/ martes 5 de julio de 2022

Economía y bienestar | La importancia de la cultura de la legalidad

Uno de los principales objetivos del desarrollo económico es el promover cambios sustanciales en las condiciones de vida de la población, con ello es importante y necesario el cuestionar sobre quién o quiénes son los principales actores que deben participar a fin de alcanzar tales objetivos.

Tal vez la respuesta pudiera tornarse complicada si en un momento determinado se presenta en el ejercicio de la política claras divergencias, que más que aportar con claridad el hacia dónde se va, parece que no queda clara la prospectiva, por una parte se considera importante tener un Estado fuerte pero además que tenga injerencia directa en los sectores considerados como estratégicos y por otra parte, existen posturas que creen que solo a través del mercado sea el único medio para alcanzar el desarrollo económico y social, sin embargo, parece que los actores involucrados debieran hacer lo que a cada quien le compete, en primera instancia, es de suma importancia tener un estado fuerte que garantice no solo la cultura de la legalidad, sino que inclusive como lo hacen otros países desarrollados en el mundo, tenga una intervención directa en actividades económicas consideraras como estratégicas y por otra parte a empresarios fuertes, que busquen y obtengan libertad para invertir en áreas que les brinden oportunidades, que además sean responsables, no solo de pagar impuestos puntual y cabalmente, sino de ser cuidadosos con el entorno donde intervienen, es decir, que respeten tanto la cultura de los pueblos con su entorno ambiental y nosotros como ciudadanos, debiéramos desarrollar una postura analítica respecto a nuestros derechos y deberes que como tal tenemos, que seamos críticos respecto a lo que hacen los otros actores, con argumentos sólidos. Este es uno de los grandes retos que se tienen actualmente, el de conectar desde la parte institucional cuáles son los compromisos a los que cada actor debiera estar atendiendo en el plano de la implementación del modelo de desarrollo.

Derivado de lo anterior, se generan expectativas racionales por parte de todos los actores económicos y sociales originando una posición respecto a la evolución de los ciclos económicos, cuando se sabe que éstos propician una ruta a través de la cual se puede crear confianza o todo lo contrario. Al respecto el INEGI da a conocer el comunicado de prensa no. 248/22 del 4 de julio del año en curso, sobre el comportamiento del Sistema de Indicadores Cíclicos al mes de abril, cuyo indicador se sitúo por arriba de la tendencia de largo plazo al reportar un valor del 101.1 puntos, una variación del 0.27 puntos respecto a marzo. Lo anterior es reflejo de los indicadores que conforman el índice adelantado, el cual contiene información respecto a: Tendencia del empleo en las manufacturas; Indicador de confianza empresarial; Índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores; Tipo de cambio real; Tasa de interés y por último el Índice bursátil de los Estados Unidos.

Los datos reportados en el Sistema de Indicadores Cíclicos, son importantes y muestran en primera instancia que la intención de largo plazo que se presenta en el modelo, reporta indicadores positivos para aquellos actores que participan en la conformación del referido indicador, por ahora sería importante que la mayoría de los actores involucrados en el desarrollo tomemos nuestro posicionamiento en el lugar que cada quien le compete tomar en búsqueda de ser más proactivos en los escenarios actuales, donde sobresale el riesgo latente que de entrar en una recesión a nivel mundial, la inflación y el desempleo acechen a cualquier economía. Es por ello que si cada uno de los involucrados hace lo que debe hacer en materia de desarrollo siempre respetando una cultura de la legalidad, se llegará a conectar con más fuerza el modelo de desarrollo de largo plazo.

Uno de los principales objetivos del desarrollo económico es el promover cambios sustanciales en las condiciones de vida de la población, con ello es importante y necesario el cuestionar sobre quién o quiénes son los principales actores que deben participar a fin de alcanzar tales objetivos.

Tal vez la respuesta pudiera tornarse complicada si en un momento determinado se presenta en el ejercicio de la política claras divergencias, que más que aportar con claridad el hacia dónde se va, parece que no queda clara la prospectiva, por una parte se considera importante tener un Estado fuerte pero además que tenga injerencia directa en los sectores considerados como estratégicos y por otra parte, existen posturas que creen que solo a través del mercado sea el único medio para alcanzar el desarrollo económico y social, sin embargo, parece que los actores involucrados debieran hacer lo que a cada quien le compete, en primera instancia, es de suma importancia tener un estado fuerte que garantice no solo la cultura de la legalidad, sino que inclusive como lo hacen otros países desarrollados en el mundo, tenga una intervención directa en actividades económicas consideraras como estratégicas y por otra parte a empresarios fuertes, que busquen y obtengan libertad para invertir en áreas que les brinden oportunidades, que además sean responsables, no solo de pagar impuestos puntual y cabalmente, sino de ser cuidadosos con el entorno donde intervienen, es decir, que respeten tanto la cultura de los pueblos con su entorno ambiental y nosotros como ciudadanos, debiéramos desarrollar una postura analítica respecto a nuestros derechos y deberes que como tal tenemos, que seamos críticos respecto a lo que hacen los otros actores, con argumentos sólidos. Este es uno de los grandes retos que se tienen actualmente, el de conectar desde la parte institucional cuáles son los compromisos a los que cada actor debiera estar atendiendo en el plano de la implementación del modelo de desarrollo.

Derivado de lo anterior, se generan expectativas racionales por parte de todos los actores económicos y sociales originando una posición respecto a la evolución de los ciclos económicos, cuando se sabe que éstos propician una ruta a través de la cual se puede crear confianza o todo lo contrario. Al respecto el INEGI da a conocer el comunicado de prensa no. 248/22 del 4 de julio del año en curso, sobre el comportamiento del Sistema de Indicadores Cíclicos al mes de abril, cuyo indicador se sitúo por arriba de la tendencia de largo plazo al reportar un valor del 101.1 puntos, una variación del 0.27 puntos respecto a marzo. Lo anterior es reflejo de los indicadores que conforman el índice adelantado, el cual contiene información respecto a: Tendencia del empleo en las manufacturas; Indicador de confianza empresarial; Índice de precios y cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores; Tipo de cambio real; Tasa de interés y por último el Índice bursátil de los Estados Unidos.

Los datos reportados en el Sistema de Indicadores Cíclicos, son importantes y muestran en primera instancia que la intención de largo plazo que se presenta en el modelo, reporta indicadores positivos para aquellos actores que participan en la conformación del referido indicador, por ahora sería importante que la mayoría de los actores involucrados en el desarrollo tomemos nuestro posicionamiento en el lugar que cada quien le compete tomar en búsqueda de ser más proactivos en los escenarios actuales, donde sobresale el riesgo latente que de entrar en una recesión a nivel mundial, la inflación y el desempleo acechen a cualquier economía. Es por ello que si cada uno de los involucrados hace lo que debe hacer en materia de desarrollo siempre respetando una cultura de la legalidad, se llegará a conectar con más fuerza el modelo de desarrollo de largo plazo.