/ miércoles 17 de marzo de 2021

El cumpleaños del perro | El brazo fuerte

Nuestro cine tiene en su padrón películas que prácticamente son del dominio público: Nosotros los pobres/ 1947, Ahí está el detalle/ 1940, El rey del barrio/ 1948. Sin embargo, existen otros filmes poco vistos, raros o casi desconocidos como El diablo y la calentura, de Ariel Zúñiga, La montaña sagrada, de Alejandro Jodorowski, Panfucio santo, de Rafael Corkidi, El despojo, de Antonio Reynoso y El brazo fuerte, de Giovanni Korporaal.

El director holandés Giovanni Korporaal fue un caso excepcional dentro del cine mexicano. Nacido en Venecia, Italia, en 1932 de padres holandeses -muerto en febrero de 2004-, Korporaal fue documentalista en Alemania, España y Holanda, amén de una incursión actoral en Ladrón de bicicletas/1947, la célebre película de Vittorio De Sica.

En México realizó mayormente documentales y tres largometrajes: El brazo fuerte/1958, El diabólico/1976 y Piedras/1979.

Basándose en un cuento del escritor veracruzano Juan de la Cabada, Giovanni Korporaal filmó El brazo fuerte, una deliciosa sátira política acerca de un cacique en uno de los tantos pueblos de la provincia mexicana.

La historia que se narra es la del ingeniero Torres, quien es comisionado desde el centro (DF) al pueblo de Piritidito para supervisar los trabajos de la construcción de una carretera.

Ante las animadversiones recibidas por la gente del lugar, el ingeniero decide irse. Sin embargo, una carta que recibe directamente de la oficina del presidente de la República, cambia su destino.

Los principales del pueblo (el alcalde, el cacique de la tienda llamada El brazo fuerte y los líderes locales del partido) y los moradores en general, creen que el ingeniero es alguien importante, puesto que se cartea personalmente con el presidente.

Pronto las actitudes de todos cambian para con el ingeniero. El cacique de El brazo fuerte ahora sí permite –y hasta estimula- la relación del ingeniero con su única hija, con la que se casa en un bodorrio al cual asiste todo el pueblo.

El ingeniero logra que el alcalde apruebe dineros para la terminación de la carretera. Así, empieza el ingeniero a extender sus redes de poder con el poder político. Le ofrecen la candidatura para alcalde, cosa que desvía hacia un títere de él.

Al paso de los años y ya con siete hijos (y otros más regados por ahí, al estilo de Cruz Treviño Martínez de la Garza, el personaje de La oveja negra/ 1949), al ingeniero se le ve firme en su puesto de cacique. Se dice, en unas coplas anónimas, que ha mandado matar gente y ha financiado candidatos de su parecer.

En un mitin político de un aspirante opositor, el ingeniero sube al entarimado a refutarlo y ¡zas! Cae y se mata. Los serviles a él y la viuda deciden abrir, ante notario público, el escritorio del ingeniero. Para sorpresa de los presentes, se encuentran con la famosa carta que le mandó el presidente años atrás. Resulta que en ella viene escrito el fulminante cese del ingeniero por tranza e incompetente.

El brazo fuerte tuvo que esperar hasta 1974 para su estreno, ya que la censura la vio como una ofensa al sistema político. Vista a la distancia, la película de Giovanni Korporaal funciona más como una mirada estética al entorno rural que como una frontal denuncia social. Si bien la sátira es elocuente y solo faltó el nombre del entonces partido oficial, la verdadera valía del filme radica en ese verismo -muy al estilo del neorrealismo italiano- que le imprimió Korporaal a su narración, utilizando para el efecto a actores no profesionales…

Nuestro cine tiene en su padrón películas que prácticamente son del dominio público: Nosotros los pobres/ 1947, Ahí está el detalle/ 1940, El rey del barrio/ 1948. Sin embargo, existen otros filmes poco vistos, raros o casi desconocidos como El diablo y la calentura, de Ariel Zúñiga, La montaña sagrada, de Alejandro Jodorowski, Panfucio santo, de Rafael Corkidi, El despojo, de Antonio Reynoso y El brazo fuerte, de Giovanni Korporaal.

El director holandés Giovanni Korporaal fue un caso excepcional dentro del cine mexicano. Nacido en Venecia, Italia, en 1932 de padres holandeses -muerto en febrero de 2004-, Korporaal fue documentalista en Alemania, España y Holanda, amén de una incursión actoral en Ladrón de bicicletas/1947, la célebre película de Vittorio De Sica.

En México realizó mayormente documentales y tres largometrajes: El brazo fuerte/1958, El diabólico/1976 y Piedras/1979.

Basándose en un cuento del escritor veracruzano Juan de la Cabada, Giovanni Korporaal filmó El brazo fuerte, una deliciosa sátira política acerca de un cacique en uno de los tantos pueblos de la provincia mexicana.

La historia que se narra es la del ingeniero Torres, quien es comisionado desde el centro (DF) al pueblo de Piritidito para supervisar los trabajos de la construcción de una carretera.

Ante las animadversiones recibidas por la gente del lugar, el ingeniero decide irse. Sin embargo, una carta que recibe directamente de la oficina del presidente de la República, cambia su destino.

Los principales del pueblo (el alcalde, el cacique de la tienda llamada El brazo fuerte y los líderes locales del partido) y los moradores en general, creen que el ingeniero es alguien importante, puesto que se cartea personalmente con el presidente.

Pronto las actitudes de todos cambian para con el ingeniero. El cacique de El brazo fuerte ahora sí permite –y hasta estimula- la relación del ingeniero con su única hija, con la que se casa en un bodorrio al cual asiste todo el pueblo.

El ingeniero logra que el alcalde apruebe dineros para la terminación de la carretera. Así, empieza el ingeniero a extender sus redes de poder con el poder político. Le ofrecen la candidatura para alcalde, cosa que desvía hacia un títere de él.

Al paso de los años y ya con siete hijos (y otros más regados por ahí, al estilo de Cruz Treviño Martínez de la Garza, el personaje de La oveja negra/ 1949), al ingeniero se le ve firme en su puesto de cacique. Se dice, en unas coplas anónimas, que ha mandado matar gente y ha financiado candidatos de su parecer.

En un mitin político de un aspirante opositor, el ingeniero sube al entarimado a refutarlo y ¡zas! Cae y se mata. Los serviles a él y la viuda deciden abrir, ante notario público, el escritorio del ingeniero. Para sorpresa de los presentes, se encuentran con la famosa carta que le mandó el presidente años atrás. Resulta que en ella viene escrito el fulminante cese del ingeniero por tranza e incompetente.

El brazo fuerte tuvo que esperar hasta 1974 para su estreno, ya que la censura la vio como una ofensa al sistema político. Vista a la distancia, la película de Giovanni Korporaal funciona más como una mirada estética al entorno rural que como una frontal denuncia social. Si bien la sátira es elocuente y solo faltó el nombre del entonces partido oficial, la verdadera valía del filme radica en ese verismo -muy al estilo del neorrealismo italiano- que le imprimió Korporaal a su narración, utilizando para el efecto a actores no profesionales…