto de ciudadanía ya que se ha centrado en una especie de balance entre los derechos y las obligaciones ciudadanas, en primera instancia porque es parte de la evolución histórica de la sociedad y así ubicar que la organización social ha venido cambiando al paso de los años, actualmente no se puede concebir los derechos y obligaciones con los que cualquier ciudadano disponía en la sociedad feudal, desde luego que ahora son diferentes, es decir, hoy como lo plantearía Marshall (1973) en materia de ciudadanía, existen tres elementos importantes que la identifican en un sistema como el actual, estos son el civil, el político y social.

El primer elemento se centra en todos aquellos derechos que promueven y garantizan la libertad individual, como es la libertad de pensamiento, de expresión y de afiliarse a cualquier religión; en tanto los derechos políticos se centran en el derecho a participar en el ejercicio del poder político es decir, a poder participar en procesos electorales para poder votar y ser votado en las elecciones que buscan la representatividad de los cargos políticos que hace el gobierno, y por último elemento el social, se refiere a que todas las personas tienen el derecho mínimo de un bienestar económico y seguridad al derecho de participar del patrimonio social, así como a vivir la vida conforme a los estándares corrientes de la sociedad, de tal manera que las instituciones que están directamente asociadas a estos elementos son sin duda el sistema educativo y los servicios sociales.

En este sentido, los elementos que conforman los derechos propios de la ciudadanía como son el civil, político y social, generan un contexto de suma importancia para proveer un marco institucional en el que todo ciudadano tenga acceso a fin de poder vivir una vida digna, en este sentido, este marco está conformado por un entramado de instancias que garantizan tales derechos, en contraparte, es necesario identificar las obligaciones ciudadanas, para hacer cumplir los derechos antes descritos que se han venido ganando al paso de los años. Desde luego que las obligaciones están enmarcadas en primera instancia en una cultura de la legalidad, es decir, que todo ciudadano debe cumplir con el marco de respeto en el cual está inmerso, por ejemplo, el pago de las contribuciones que se deben hacer para fortalecer la hacienda gubernamental; así como el respeto a las leyes que hacen sana la convivencia entre los individuos, es decir que se respete el pacto social, de lo contrario, el riesgo de romper con alguna de las obligaciones sin duda se cae en la posibilidad de perder algunos de nuestros derechos ciudadanos.

Con todo lo anterior, es importante hacer prospectiva para tener una idea del futuro inmediato que se tiene en términos de igualdad y equidad ciudadana, ya que aunque se busca la construcción de una sociedad más equilibrada y justa, persisten aún elementos que generan fuertes atavismos, como es la impresionante desigualdad económica y social en la que se encuentra actualmente la sociedad mexicana, por ejemplo, aún existe un porcentaje muy elevado de la población que vive en condiciones de pobreza y marginación en el país, y en lo social, persisten retos que afrontar, por lo anterior es necesario ver la importancia de la inversión en educación como un factor que puede contribuir en la formación de la ciudadanía y por tanto de acceso a los derechos de ésta, de acuerdo con el INEGI, los habitantes de 15 años y más, en el año 2010 el grado promedio de escolaridad era de 8.6 años en tanto en el año 2020 este indicador fue de 9.7, es decir, años de escolaridad, que significaría un poco más de la secundaria concluida. Lo anterior pone sobre relieve la importancia que debe tener la educación como un factor promotor del cambio social a través de la construcción de ciudadanía, ya que ciudadanos que más lean y estudien tendrán más capacidad de análisis, de ahí la vigencia del pensamiento de Tomás Bulat “cuando se nace pobre, el estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud”.

  • Regeneración 19

Desde la perspectiva sociológica es importante analizar el concepto de ciudadanía ya que se ha centrado en una especie de balance entre los derechos y las obligaciones ciudadanas, en primera instancia porque es parte de la evolución histórica de la sociedad y así ubicar que la organización social ha venido cambiando al paso de los años, actualmente no se puede concebir los derechos y obligaciones con los que cualquier ciudadano disponía en la sociedad feudal, desde luego que ahora son diferentes, es decir, hoy como lo plantearía Marshall (1973) en materia de ciudadanía, existen tres elementos importantes que la identifican en un sistema como el actual, estos son el civil, el político y social.

El primer elemento se centra en todos aquellos derechos que promueven y garantizan la libertad individual, como es la libertad de pensamiento, de expresión y de afiliarse a cualquier religión; en tanto los derechos políticos se centran en el derecho a participar en el ejercicio del poder político es decir, a poder participar en procesos electorales para poder votar y ser votado en las elecciones que buscan la representatividad de los cargos políticos que hace el gobierno, y por último elemento el social, se refiere a que todas las personas tienen el derecho mínimo de un bienestar económico y seguridad al derecho de participar del patrimonio social, así como a vivir la vida conforme a los estándares corrientes de la sociedad, de tal manera que las instituciones que están directamente asociadas a estos elementos son sin duda el sistema educativo y los servicios sociales.

En este sentido, los elementos que conforman los derechos propios de la ciudadanía como son el civil, político y social, generan un contexto de suma importancia para proveer un marco institucional en el que todo ciudadano tenga acceso a fin de poder vivir una vida digna, en este sentido, este marco está conformado por un entramado de instancias que garantizan tales derechos, en contraparte, es necesario identificar las obligaciones ciudadanas, para hacer cumplir los derechos antes descritos que se han venido ganando al paso de los años. Desde luego que las obligaciones están enmarcadas en primera instancia en una cultura de la legalidad, es decir, que todo ciudadano debe cumplir con el marco de respeto en el cual está inmerso, por ejemplo, el pago de las contribuciones que se deben hacer para fortalecer la hacienda gubernamental; así como el respeto a las leyes que hacen sana la convivencia entre los individuos, es decir que se respete el pacto social, de lo contrario, el riesgo de romper con alguna de las obligaciones sin duda se cae en la posibilidad de perder algunos de nuestros derechos ciudadanos.

Con todo lo anterior, es importante hacer prospectiva para tener una idea del futuro inmediato que se tiene en términos de igualdad y equidad ciudadana, ya que aunque se busca la construcción de una sociedad más equilibrada y justa, persisten aún elementos que generan fuertes atavismos, como es la impresionante desigualdad económica y social en la que se encuentra actualmente la sociedad mexicana, por ejemplo, aún existe un porcentaje muy elevado de la población que vive en condiciones de pobreza y marginación en el país, y en lo social, persisten retos que afrontar, por lo anterior es necesario ver la importancia de la inversión en educación como un factor que puede contribuir en la formación de la ciudadanía y por tanto de acceso a los derechos de ésta, de acuerdo con el INEGI, los habitantes de 15 años y más, en el año 2010 el grado promedio de escolaridad era de 8.6 años en tanto en el año 2020 este indicador fue de 9.7, es decir, años de escolaridad, que significaría un poco más de la secundaria concluida. Lo anterior pone sobre relieve la importancia que debe tener la educación como un factor promotor del cambio social a través de la construcción de ciudadanía, ya que ciudadanos que más lean y estudien tendrán más capacidad de análisis, de ahí la vigencia del pensamiento de Tomás Bulat “cuando se nace pobre, el estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud”.

  • Regeneración 19