/ martes 22 de diciembre de 2020

Economía y bienestar | La agenda 2030 del desarrollo sostenible

En el pensamiento económico siempre han imperado algunas interrogantes básicas que se direccionan en torno a qué, cómo y para quién producir.

Estos cuestionamientos aparentemente conforman los principales puntos que se deben considerar para la toma de decisiones para cualquier actividad productiva, sin embargo en el fondo solo contienen elementos que se relacionan con una idea pecuniaria, es decir con mantener un margen de ganancias para quien iniciará cualquier actividad empresarial o de transformación, por ello, hay que considerar que en torno al proceso productivo no solo se deben tomar aspectos asociados a las ganancias monetarias de quien inicia una actividad de transformación, ya que existen otros factores por demás importantes que tienen que ver no solo con quién o quiénes ganarán o tendrán utilidades por asumir el reto de enviar al mercado bienes y servicios, sino que en el proceso productivo está directamente asociado a un proceso de colaboración colectiva, y por tanto no solo es un proceso individual, sino que este es un proceso en el cual se socializa la transformación, es decir en el proceso productivo no solo se debe tomar en cuenta la iniciativa individual de aquella persona que se hace los cuestionamientos para iniciar el proceso productivo, sino que deberán considerar los otros elementos que se asocian directamente con los efectos que se derivan de la misma actividad productiva, es decir cada proceso de producción se acompaña a la vez de un proceso de destrucción; donde en la lógica económica solo se pensó que producir bienes y servicios estaba directamente relacionado con la intención de la búsqueda de ganancias individuales, pero también dicho proceso genera efectos cuyos costos se socializan, es decir, su efecto en el medio ambiente es más que evidente, de ahí que los costos ambientales se socializan.

Derivado de lo anterior, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas adoptó la agenda 2030 cuyos objetivos giran en torno a un plan para incidir en un futuro sostenible para todos, lo cual implica que de las interrogantes originalmente planteadas, se incorporan otras más, que tienden a incidir en el medio ambiente, lo que implica plantearse el para qué producir, si cada proceso de producción a su vez se asocia con un proceso de destrucción de los recursos naturales, muchos de los cuales no son renovables, mismos que actualmente están afectando directamente no solo la vida del ser humano, sino de las demás especies vivas en el planeta, es por ello que pensar en la sustentabilidad implica un cambio de paradigma donde no solo se consideren elementos asociados a las utilidades individuales, sino que se debe pensar en los costos de transformación debido a los efectos en el medio ambiente, así como el de la estabilidad de la misma sociedad.

La agenda 2030 del desarrollo sostenible, contiene 17 objetivos que tratan de incidir en la atención de la pobreza, la desigualdad, la degradación del medioambiente, así como en la convivencia social poniendo la paz y la justicia como un punto en el que graviten las relaciones humanas.

Lo anterior implica un nuevo paradigma para incidir en la construcción de un modelo de desarrollo económico más responsable no solo con el medio ambiente que por demás es urgente hacer algo para evitar el deterioro ambiental, sino también para poner un mayor énfasis en la necesidad de atender los problemas de pobreza y desigualdad social que aquejan al mundo, por ello los objetivos de la Agenda 2030 implican un compromiso no solo para quienes han desarrollado actividades económicas, sino también para los gobiernos, quienes tienen la responsabilidad de regular las relaciones sociales con miras a fortalecer la sostenibilidad del planeta dado que los efectos de las acciones del hombre han deteriorado su estabilidad con su entorno, por ello es urgente políticas ambientales más estrictas que promuevan tanto mantener el medio ambiente como rescatar los entornos que estén afectados o hayan sido afectados por la acción directa o indirecta de hombre, lo anterior no solo por pensar en la naturaleza, sino también en pensar que el ser humano es parte de la misma, por ello para la conservación de la vida del ser humano es necesario considerar los 17 objetivos de la Agenda 2030 como una excelente intención de supervivencia de nosotros mismos y nuestro entorno.

Regeneración 19

En el pensamiento económico siempre han imperado algunas interrogantes básicas que se direccionan en torno a qué, cómo y para quién producir.

Estos cuestionamientos aparentemente conforman los principales puntos que se deben considerar para la toma de decisiones para cualquier actividad productiva, sin embargo en el fondo solo contienen elementos que se relacionan con una idea pecuniaria, es decir con mantener un margen de ganancias para quien iniciará cualquier actividad empresarial o de transformación, por ello, hay que considerar que en torno al proceso productivo no solo se deben tomar aspectos asociados a las ganancias monetarias de quien inicia una actividad de transformación, ya que existen otros factores por demás importantes que tienen que ver no solo con quién o quiénes ganarán o tendrán utilidades por asumir el reto de enviar al mercado bienes y servicios, sino que en el proceso productivo está directamente asociado a un proceso de colaboración colectiva, y por tanto no solo es un proceso individual, sino que este es un proceso en el cual se socializa la transformación, es decir en el proceso productivo no solo se debe tomar en cuenta la iniciativa individual de aquella persona que se hace los cuestionamientos para iniciar el proceso productivo, sino que deberán considerar los otros elementos que se asocian directamente con los efectos que se derivan de la misma actividad productiva, es decir cada proceso de producción se acompaña a la vez de un proceso de destrucción; donde en la lógica económica solo se pensó que producir bienes y servicios estaba directamente relacionado con la intención de la búsqueda de ganancias individuales, pero también dicho proceso genera efectos cuyos costos se socializan, es decir, su efecto en el medio ambiente es más que evidente, de ahí que los costos ambientales se socializan.

Derivado de lo anterior, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas adoptó la agenda 2030 cuyos objetivos giran en torno a un plan para incidir en un futuro sostenible para todos, lo cual implica que de las interrogantes originalmente planteadas, se incorporan otras más, que tienden a incidir en el medio ambiente, lo que implica plantearse el para qué producir, si cada proceso de producción a su vez se asocia con un proceso de destrucción de los recursos naturales, muchos de los cuales no son renovables, mismos que actualmente están afectando directamente no solo la vida del ser humano, sino de las demás especies vivas en el planeta, es por ello que pensar en la sustentabilidad implica un cambio de paradigma donde no solo se consideren elementos asociados a las utilidades individuales, sino que se debe pensar en los costos de transformación debido a los efectos en el medio ambiente, así como el de la estabilidad de la misma sociedad.

La agenda 2030 del desarrollo sostenible, contiene 17 objetivos que tratan de incidir en la atención de la pobreza, la desigualdad, la degradación del medioambiente, así como en la convivencia social poniendo la paz y la justicia como un punto en el que graviten las relaciones humanas.

Lo anterior implica un nuevo paradigma para incidir en la construcción de un modelo de desarrollo económico más responsable no solo con el medio ambiente que por demás es urgente hacer algo para evitar el deterioro ambiental, sino también para poner un mayor énfasis en la necesidad de atender los problemas de pobreza y desigualdad social que aquejan al mundo, por ello los objetivos de la Agenda 2030 implican un compromiso no solo para quienes han desarrollado actividades económicas, sino también para los gobiernos, quienes tienen la responsabilidad de regular las relaciones sociales con miras a fortalecer la sostenibilidad del planeta dado que los efectos de las acciones del hombre han deteriorado su estabilidad con su entorno, por ello es urgente políticas ambientales más estrictas que promuevan tanto mantener el medio ambiente como rescatar los entornos que estén afectados o hayan sido afectados por la acción directa o indirecta de hombre, lo anterior no solo por pensar en la naturaleza, sino también en pensar que el ser humano es parte de la misma, por ello para la conservación de la vida del ser humano es necesario considerar los 17 objetivos de la Agenda 2030 como una excelente intención de supervivencia de nosotros mismos y nuestro entorno.

Regeneración 19