/ lunes 10 de agosto de 2020

El Cumpleaños del Perro | El cansancio anticipado de las pequeñas cosas

A principios de año, caminaba por una de las calles más transitadas de la ciudad cuando un carro se trepó a la banqueta por donde yo iba. El asunto es que la velocidad con que viajaba el vehículo era alta para el lugar, pleno centro de la ciudad.

A milímetros de mis pies se detuvo. Un breve espacio vital me separó de no ser atropellado. Pero me regreso: iba yo pensando muchas cosas, sabiéndome que la muerte (que tiene el rostro del azar indudablemente) no estaría ocupada en mí ese día.

Pensaba en mi madre, en las deudas, en los proyectos, en los quehaceres y las pequeñas cosas de mi vida atiborrada por el desencanto y, paradójicamente, por las ansias inmensas de vivir, cuando pasó lo del carro trepado a la banqueta.

Canta Joan Manuel Serrat:

"Uno se cree/ que las mató/ el tiempo y la ausencia./ Pero su tren/ vendió boleto/ de ida y vuelta./ Son aquellas pequeñas cosas,/ que nos dejó un tiempo de rosas/ en un rincón,/ en un papel/ o en un cajón./ Como un ladrón/ te acechan detrás/ de la puerta./ Te tienen tan/ a su merced/ como hojas muertas/ que el viento arrastra allá o aquí,/ que te sonríen tristes y/ nos hacen que/ lloremos cuando/ nadie nos ve".

¿Cuáles son esas pequeñas cosas? La de todos los días quienes, al final del naufragio de los años, quedan como pecios en el mar del recuerdo, en la memoria. La memoria es la manera humana de la inmortalidad. No muere aquello que recordamos, que aún arde en nuestros intereses subjetivos. Benedetti escribió: "De qué se nutre la nostalgia?/ Uno evoca dulzuras/ cielos/ atormentados/ tormentas celestiales".

¿Qué cosas son las cosas que se extrañan? Las que nos son amables, las que nos han revitalizado, las que nos han puesto frente a la contundencia de lo efímero. ¿Qué cosas son las que se extrañan? La vida que se va, pero, ¡vaya paradoja! Uno vive de sus muertos. Ellos, los que se nos adelantaron en el camino, nos constituyen, son partes de nuestra cartografía.

Las cosas que se extrañan son las que no nos dejan nunca, ni aun en el dolor, es decir: en la añoranza. Siempre buscamos la perpetuación del presente, ése es el error del ego. Caemos, sin duda, en el verso de Pessoa: "Tengo el cansancio anticipado de lo que no encontraré". Buscar significa creer. Las pequeñas cosas pasadas, como apunta Serrat en su canción, "nos hacen que/ lloremos cuando/ nadie nos ve". Llorar es la confirmación del vivir...

A principios de año, caminaba por una de las calles más transitadas de la ciudad cuando un carro se trepó a la banqueta por donde yo iba. El asunto es que la velocidad con que viajaba el vehículo era alta para el lugar, pleno centro de la ciudad.

A milímetros de mis pies se detuvo. Un breve espacio vital me separó de no ser atropellado. Pero me regreso: iba yo pensando muchas cosas, sabiéndome que la muerte (que tiene el rostro del azar indudablemente) no estaría ocupada en mí ese día.

Pensaba en mi madre, en las deudas, en los proyectos, en los quehaceres y las pequeñas cosas de mi vida atiborrada por el desencanto y, paradójicamente, por las ansias inmensas de vivir, cuando pasó lo del carro trepado a la banqueta.

Canta Joan Manuel Serrat:

"Uno se cree/ que las mató/ el tiempo y la ausencia./ Pero su tren/ vendió boleto/ de ida y vuelta./ Son aquellas pequeñas cosas,/ que nos dejó un tiempo de rosas/ en un rincón,/ en un papel/ o en un cajón./ Como un ladrón/ te acechan detrás/ de la puerta./ Te tienen tan/ a su merced/ como hojas muertas/ que el viento arrastra allá o aquí,/ que te sonríen tristes y/ nos hacen que/ lloremos cuando/ nadie nos ve".

¿Cuáles son esas pequeñas cosas? La de todos los días quienes, al final del naufragio de los años, quedan como pecios en el mar del recuerdo, en la memoria. La memoria es la manera humana de la inmortalidad. No muere aquello que recordamos, que aún arde en nuestros intereses subjetivos. Benedetti escribió: "De qué se nutre la nostalgia?/ Uno evoca dulzuras/ cielos/ atormentados/ tormentas celestiales".

¿Qué cosas son las cosas que se extrañan? Las que nos son amables, las que nos han revitalizado, las que nos han puesto frente a la contundencia de lo efímero. ¿Qué cosas son las que se extrañan? La vida que se va, pero, ¡vaya paradoja! Uno vive de sus muertos. Ellos, los que se nos adelantaron en el camino, nos constituyen, son partes de nuestra cartografía.

Las cosas que se extrañan son las que no nos dejan nunca, ni aun en el dolor, es decir: en la añoranza. Siempre buscamos la perpetuación del presente, ése es el error del ego. Caemos, sin duda, en el verso de Pessoa: "Tengo el cansancio anticipado de lo que no encontraré". Buscar significa creer. Las pequeñas cosas pasadas, como apunta Serrat en su canción, "nos hacen que/ lloremos cuando/ nadie nos ve". Llorar es la confirmación del vivir...