/ martes 14 de diciembre de 2021

Economía y bienestar | Los salarios mínimos para el 2022

Desde 1976 la Comisión Nacional de Salarios Mínimos estableció una política de contención a los incrementos salariales bajo el argumento de que dicha acción desencadenaría procesos inflacionarios importantes que más que ayudar a la clase trabajadora, la inflación que provocaría el aumento los terminaría perjudicando más, es así como a partir de ese año y hasta el año 2018

Los incrementos en los salarios mínimos fue marginal, de tal forma que en incontables ocasiones los aparentes aumentos terminaban pulverizados por los incrementos en los precios, es decir, se vendía una historia llena de pavor al afirmar que casi de manera automática el aumento en el salario sería el causante de todos los males económicos principalmente por los efectos nocivos de la inflación, ya que ésta era provocada por los aumentos en los sueldos y salarios. Es así como a partir de este momento, se registró un proceso lento pero constante de pérdida del poder adquisitivo de los ingresos, que llegó a perder casi el 70 por ciento la capacidad de compra de los trabajadores, desde luego las consecuencias fueron más que visibles, con un deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores, pero además, se llegó a colocar a la fuerza de trabajo mexicana como una de las más baratas del mundo, en dicha situación la explicación era distinta, ya que eso atraería a los inversionistas tanto nacionales como internacionales al obtener la fuerza de trabajo a un precio irrisorio pero además en un país con frontera hacia uno de los mercados más grandes del mundo.

Lo anterior, fue haciendo evidente las asimetrías salariales entre los países que desde 1994 experimentan acuerdos de libre comercio, así mientras que en el país vecino el sueldo mínimo es de 7.25 dólares la hora, y en algunos estados llega hasta los 15 dólares por hora como es el caso del Distrito de Columbia, el diferencial de ingresos es significativo, aunque haya posturas que dicen que los ingresos están en relación directa a la condiciones contextuales, tal vez sí, pero lo cierto es que las condiciones de vida de un obrero o trabajador especializado en el país del norte es diametralmente distinto a las condiciones de los obreros nacionales, la respuesta a esta condición es derivada de la política de contención y control impuesta desde el gobierno federal a fin de ser más competitivos y con ello atraer inversiones a los diferentes sectores económicos.

Hoy se plantea que el salario mínimo para el año 2022 tendrá un incremento del 22 por ciento, con ello, el salario mínimo pasará de 141.70 a 172.87 pesos diarios, mientras que en la zona libre de la frontera norte pasará de 213.39 a 260.34 pesos por día, asimismo, los salarios profesionales recibirán un incremento del mismo porcentaje. Con lo anterior, se muestra una tendencia importante en términos de recuperación del ingreso, ya que el salario mínimo en el año 2018 era de apenas 88.36 pesos diarios. Lo interesante de ello, es que si bien es cierto hay una preocupación por el incremento en los índices de inflación en México, que según el Banco de México anda por el orden del 7.37 por ciento al primero de noviembre del año en curso, es importante considerar que actualmente a nivel internacional están experimentando altas tasas inflacionarias producto de la pandemia, ya que se ha desarticulado o roto la cadena de suministro de diferentes procesos productivos a nivel internacional, lo que ha provocado y pude seguir provocando dificultades en diversos sectores productivos para que éstos se reactiven, generando una contracción en la oferta de bienes y servicios, de ahí la inflación. Por lo anterior se va poniendo en claro que el incremento en los salarios mínimos no es el origen de todos los males, por el contrario, es el origen de una mejor distribución de la riqueza para atender problemas de pobreza y marginación.

Regeneración 19

Desde 1976 la Comisión Nacional de Salarios Mínimos estableció una política de contención a los incrementos salariales bajo el argumento de que dicha acción desencadenaría procesos inflacionarios importantes que más que ayudar a la clase trabajadora, la inflación que provocaría el aumento los terminaría perjudicando más, es así como a partir de ese año y hasta el año 2018

Los incrementos en los salarios mínimos fue marginal, de tal forma que en incontables ocasiones los aparentes aumentos terminaban pulverizados por los incrementos en los precios, es decir, se vendía una historia llena de pavor al afirmar que casi de manera automática el aumento en el salario sería el causante de todos los males económicos principalmente por los efectos nocivos de la inflación, ya que ésta era provocada por los aumentos en los sueldos y salarios. Es así como a partir de este momento, se registró un proceso lento pero constante de pérdida del poder adquisitivo de los ingresos, que llegó a perder casi el 70 por ciento la capacidad de compra de los trabajadores, desde luego las consecuencias fueron más que visibles, con un deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores, pero además, se llegó a colocar a la fuerza de trabajo mexicana como una de las más baratas del mundo, en dicha situación la explicación era distinta, ya que eso atraería a los inversionistas tanto nacionales como internacionales al obtener la fuerza de trabajo a un precio irrisorio pero además en un país con frontera hacia uno de los mercados más grandes del mundo.

Lo anterior, fue haciendo evidente las asimetrías salariales entre los países que desde 1994 experimentan acuerdos de libre comercio, así mientras que en el país vecino el sueldo mínimo es de 7.25 dólares la hora, y en algunos estados llega hasta los 15 dólares por hora como es el caso del Distrito de Columbia, el diferencial de ingresos es significativo, aunque haya posturas que dicen que los ingresos están en relación directa a la condiciones contextuales, tal vez sí, pero lo cierto es que las condiciones de vida de un obrero o trabajador especializado en el país del norte es diametralmente distinto a las condiciones de los obreros nacionales, la respuesta a esta condición es derivada de la política de contención y control impuesta desde el gobierno federal a fin de ser más competitivos y con ello atraer inversiones a los diferentes sectores económicos.

Hoy se plantea que el salario mínimo para el año 2022 tendrá un incremento del 22 por ciento, con ello, el salario mínimo pasará de 141.70 a 172.87 pesos diarios, mientras que en la zona libre de la frontera norte pasará de 213.39 a 260.34 pesos por día, asimismo, los salarios profesionales recibirán un incremento del mismo porcentaje. Con lo anterior, se muestra una tendencia importante en términos de recuperación del ingreso, ya que el salario mínimo en el año 2018 era de apenas 88.36 pesos diarios. Lo interesante de ello, es que si bien es cierto hay una preocupación por el incremento en los índices de inflación en México, que según el Banco de México anda por el orden del 7.37 por ciento al primero de noviembre del año en curso, es importante considerar que actualmente a nivel internacional están experimentando altas tasas inflacionarias producto de la pandemia, ya que se ha desarticulado o roto la cadena de suministro de diferentes procesos productivos a nivel internacional, lo que ha provocado y pude seguir provocando dificultades en diversos sectores productivos para que éstos se reactiven, generando una contracción en la oferta de bienes y servicios, de ahí la inflación. Por lo anterior se va poniendo en claro que el incremento en los salarios mínimos no es el origen de todos los males, por el contrario, es el origen de una mejor distribución de la riqueza para atender problemas de pobreza y marginación.

Regeneración 19