En 1835 Alexis De Toqueville escribió su obra maestra denominada “La Democracia en América”, un texto por demás interesante, ya que analiza la estructura de la administración pública de los estados federados, como es el caso de los Estados Unidos o bien al caso del Gobierno de México.
El referido autor mencionaba que es el municipio la única asociación tan integrada en la naturaleza, que, en donde quiera que haya unos hombres reunidos, se forma por sí mismo un municipio, por tanto, el poder emana de la agencia que tengan los ciudadanos de su espacio donde habitan, de ahí su fortaleza.
De Toqueville afirma que es en el municipio donde reside la fuerza de los pueblos libres. Las instituciones municipales son a la libertad lo que las escuelas primarias son a la ciencia; la ponen al alcance del pueblo, le hace saborear su uso pacífico y le acostumbran a servirse de ella. Sin instituciones municipales una nación puede otorgarse un gobierno libre, pero no posee el espíritu de la libertad.
En el caso de México, es el Artículo 115 Constitucional el que se aboca en esencia al municipio y su forma de organización administrativa, sus funciones y atribuciones, en éste se establece en su inciso primero entre otras cosas, que la competencia que esta Constitución otorga al gobierno municipal se ejercerá por el Ayuntamiento de manera exclusiva y no habrá autoridad intermedia alguna entre éste y el gobierno del Estado.
Por tanto ante tales circunstancias, en el municipio y su forma de gobierno, el Ayuntamiento es quien establece las acciones del ente público más cercanas y representativas de la población y su territorio, considerando la agencia que los ciudadanos tienen para incidir en el desarrollo local, como un proceso de crecimiento y cambio estructural que, a través del uso y agencia de los recursos locales dadas las condiciones particulares y la acción de los ciudadanos, en su momento pueden potenciar el bienestar de todos, es decir, cuando los actores locales (empresarios, gobierno local, agentes de la sociedad civil) se articulan y son capaces de liderar un proceso de cambio estructural entonces nos encontramos ante un proceso de desarrollo local endógeno, es decir de adentro hacia afuera.
En este sentido y ante las condiciones que actualmente se presentan en el ámbito de la pandemia y los problemas de salud pública que afecta tanto a México como al resto del mundo es de vital importancia considerar en materia económica la necesidad de hacer un frente que integre y cohesione una serie de estrategias articuladas de tal forma que se puedan generar incentivos a la economía local.
Si bien es cierto, además de los lamentables padecimientos, el sector salud hace su mejor esfuerzo por atender los efectos de la crisis; qué podemos hacer como ciudadanos, actuar en colectivo con la intención de reducir al máximo que este padecimiento avance; ahora bien en materia económica, donde se involucran las condiciones de empleo, los tipos y características de los negocios de la zona, así como los planes, programas y proyectos implementados por el gobierno local, deben ir enfocados a que el daño en la economía sea el menor posible, si se considera que de acuerdo con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del INEGI, el 95.2% de las empresas en México son microempresas, es decir que tienen de 0 a 10 trabajadores, aun así generan el 45. 6% del empleo y contribuyen con el 15 % del valor agregado en la economía; en el caso de la zona sur de Tamaulipas, existen registradas un total de 28 893 unidades económicas, de las cuales el 92% de éstas son microempresas, entre los giros comerciales destacan, tortillerías, purificadoras de agua, panaderías, imprentas, carpinterías, pequeños talleres entre otros.
Por tanto ante la crisis económica que sin duda estaremos enfrentando, es de suma importancia fomentar el consumo local, de tal suerte que al menos las micro empresas tengan la posibilidad de seguir en el mercado generando el empleo tan importante y necesario en estos momentos, por ello es necesario que recurramos a los negocios que tenemos más próximos a fin de fortalecerlos con nuestras compras, ya que por su estructura pudieran ser los más vulnerables ante la situación que actualmente se vive, por tanto es de considerarse que todos los actores locales, empresarios, gobierno y sociedad civil, hagan sinergia a fin de fortalecer en la medida de lo posible el consumo local y con ello podernos conectar con un proceso si no de cambio estructural al menos como un plan emergente para enfrentar la crisis económica que tenemos enfrente.
Regeneración 19
