/ martes 24 de mayo de 2022

Economía y bienestar | La importancia del empleo

Una de las preocupaciones de la actualidad a nivel internacional, es que la economía mundial caiga en recesión.

Pero qué indicadores se deben considerar para afirmar los siguiente, en primera instancia, es preocupante los niveles de inflación que se registran en la mayoría de los países del mundo, lo anterior derivado de las condiciones heredadas de la pandemia ya que aún no hay recuperación en algunas sectores de la economía, lo que ha provocado que la cadena de suministro no este reestablecido; por otro lado, los incrementos que se han registrado de manera sistemática en los precios de los energéticos, principalmente en las gasolinas, ha desencadenado en fuertes presiones inflacionarias, lo que sin duda afecta directamente al consumo de bienes y servicios.

Por lo anterior, hay indicios de que la economía puede entrar en recesión dado los niveles de inflación que se reportan en varios países así como la caída del consumo; así la recesión caracterizada por el deterioro gradual de las condiciones económicas, entre ellas una disminución en el consumo, baja inversión tanto pública como privada en diversos proyectos productivos, baja producción en bienes y servicios y lo peor, el cierre de empresas, que repercute directamente en el nivel empleo. Una vez entrando en recesión, puede generase el fenómeno de la estanflación, lo cual genera directamente una pérdida de las condiciones y la calidad de vida de la población.

Para evitar lo anterior, en el caso de la economía de nuestro país, ha continuado con una política de subsidio a los energéticos, a través de evitar el cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicio, lo que ha generado que los precios no sean superiores y se vean afectados por la inflación, lo anterior entre otras medidas. Por su parte en materia de empleo, el INEGI, da a conocer la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, una nueva versión con datos al primer trimestre del año en curso, entre los datos se enuncia que en el primer trimestre, la Población Económicamente Activa (PEA) en el país fue de 58.1 millones de personas, 2.7 millones más que en el primer trimestre de un año antes, la PEA, que se reporta es del orden del 58.7 por ciento de la población de 15 años y más. Un dato por demás importante ya que aparentemente se reporta que hay un incremento en el número de plazas de empleo que la economía ha generado, sin embargo, es necesario identificar el tipo de empleo, así como considerar aquella población que ha visto en el empleo informal una oportunidad para poder contar con alguna fuente de ingresos. No hay que pasar por alto, que una parte importante del empleo que se han generado ha sido en el sector terciario de la economía, principalmente el comercio, restaurantes o bien en servicios de alojamiento.

Asimismo, en el primer trimestre del año, la población subocupada fue de 5 millones de personas y la población desocupada fue de 2 millones de personas. Las entidades federativas con las tasas más altas de informalidad fueron Oaxaca (81.3 por ciento), Guerrero (78.1 por ciento), Chiapas (73.8 por ciento).

En el caso del estado de Tamaulipas, la población ocupada fue de 1 578 439 personas, y las desocupadas fueron del orden de 61 964 personas. Es de llamar la atención que 43.9 por ciento de la población se encuentra en informalidad laboral, en tanto el 22.9 por ciento se encuentra ocupada en el sector informal de la economía. Por lo anterior, es importante considerar dado que la economía mundial se pone en alerta por la posibilidad de caer en recesión, que es de suma importancia el mantener el empleo como un indicador fundamental, ya que éste proporciona una fuente de ingreso a las familias quienes activan la economía local, proceso mediante el cual se puede evitar caer en recesión, de ahí el peso de mantener tasas de empleo favorables, aunque es necesario considerar la importancia de que éste sea bien remunerado y de calidad, a fin de garantizar mejoras en la calidad de vida de la población. Regeneración 19.

Una de las preocupaciones de la actualidad a nivel internacional, es que la economía mundial caiga en recesión.

Pero qué indicadores se deben considerar para afirmar los siguiente, en primera instancia, es preocupante los niveles de inflación que se registran en la mayoría de los países del mundo, lo anterior derivado de las condiciones heredadas de la pandemia ya que aún no hay recuperación en algunas sectores de la economía, lo que ha provocado que la cadena de suministro no este reestablecido; por otro lado, los incrementos que se han registrado de manera sistemática en los precios de los energéticos, principalmente en las gasolinas, ha desencadenado en fuertes presiones inflacionarias, lo que sin duda afecta directamente al consumo de bienes y servicios.

Por lo anterior, hay indicios de que la economía puede entrar en recesión dado los niveles de inflación que se reportan en varios países así como la caída del consumo; así la recesión caracterizada por el deterioro gradual de las condiciones económicas, entre ellas una disminución en el consumo, baja inversión tanto pública como privada en diversos proyectos productivos, baja producción en bienes y servicios y lo peor, el cierre de empresas, que repercute directamente en el nivel empleo. Una vez entrando en recesión, puede generase el fenómeno de la estanflación, lo cual genera directamente una pérdida de las condiciones y la calidad de vida de la población.

Para evitar lo anterior, en el caso de la economía de nuestro país, ha continuado con una política de subsidio a los energéticos, a través de evitar el cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicio, lo que ha generado que los precios no sean superiores y se vean afectados por la inflación, lo anterior entre otras medidas. Por su parte en materia de empleo, el INEGI, da a conocer la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, una nueva versión con datos al primer trimestre del año en curso, entre los datos se enuncia que en el primer trimestre, la Población Económicamente Activa (PEA) en el país fue de 58.1 millones de personas, 2.7 millones más que en el primer trimestre de un año antes, la PEA, que se reporta es del orden del 58.7 por ciento de la población de 15 años y más. Un dato por demás importante ya que aparentemente se reporta que hay un incremento en el número de plazas de empleo que la economía ha generado, sin embargo, es necesario identificar el tipo de empleo, así como considerar aquella población que ha visto en el empleo informal una oportunidad para poder contar con alguna fuente de ingresos. No hay que pasar por alto, que una parte importante del empleo que se han generado ha sido en el sector terciario de la economía, principalmente el comercio, restaurantes o bien en servicios de alojamiento.

Asimismo, en el primer trimestre del año, la población subocupada fue de 5 millones de personas y la población desocupada fue de 2 millones de personas. Las entidades federativas con las tasas más altas de informalidad fueron Oaxaca (81.3 por ciento), Guerrero (78.1 por ciento), Chiapas (73.8 por ciento).

En el caso del estado de Tamaulipas, la población ocupada fue de 1 578 439 personas, y las desocupadas fueron del orden de 61 964 personas. Es de llamar la atención que 43.9 por ciento de la población se encuentra en informalidad laboral, en tanto el 22.9 por ciento se encuentra ocupada en el sector informal de la economía. Por lo anterior, es importante considerar dado que la economía mundial se pone en alerta por la posibilidad de caer en recesión, que es de suma importancia el mantener el empleo como un indicador fundamental, ya que éste proporciona una fuente de ingreso a las familias quienes activan la economía local, proceso mediante el cual se puede evitar caer en recesión, de ahí el peso de mantener tasas de empleo favorables, aunque es necesario considerar la importancia de que éste sea bien remunerado y de calidad, a fin de garantizar mejoras en la calidad de vida de la población. Regeneración 19.