/ viernes 13 de marzo de 2020

El Cumpleaños del Perro | Bob Marley

Marley/ EUA-Reino Unido-2012, de Kevin Macdonald, despliega sus 142 minutos sin desperdicio para dar un repaso por la vida y obra del legendario Bob Marley/ 1945-1981 (en cuyo honor, por cierto, fue impuesto el nombre científico bobmarleya gadensis a un molusco marino).

Con buen respiro visual y barajando con efectivo pulso fílmico el metraje descomunal de tanta información sobre Marley, Macdonald estaciona su cámara en varios frentes: ante los familiares directos del rey del reggae (su viuda, primos), amigos (incluyendo a la primera maestra de Marley) y músicos sobrevivientes de su grupo musical The Wailers para dar una mirada de 360 grados sobre los pormenores de la carrera mítica del símbolo pop contemporáneo de Jamaica.

Queda sólo en el terreno de la especulación qué hubiese sido de este documental en manos de Martin Scorsese, quien sonaba para dirigirlo, al igual que Jonathan Demme. Macdonald no se enredó en la cursilería del panegírico, lugar común en el que caen algunos cineastas al inmiscuirse en un filme documental sobre una celebridad. Macdonald toma una agradecible distancia sobre algunos sesgos de barroquismos emocionales (contrario a su película de ficción El último rey de Escocia/ 2006) y da las pinceladas necesarias del pensamiento filosófico o de vida de Marley, dosificado en una entrevista de archivo del músico jamaiquino.

Lo interesante de Marley es la cantidad de material visual y auditivo inédito que se muestra. Desde la primera foto conocida en la que aparece Marley hasta su último concierto en Pittsburgh, pasando por las infaltables entrevistas a quienes lo conocieron desde su infancia humilde en Nine Mile, Saint Ann, en las montañas de Jamaica, en su etapa en Kingston, en el barrio Trench Town (“donde nació el reggae y posee todo el talento de Jamaica; es el lugar donde solían llevar a los esclavos, así que tiene una vibración pesada”), hasta su famosa morada en Hope Road.

En la parte que dice Marley, en off, que “Mi padre era negro, mi madre negra. Yo no estoy de lado de nadie; yo no estoy con los negros, no estoy con los blancos, estoy con Dios”, estamos ante un momento interesante de la cinta para entender el traslado de la figura del genio del reggae a los estratos de la espiritualidad y su adhesión al movimiento rastafari (que reconocía a Haile Selassie I, emperador de Etiopía, como una especie de reencarnación divina).

Lo interesante de Marley es la cantidad de material visual y auditivo inédito que se muestra

Marley/ EUA-Reino Unido-2012, de Kevin Macdonald, despliega sus 142 minutos sin desperdicio para dar un repaso por la vida y obra del legendario Bob Marley/ 1945-1981 (en cuyo honor, por cierto, fue impuesto el nombre científico bobmarleya gadensis a un molusco marino).

Con buen respiro visual y barajando con efectivo pulso fílmico el metraje descomunal de tanta información sobre Marley, Macdonald estaciona su cámara en varios frentes: ante los familiares directos del rey del reggae (su viuda, primos), amigos (incluyendo a la primera maestra de Marley) y músicos sobrevivientes de su grupo musical The Wailers para dar una mirada de 360 grados sobre los pormenores de la carrera mítica del símbolo pop contemporáneo de Jamaica.

Queda sólo en el terreno de la especulación qué hubiese sido de este documental en manos de Martin Scorsese, quien sonaba para dirigirlo, al igual que Jonathan Demme. Macdonald no se enredó en la cursilería del panegírico, lugar común en el que caen algunos cineastas al inmiscuirse en un filme documental sobre una celebridad. Macdonald toma una agradecible distancia sobre algunos sesgos de barroquismos emocionales (contrario a su película de ficción El último rey de Escocia/ 2006) y da las pinceladas necesarias del pensamiento filosófico o de vida de Marley, dosificado en una entrevista de archivo del músico jamaiquino.

Lo interesante de Marley es la cantidad de material visual y auditivo inédito que se muestra. Desde la primera foto conocida en la que aparece Marley hasta su último concierto en Pittsburgh, pasando por las infaltables entrevistas a quienes lo conocieron desde su infancia humilde en Nine Mile, Saint Ann, en las montañas de Jamaica, en su etapa en Kingston, en el barrio Trench Town (“donde nació el reggae y posee todo el talento de Jamaica; es el lugar donde solían llevar a los esclavos, así que tiene una vibración pesada”), hasta su famosa morada en Hope Road.

En la parte que dice Marley, en off, que “Mi padre era negro, mi madre negra. Yo no estoy de lado de nadie; yo no estoy con los negros, no estoy con los blancos, estoy con Dios”, estamos ante un momento interesante de la cinta para entender el traslado de la figura del genio del reggae a los estratos de la espiritualidad y su adhesión al movimiento rastafari (que reconocía a Haile Selassie I, emperador de Etiopía, como una especie de reencarnación divina).

Lo interesante de Marley es la cantidad de material visual y auditivo inédito que se muestra