/ domingo 22 de abril de 2018

El 21 de abril en la Heroica Escuela Naval

Con un "montón" de sueños e ilusiones, jóvenes de solo quince años de edad cruzan el umbral de la Heroica Escuela Naval Militar en Antón Lizardo, Veracruz.

Con un fuerte abrazo se despiden de sus familiares, a los que solo verán en los días de visita y en sus cortas vacaciones. Empezaba la carrera de Oficial de la Armada de México, profesión plena de retos, esfuerzos, sacrificios, férrea disciplina y estudios de diversas materias académicas.

Cada 21 de Abril, fecha en que se conmemora la heroica defensa de nuestro México en el Puerto de Veracruz, en 1914, los jóvenes cadetes de nuevo ingreso ataviados con el uniforme de gala que portan con orgullo y respeto, reciben el espadín que confirma su categoría de cadetes de manos del Presidente de la República, al igual que los reconocimientos por altas calificaciones por parte de los agregados navales de diferentes países acreditados en México. Concluye la ceremonia con vistoso desfile del cuerpo de cadetes, cuya gallardía y distinción nos hace sentir un enorme orgullo por nuestros marinos mexicanos.

El recinto en pleno entona emocionado el himno de la escuela con espíritu patriota.

Cadete soy de la naval/ mi orgullo es ser marino/ cantando voy un himno al mar/ feliz con mi destino/ mi escuela y mi bandera/ las dos mi gloria son/ daré mi vida entera/ por defenderla de una invasión. Cadetes de la naval/ marchemos por la senda de la gloria/ cantando un himno al mar/ luchemos por la patria y la victoria/ juremos con honor/ honrar a nuestra patria mexicana/ y por ella morir con valor/ Cadetes de la naval.

Dios guarde a nuestros marinos de la Armada de México, valientes por aire, mar y tierra y en cuyo espíritu queda para siempre la inquebrantable determinación del cumplimiento del deber hasta el sacrificio, anteponiendo el interés personal a la SOBERANÍA DE LA NACIÓN.

Con un "montón" de sueños e ilusiones, jóvenes de solo quince años de edad cruzan el umbral de la Heroica Escuela Naval Militar en Antón Lizardo, Veracruz.

Con un fuerte abrazo se despiden de sus familiares, a los que solo verán en los días de visita y en sus cortas vacaciones. Empezaba la carrera de Oficial de la Armada de México, profesión plena de retos, esfuerzos, sacrificios, férrea disciplina y estudios de diversas materias académicas.

Cada 21 de Abril, fecha en que se conmemora la heroica defensa de nuestro México en el Puerto de Veracruz, en 1914, los jóvenes cadetes de nuevo ingreso ataviados con el uniforme de gala que portan con orgullo y respeto, reciben el espadín que confirma su categoría de cadetes de manos del Presidente de la República, al igual que los reconocimientos por altas calificaciones por parte de los agregados navales de diferentes países acreditados en México. Concluye la ceremonia con vistoso desfile del cuerpo de cadetes, cuya gallardía y distinción nos hace sentir un enorme orgullo por nuestros marinos mexicanos.

El recinto en pleno entona emocionado el himno de la escuela con espíritu patriota.

Cadete soy de la naval/ mi orgullo es ser marino/ cantando voy un himno al mar/ feliz con mi destino/ mi escuela y mi bandera/ las dos mi gloria son/ daré mi vida entera/ por defenderla de una invasión. Cadetes de la naval/ marchemos por la senda de la gloria/ cantando un himno al mar/ luchemos por la patria y la victoria/ juremos con honor/ honrar a nuestra patria mexicana/ y por ella morir con valor/ Cadetes de la naval.

Dios guarde a nuestros marinos de la Armada de México, valientes por aire, mar y tierra y en cuyo espíritu queda para siempre la inquebrantable determinación del cumplimiento del deber hasta el sacrificio, anteponiendo el interés personal a la SOBERANÍA DE LA NACIÓN.