/ martes 6 de julio de 2021

Economía y bienestar | La política social ante el cambio de modelo

Si bien es cierto, en el México del siglo XX, el predominio de los modelos de desarrollo tuvieron un diseño que correspondía más a las condiciones imperantes en otros países que a las propias.

De hecho esta fue una realidad en casi todos los países latinoamericanos, el de tratar de implementar modelos cuyas ideas medulares en su operación obedecían a otros contextos. Las ideas que se diseñaron e implementaron una vez pasado el período posrevolucionario en el caso de México, se centraron en la construcción de acciones de corte nacionalista y proteccionista, orientado fundamentalmente a una fuerte participación del Estado en aquellas actividades consideradas como estratégicas para el desarrollo nacional. Así, en el fondo se implementaban ideas de corte Keynesiano que originalmente se aplicaron para salir de la gran recesión económica de 1929-1933 en los Estados Unidos, a través de fomentar y fortalecer el mercado interno, pero además con una fuerte intervención del sector gubernamental en materia económica, acompañado de una fuerte protección del mercado internacional. La implementación de ideas de corte Keynesiano, perduró durante más de cuarenta años, a la par, se instrumentaron acciones que contribuyeron a modificar la fisonomía social, por ejemplo, en materia económica, el proceso de industrialización ubicó a nuestro país como una economía con un proceso acelerado de cambio en el sector industrial, pero también orientado fundamentalmente a la consolidación de una nueva clase empresarial con fuertes vínculos con el sector político; por otro lado, la migración fue el resultado de la implementación de un modelo que privilegió la industrialización así como aquellos sectores poblacionales vinculados con dicha actividad, dejando en un segundo plano a la población del sector rural. Es así como dicho modelo años después, empezó a dar muestras de agotamiento a través de un mayor número de ciudadanos empobrecidos, marginados y excluidos del desarrollo nacional.

En materia de política social durante la implementación de las ideas nacionalistas y proteccionistas, las principales acciones se centraron en los sectores de salud y educación, dando prioridad en el acceso a los trabajadores que se encontraban laborando de manera formal en alguna actividad de la transformación, olvidando a los sectores rurales o bien de aquellos que se encontraban en la economía informal. Derivado de lo anterior, el problema de pobreza y marginación fue cambiando de matiz, ya que durante mucho tiempo se asumió que estos eran fundamentalmente rurales, al paso de tiempo también la población urbana experimentó dicha condición.

El anterior contexto fue motivo para implementar políticas públicas que generaron un cambio de modelo a partir de los años 80, para dar comienzo con las denominadas reformas estructurales de Estado e implementar un modelo de corte neoliberal, orientado a limitar la participación estatal, así como a la desregulación económica, adelgazamiento del Estado, privatización de empresas paraestatales, asimismo, a la apertura comercial hacia el exterior. En materia de política social, esta se centró en la focalización de las acciones del Estado para atender a la población más necesitada, aparentemente con la intención de hacer más eficiente la asignación de recursos.

A partir de la actual administración federal, la política social da un giro importante, y se centra principalmente a tener como objetivo la implementación de una política social basada en derechos, teniendo como principal programa el de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores así como el programa Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, ambos programas de corte universal, además de las becas para estudiantes, entre otros, parece que el nuevo modelo se orienta de nueva cuenta a fortalecer el mercado interno, mediante la redistribución del gasto público así como a la atención de los grupos con mayor vulnerabilidad, pero no necesariamente los más empobrecidos, sin duda, se aprecian algunas ideas de corte keynesiano. Regeneración 19

Si bien es cierto, en el México del siglo XX, el predominio de los modelos de desarrollo tuvieron un diseño que correspondía más a las condiciones imperantes en otros países que a las propias.

De hecho esta fue una realidad en casi todos los países latinoamericanos, el de tratar de implementar modelos cuyas ideas medulares en su operación obedecían a otros contextos. Las ideas que se diseñaron e implementaron una vez pasado el período posrevolucionario en el caso de México, se centraron en la construcción de acciones de corte nacionalista y proteccionista, orientado fundamentalmente a una fuerte participación del Estado en aquellas actividades consideradas como estratégicas para el desarrollo nacional. Así, en el fondo se implementaban ideas de corte Keynesiano que originalmente se aplicaron para salir de la gran recesión económica de 1929-1933 en los Estados Unidos, a través de fomentar y fortalecer el mercado interno, pero además con una fuerte intervención del sector gubernamental en materia económica, acompañado de una fuerte protección del mercado internacional. La implementación de ideas de corte Keynesiano, perduró durante más de cuarenta años, a la par, se instrumentaron acciones que contribuyeron a modificar la fisonomía social, por ejemplo, en materia económica, el proceso de industrialización ubicó a nuestro país como una economía con un proceso acelerado de cambio en el sector industrial, pero también orientado fundamentalmente a la consolidación de una nueva clase empresarial con fuertes vínculos con el sector político; por otro lado, la migración fue el resultado de la implementación de un modelo que privilegió la industrialización así como aquellos sectores poblacionales vinculados con dicha actividad, dejando en un segundo plano a la población del sector rural. Es así como dicho modelo años después, empezó a dar muestras de agotamiento a través de un mayor número de ciudadanos empobrecidos, marginados y excluidos del desarrollo nacional.

En materia de política social durante la implementación de las ideas nacionalistas y proteccionistas, las principales acciones se centraron en los sectores de salud y educación, dando prioridad en el acceso a los trabajadores que se encontraban laborando de manera formal en alguna actividad de la transformación, olvidando a los sectores rurales o bien de aquellos que se encontraban en la economía informal. Derivado de lo anterior, el problema de pobreza y marginación fue cambiando de matiz, ya que durante mucho tiempo se asumió que estos eran fundamentalmente rurales, al paso de tiempo también la población urbana experimentó dicha condición.

El anterior contexto fue motivo para implementar políticas públicas que generaron un cambio de modelo a partir de los años 80, para dar comienzo con las denominadas reformas estructurales de Estado e implementar un modelo de corte neoliberal, orientado a limitar la participación estatal, así como a la desregulación económica, adelgazamiento del Estado, privatización de empresas paraestatales, asimismo, a la apertura comercial hacia el exterior. En materia de política social, esta se centró en la focalización de las acciones del Estado para atender a la población más necesitada, aparentemente con la intención de hacer más eficiente la asignación de recursos.

A partir de la actual administración federal, la política social da un giro importante, y se centra principalmente a tener como objetivo la implementación de una política social basada en derechos, teniendo como principal programa el de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores así como el programa Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, ambos programas de corte universal, además de las becas para estudiantes, entre otros, parece que el nuevo modelo se orienta de nueva cuenta a fortalecer el mercado interno, mediante la redistribución del gasto público así como a la atención de los grupos con mayor vulnerabilidad, pero no necesariamente los más empobrecidos, sin duda, se aprecian algunas ideas de corte keynesiano. Regeneración 19