/ martes 26 de enero de 2021

Economía y bienestar | La importancia del concepto en los objetivos del modelo

Hoy en día se tiene claro que nuestra capacidad de conocimiento está basada en el desarrollo del pensamiento abstracto, a través del lenguaje cuyo componente y estructura se basa en la articulación de símbolos y sonidos que fonéticamente y visualmente nos permiten establecer representaciones del mundo que nos rodea.

Y aún más; por lo que cada palabra permite identificar en nuestro imaginario las cosas a las que hace mención y que componen una serie importante de objetos a los que se hace alusión, sin embargo, cuando se habla del conocimiento, habrá que distinguir de aquel que se utiliza solo para comunicarnos de manera coloquial y el conocimiento científico mediante el cual, se establece otro tipo de propósitos orientados a buscar las explicaciones racionales y objetivas a los fenómenos que nos inquietan como puede ser por ejemplo, alguna enfermedad o bien algún fenómeno propio de cualquier disciplina científica, pudiendo ser la democracia, la libertad, el empoderamiento, por citar solo algunos ejemplos.

De lo anterior, se puede decir que todas las disciplinas científicas son teóricas, ya que representan abstracciones de un mundo concreto y, cada particularidad las hace diferentes en cuanto a sus respectivas áreas de estudio, esto no quiere decir que no se apliquen por el hecho de ser teóricas, por el contrario, todas las disciplinas deben aplicarse en un mundo cuyos problemas nos inquietan y nos agobian, de ahí la importancia de conocer la palabra como concepto que remite a algún fenómeno o hecho en particular. Lo que implicaría por tanto la distinción entre un lenguaje y otro, por ejemplo, un niño puede aparentemente entender el concepto de democracia sin ser politólogo sin embargo no podrá ir a los antecedentes, las implicaciones y el sentido de la palabra, lo mismo ocurre con el concepto de inflación, ya que este implica un crecimiento generalizado en el nivel de precios, cualquier consumidor pude no solo entender, sino incluso sentir angustia y malestar por el incremento en los precios sin ser economista, lo que no puede explicarse son los orígenes, las causas y la mayoría de las veces ni las consecuencias; en este sentido habrá por tanto que identificar que las ciencias cuyo componente teórico remite a quienes se encuentran en el camino de formarse en una disciplina científica, para empezar con su principal compromiso será de leer y leer más documentos, ensayos, reportes científicos, artículos, libros, entre otros, ya que es la forma más efectiva de conocer las distintas ramificaciones que han tenido los conceptos, ya que el conocimiento termina hasta donde terminan los conceptos, aquí es donde surge uno de los principales problemas, que se asocian principalmente con la cultura de la lectura, qué leemos, cómo leemos y para qué leemos; al respecto el Inegi, nos presenta los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC) de febrero 2020, mismo que empezó a levantarse a partir de febrero de 2015, con el objetivo de generar información estadística sobre el comportamiento lector de la sociedad mexicana de 18 años y más. Dicho reporte presenta datos por demás interesantes, entre los que destacan que de la población de 18 y más considerada como alfabeta, se tiene que cuatro de cada diez personas declararon al menos leer un libro en los últimos doce meses y en cuanto al motivo principal de la lectura, el más frecuente fue por entretenimiento, ya que 38.7% declararon hacerlo por esta razón; asimismo, la lectura de libros es mayor conforme el nivel de escolaridad es más alto, de tal manera que la población con estudios de nivel superior que lee libros alcanza un 65.7%, aún con los anteriores datos es de suma importancia el hábito de la lectura para así poder desarrollar más la capacidad crítica y analítica de los fenómenos a los que nos enfrentamos cotidianamente.

Lo anterior es de vital importancia, ya que si partimos de que todas las ciencias son abstractas y por tanto teóricas, no implica que estas no sean aplicables en un mundo real y concreto, por ello siempre es necesario e importante partir del concepto para saber qué es lo que se quiere entender y atender, lo anterior resulta primordial cuando quienes diseñan las políticas públicas desde la perspectiva de la ciencia política no tienen claro los conceptos que pondrán en el centro de sus objetivos, de ahí muchas de las externalidades, el reto de leer y agenciarse los conocimientos a través de los conceptos claros y precisos.

Regeneración 19

Hoy en día se tiene claro que nuestra capacidad de conocimiento está basada en el desarrollo del pensamiento abstracto, a través del lenguaje cuyo componente y estructura se basa en la articulación de símbolos y sonidos que fonéticamente y visualmente nos permiten establecer representaciones del mundo que nos rodea.

Y aún más; por lo que cada palabra permite identificar en nuestro imaginario las cosas a las que hace mención y que componen una serie importante de objetos a los que se hace alusión, sin embargo, cuando se habla del conocimiento, habrá que distinguir de aquel que se utiliza solo para comunicarnos de manera coloquial y el conocimiento científico mediante el cual, se establece otro tipo de propósitos orientados a buscar las explicaciones racionales y objetivas a los fenómenos que nos inquietan como puede ser por ejemplo, alguna enfermedad o bien algún fenómeno propio de cualquier disciplina científica, pudiendo ser la democracia, la libertad, el empoderamiento, por citar solo algunos ejemplos.

De lo anterior, se puede decir que todas las disciplinas científicas son teóricas, ya que representan abstracciones de un mundo concreto y, cada particularidad las hace diferentes en cuanto a sus respectivas áreas de estudio, esto no quiere decir que no se apliquen por el hecho de ser teóricas, por el contrario, todas las disciplinas deben aplicarse en un mundo cuyos problemas nos inquietan y nos agobian, de ahí la importancia de conocer la palabra como concepto que remite a algún fenómeno o hecho en particular. Lo que implicaría por tanto la distinción entre un lenguaje y otro, por ejemplo, un niño puede aparentemente entender el concepto de democracia sin ser politólogo sin embargo no podrá ir a los antecedentes, las implicaciones y el sentido de la palabra, lo mismo ocurre con el concepto de inflación, ya que este implica un crecimiento generalizado en el nivel de precios, cualquier consumidor pude no solo entender, sino incluso sentir angustia y malestar por el incremento en los precios sin ser economista, lo que no puede explicarse son los orígenes, las causas y la mayoría de las veces ni las consecuencias; en este sentido habrá por tanto que identificar que las ciencias cuyo componente teórico remite a quienes se encuentran en el camino de formarse en una disciplina científica, para empezar con su principal compromiso será de leer y leer más documentos, ensayos, reportes científicos, artículos, libros, entre otros, ya que es la forma más efectiva de conocer las distintas ramificaciones que han tenido los conceptos, ya que el conocimiento termina hasta donde terminan los conceptos, aquí es donde surge uno de los principales problemas, que se asocian principalmente con la cultura de la lectura, qué leemos, cómo leemos y para qué leemos; al respecto el Inegi, nos presenta los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC) de febrero 2020, mismo que empezó a levantarse a partir de febrero de 2015, con el objetivo de generar información estadística sobre el comportamiento lector de la sociedad mexicana de 18 años y más. Dicho reporte presenta datos por demás interesantes, entre los que destacan que de la población de 18 y más considerada como alfabeta, se tiene que cuatro de cada diez personas declararon al menos leer un libro en los últimos doce meses y en cuanto al motivo principal de la lectura, el más frecuente fue por entretenimiento, ya que 38.7% declararon hacerlo por esta razón; asimismo, la lectura de libros es mayor conforme el nivel de escolaridad es más alto, de tal manera que la población con estudios de nivel superior que lee libros alcanza un 65.7%, aún con los anteriores datos es de suma importancia el hábito de la lectura para así poder desarrollar más la capacidad crítica y analítica de los fenómenos a los que nos enfrentamos cotidianamente.

Lo anterior es de vital importancia, ya que si partimos de que todas las ciencias son abstractas y por tanto teóricas, no implica que estas no sean aplicables en un mundo real y concreto, por ello siempre es necesario e importante partir del concepto para saber qué es lo que se quiere entender y atender, lo anterior resulta primordial cuando quienes diseñan las políticas públicas desde la perspectiva de la ciencia política no tienen claro los conceptos que pondrán en el centro de sus objetivos, de ahí muchas de las externalidades, el reto de leer y agenciarse los conocimientos a través de los conceptos claros y precisos.

Regeneración 19