Aunque parezca inverosímil, existe un filme: Con quién andan nuestros locos/ 1960, dirigida por Benito Alazraki y escrita por José Revueltas (sólido intelectual de izquierda), en donde se registra toda una escena de verdadero hálito surrealista: aquella cuando Manuel "El Loco Valdés" en una cantina está emborrachándose en compañía de una ¡vaca!
Siempre se ha pensado que la llegada de Luis Buñuel al cine de nuestro país en 1946 le dio ipso facto la patente de surrealista a su obra realizada para las pantallas mexicanas. Aunque, efectivamente, en Los olvidados, Subida al cielo, Él, El ángel exterminador, Simón del desierto transpiran el surrealismo del autor de Un perro andaluz, pero es oportuno echar un vistazo a 1937 cuando el pintor Adolfo Best Maugard dirigió en México una película de corte surrealista y que por mucho se adelantó a su tiempo: La mancha de sangre. Realizada en escenarios reales de cabaret y burdeles de la capital chilanga, el filme de Best Maugard puede ser considerado en dos aspectos: como el primer trabajo de cine experimental (quizá junto conDos monjes/1934, de Juan Bustillo Oro) y como el acercamiento pionero a un cine estigma para la industria fílmica nacional: el cine deficheras.
Adolfo Best Maugard, según algunos datos, nació en la Ciudad de México en 1861 y murió en 1964, fue antes que nada un artista polifacético: pintor y promotor cultural. Tuvo el encargo gubernamental de acompañar a Sergei Eisenstein cuando éste vino a nuestro país a finales de 1930 para filmar ¡Que viva México!, la cual quedó inconclusa.
De la vida de Best Maugard se puede rastrear lo anotado en el portal de "Escritores del Cine Sonoro mexicano de la UNAM". Cito: "Marchó a Europa, estudió como tantos otros, a Rafael, a Velázquez, a Frans Hals, Rembrandt, a Leonardo, a Rubens, a todos los maestros y no tardó en convencerse de que ellos habían dicho la última palabra en materia de línea; (...) Se codeó con los postimpresionistas, conoció íntimamente a Matisse, a Cezanne, y al atormentado y disputado Gauguin. Examinó con cautela la cabalgata del cubismo que pasó a galope tendido por Europa sembrando el pánico en las academias del mundo". Entre 1912 y 1913 colgó unos paisajes en el Salón de Otoño en París y conoció a Diego Rivera. “Y después de haber visto todo eso, regresó a México con el espíritu preparado para una evolución de la que había de salir creando de una vez el verdadero arte mexicano”.
Justamente, al viajar a Europa, es que Best Maugard se impregnó de las vanguardias cinematografías en cuanto en sus apuestas visuales, enriquecidas por interés en la coreografía, la escritura y la pintura emanadas del cubismo, el futurismo, el surrealismo y el expresionismo alemán
Alentado por el ánimo de participar en el impulso de la evolución del arte en nuestro país, es nombrado en 1921 jefe del Departamento de Educación Artística (de la recién creada Secretaría de Educación Pública) desde donde promueve su famoso Método de dibujo que rescata elementos decorativos de la cerámica prehispánica, cardinales para su creación plástica. Deja el cargo en 1924. Viaja de nuevo a Europa y en 1964 fallece en Atenas, Grecia.
La historia La mancha de sangre es la de unos gánsteres que se enrolan en el mundo de las prostitutas para disfrutar su actividad, así como la vida difícil y "sacrificada" de las cabareteras, confluyen en La mancha de sangre en un anti Indio Fernández deVíctimas del pecado/ 1950 o Alberto Gout deAventurera/ 1949. Es decir, la película de Best Maugard no acude al planteamiento escénico urbano de ficción: es la urbe la misma escena de la ficción elaborada.
La mancha de sangre trata la historia de la fichera Camelia (Stella Inda) quien se compadece de Guillermo, un joven provinciano a quien levanta de la penuria. Pronto Guillermo irá enrolándose en el tufo social de la ciudad y se convertirá en un gángster.
Con un guion de Miguel Ruiz, quien escribiera tambiénEl prisionero número13/, dirigida por Fernando de Fuentes en 1933,La mancha de sangrese alejó de la música ornamental y expiatoria de Agustín Lara –tan recurrente en varias de las cintas de los cuarenta, sobre todo de las de Ninón Sevilla y María Antonieta Pons-, y penetró en las vísceras de los antros donde el destino duerme su sueño de hastío y resignación.
El filme de Best Maugard carece, también, de la complacencia plástica del Gabriel Figueroa de El salón México, contiene más bien un interesante diálogo de luz y sombras que soporta el discurso escénico con tonos poéticos. En esa línea visual,La mancha de sangreconsigue un amargo plasticismo alejado de retóricas visuales gracias a la buena mirada de los cinefotógrafos Agustín Jiménez y Rose Fisher.
A mediados de los noventa, la Filmoteca de la UNAM, después de dos años de restauración de los rollos, dio a conocer siete de los nueve rollos de que constabaLa Mancha de Sangredespués de casi ¡60 años! de desaparecidos. El canal 22 la exhibió en su momento.
Es gratificante ver La mancha de sangrecomo un texto fílmico de la era embrionaria del cine mexicano que reunía las características del arte cinematográfico. Si bien la película de Best Maugard es una propuesta intelectual, es correcto apuntar que expresa con honestidad algunas de las preocupaciones artísticas de la época.
Lamancha de sangrecontó con las actuaciones de sólo dos actores profesionales: Stella Inda (mamá de Pedro enLos olvidadosde Buñuel) y Manuel Dondé. El resto del elenco estaba compuesto por verdaderos gánsteres y meretrices.
Sobre el surrealismo en el cine mexicano, amén de los deBuñuel y Best Maugard, son destacables los trabajos de Alejandro Jodorowski (Fando y Lis), Rafael Corkidi (Deseos) y Juan López Moctezuma (La mansión de la locura)…