/ lunes 6 de julio de 2020

El cumpleaños del perro | El cine en tiempos del Covid-19

Los días de confinamiento nos han obligado a reconfigurar rutinas, hábitos de vida y, en especial, la manera de agenciarnos entretenimientos o esparcimientos dentro de las amorosas cuatro paredes del hogar.

Las medidas que han tomado las autoridades sanitarias han sido contundentes para paliar el avance de la pandemia entre la población. Y una de esas acciones fueron el cierre de negocios o espacios no indispensables, como las salas de cine. No hay discusión ni polémica al respecto: la salud es primero y eso no admite discusión.

Así, entonces, una de las diversiones preferidas de los mexicanos quedó cancelada o, mejor dicho, suspendida hasta que todo vuelva a la normalidad. ¿Y qué hacer ahora? Queda ver cine en casa, vía streaming o las plataformas de compra de alquiler de películas.

Siempre se ha dicho que el cine se ve mejor en el cine, por aquello de la espectacularidad de la imagen agigantada en la pantalla amén de la oscuridad de la sala que, se supone, no nos distrae, a que si la película la viéramos en nuestra casa (incluso, acostados en la cama, en una lap top).

Recuerdo que cuando Alfonso Cuarón quiso enviar en 2018 su película Roma al Festival de Cannes fue rechazado ipso facto, debido a la institucional renuencia del festival más famoso del mundo a recibir filmes que no hayan sido estrenados en salas de cine convencionales. La acción posterior de Cuarón es conocida: la envió a Venecia donde obtuvo el León de Oro (que un año antes había ganado otro mexicano, Guillermo del Toro, con La forma del agua).

Es irrefutable una cosa: el cine (las películas), como producto de entretenimiento, es uno de los más consumidos, si no el que más, durante la pandemia. Forma buena parte del tiempo de programación en las televisoras tanto de señal abierta como de paga. Es decir, el cine sigue estando presente en la agenda de la sociedad.

Incluso, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, la encargada de otorgar el premio Oscar, ha anunciado que para la versión 2021 aceptará filmes que hayan sido estrenados en streaming, cosa si bien algo polémica no del todo inédita. En años recientes la Academia ha abierto sus puertas a películas producidas por conglomerados de streaming, tales como Roma o El irlandéspese a reticencias de algunos “monstruos” hollywodenses como Steven Spielberg, quien aducía que las películas realizadas por Netflix, Amazon, Vimeo y Filmin merecían competir por el Emmy, que premia lo mejor de la televisión, porque para Spielberg eso no era cine sino tv.

Lo cierto es que el cine sigue vigente. Viva el cine…

Los días de confinamiento nos han obligado a reconfigurar rutinas, hábitos de vida y, en especial, la manera de agenciarnos entretenimientos o esparcimientos dentro de las amorosas cuatro paredes del hogar.

Las medidas que han tomado las autoridades sanitarias han sido contundentes para paliar el avance de la pandemia entre la población. Y una de esas acciones fueron el cierre de negocios o espacios no indispensables, como las salas de cine. No hay discusión ni polémica al respecto: la salud es primero y eso no admite discusión.

Así, entonces, una de las diversiones preferidas de los mexicanos quedó cancelada o, mejor dicho, suspendida hasta que todo vuelva a la normalidad. ¿Y qué hacer ahora? Queda ver cine en casa, vía streaming o las plataformas de compra de alquiler de películas.

Siempre se ha dicho que el cine se ve mejor en el cine, por aquello de la espectacularidad de la imagen agigantada en la pantalla amén de la oscuridad de la sala que, se supone, no nos distrae, a que si la película la viéramos en nuestra casa (incluso, acostados en la cama, en una lap top).

Recuerdo que cuando Alfonso Cuarón quiso enviar en 2018 su película Roma al Festival de Cannes fue rechazado ipso facto, debido a la institucional renuencia del festival más famoso del mundo a recibir filmes que no hayan sido estrenados en salas de cine convencionales. La acción posterior de Cuarón es conocida: la envió a Venecia donde obtuvo el León de Oro (que un año antes había ganado otro mexicano, Guillermo del Toro, con La forma del agua).

Es irrefutable una cosa: el cine (las películas), como producto de entretenimiento, es uno de los más consumidos, si no el que más, durante la pandemia. Forma buena parte del tiempo de programación en las televisoras tanto de señal abierta como de paga. Es decir, el cine sigue estando presente en la agenda de la sociedad.

Incluso, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, la encargada de otorgar el premio Oscar, ha anunciado que para la versión 2021 aceptará filmes que hayan sido estrenados en streaming, cosa si bien algo polémica no del todo inédita. En años recientes la Academia ha abierto sus puertas a películas producidas por conglomerados de streaming, tales como Roma o El irlandéspese a reticencias de algunos “monstruos” hollywodenses como Steven Spielberg, quien aducía que las películas realizadas por Netflix, Amazon, Vimeo y Filmin merecían competir por el Emmy, que premia lo mejor de la televisión, porque para Spielberg eso no era cine sino tv.

Lo cierto es que el cine sigue vigente. Viva el cine…