/ martes 5 de abril de 2022

Economía y bienestar | La contención de la presión inflacionaria

Una de las características de la economía actual es que se percibe su dinámica desde la teoría del caos, donde la correlación entre las variables no implica causalidad, lo que hay es que el mundo tiene una dinámica multifactorial y multicausal, ya que todos los fenómenos tienen su propia dinámica.

Es decir, que en general cada uno de los factores, sectores y actores se mueven por su propia inercia, dando la sensación de inestabilidad o imprevisibilidad, pero esa es su propia naturaleza, es así como se explica el efecto mariposa, éste implica que mínimas acciones que pudieran parecer imperceptibles con el paso del tiempo pueden generar grandes cambios, incluso ser el origen de un caos. Por lo anterior, es de suma importancia considerar la gran diversidad de factores como aquellos motores de lo que hoy está ocurriendo en el mundo, donde todos están interconectados en mayor o menor medida, por ejemplo, actualmente se tienen registrados en el mundo cerca de diez conflictos bélicos, sin embargo, los ojos se han centrado fundamentalmente en uno, considerando que es el único que afecta las condiciones de estabilidad económica y social, pero no hay que perder de vista que también los otros juegan un papel importante y que habrá que considerarlos.

Lo anterior configura para algunos casos que una economía de guerra puede traer beneficios para algunos países, lamentablemente dicha consideración puede ser aceptada sin la posibilidad de reglamentar estas actividades, por la otra, a nivel de economía local, un mundo en conflicto puede generar un caos cada vez mayor, también puede mostrar claroscuros en todos los ámbitos, por ejemplo, en el caso de la economía mexicana, actualmente se registran fuertes presiones inflacionarias producto de las condiciones de dependencia que se tiene con la economía norteamericana a quien la crisis energética ha desencadenado un incremento sustancial en las gasolinas, gas y diésel, con serias repercusiones en el índice general de precios, por ello es que actualmente en Estados Unidos se registra una inflación no vista en los últimos cuarenta años, en el caso de nuestro país, las presiones inflacionarias tienen que ver con la fuerte dependencia de productos del extranjero, lo que ha causado fuerte tendencia hacia los incrementos en precios de muchos de los productos de la canasta básica. Por otro lado, el incremento en los precios del barril de crudo que se ha registrado en el mundo ha impactado de manera positiva las finanzas del Estado en el caso de México, lo que en cierta medida ha servido para financiar en parte el subsidio a los precios de las gasolinas y con ello evitar un desequilibrio mayor en el índice general de precios.

Al respecto, es importante ver cómo las variaciones en los precios de los energéticos juegan un papel importante en la estabilidad económica en general. Quién iba a pensar que hace dos años, concretamente en abril del año 2020, el barril de la mezcla mexicana de petróleo se llegó a cotizar a 6.55 dólares según datos del Banco de México, aun así se tenía un techo marginal de utilidad; ahora en el mes de marzo del año 2022 la mezcla de petróleo llegó a un máximo de 120 dólares por barril, lo que ha generado excelentes dividendos para el presupuesto del Gobierno federal, lo que le ha permitido contar con excedentes que, bien canalizados, pueden generar una inercia positiva a fin de inhibir las fuertes presiones alcistas que se registran en productos de la canasta básica nacional. Es así como en muchos casos los resultados que se tienen de un evento que aparentemente no tiene relación alguna, o bien se pensaba que no se podía tener algún tipo de reacción, se ve por el contrario que sí, en un mundo interconectado en el que aparentemente reina el caos, las repercusiones pueden generarse en todos los campos del desarrollo de la sociedad, tanto en el ámbito económico como en el político y, desde luego, el social.

  • Regeneración 19

Una de las características de la economía actual es que se percibe su dinámica desde la teoría del caos, donde la correlación entre las variables no implica causalidad, lo que hay es que el mundo tiene una dinámica multifactorial y multicausal, ya que todos los fenómenos tienen su propia dinámica.

Es decir, que en general cada uno de los factores, sectores y actores se mueven por su propia inercia, dando la sensación de inestabilidad o imprevisibilidad, pero esa es su propia naturaleza, es así como se explica el efecto mariposa, éste implica que mínimas acciones que pudieran parecer imperceptibles con el paso del tiempo pueden generar grandes cambios, incluso ser el origen de un caos. Por lo anterior, es de suma importancia considerar la gran diversidad de factores como aquellos motores de lo que hoy está ocurriendo en el mundo, donde todos están interconectados en mayor o menor medida, por ejemplo, actualmente se tienen registrados en el mundo cerca de diez conflictos bélicos, sin embargo, los ojos se han centrado fundamentalmente en uno, considerando que es el único que afecta las condiciones de estabilidad económica y social, pero no hay que perder de vista que también los otros juegan un papel importante y que habrá que considerarlos.

Lo anterior configura para algunos casos que una economía de guerra puede traer beneficios para algunos países, lamentablemente dicha consideración puede ser aceptada sin la posibilidad de reglamentar estas actividades, por la otra, a nivel de economía local, un mundo en conflicto puede generar un caos cada vez mayor, también puede mostrar claroscuros en todos los ámbitos, por ejemplo, en el caso de la economía mexicana, actualmente se registran fuertes presiones inflacionarias producto de las condiciones de dependencia que se tiene con la economía norteamericana a quien la crisis energética ha desencadenado un incremento sustancial en las gasolinas, gas y diésel, con serias repercusiones en el índice general de precios, por ello es que actualmente en Estados Unidos se registra una inflación no vista en los últimos cuarenta años, en el caso de nuestro país, las presiones inflacionarias tienen que ver con la fuerte dependencia de productos del extranjero, lo que ha causado fuerte tendencia hacia los incrementos en precios de muchos de los productos de la canasta básica. Por otro lado, el incremento en los precios del barril de crudo que se ha registrado en el mundo ha impactado de manera positiva las finanzas del Estado en el caso de México, lo que en cierta medida ha servido para financiar en parte el subsidio a los precios de las gasolinas y con ello evitar un desequilibrio mayor en el índice general de precios.

Al respecto, es importante ver cómo las variaciones en los precios de los energéticos juegan un papel importante en la estabilidad económica en general. Quién iba a pensar que hace dos años, concretamente en abril del año 2020, el barril de la mezcla mexicana de petróleo se llegó a cotizar a 6.55 dólares según datos del Banco de México, aun así se tenía un techo marginal de utilidad; ahora en el mes de marzo del año 2022 la mezcla de petróleo llegó a un máximo de 120 dólares por barril, lo que ha generado excelentes dividendos para el presupuesto del Gobierno federal, lo que le ha permitido contar con excedentes que, bien canalizados, pueden generar una inercia positiva a fin de inhibir las fuertes presiones alcistas que se registran en productos de la canasta básica nacional. Es así como en muchos casos los resultados que se tienen de un evento que aparentemente no tiene relación alguna, o bien se pensaba que no se podía tener algún tipo de reacción, se ve por el contrario que sí, en un mundo interconectado en el que aparentemente reina el caos, las repercusiones pueden generarse en todos los campos del desarrollo de la sociedad, tanto en el ámbito económico como en el político y, desde luego, el social.

  • Regeneración 19