/ lunes 6 de junio de 2022

El cumpleaños del perro | El documentalista Scorsese

Muchas veces me he preguntado por qué cineastas se ven atraídos por la realización de documentales sobre figuras de la música. Una respuesta inmediata y directa sería que por gusto o afinidad electiva. La otra, porque simplemente es chamba.

La diferencia entre un documentalista digamos per se y un cineasta es notorio; mientras el primero escudriña casi con la mirada absoluta en los entretejidos (o el contexto social), el segundo apuesta por el referente subjetivo que delata la evidencia palpable: la contradicción del hombre.

Martin Scorsese, cineasta más que probado y de enorme prestigio, incursiona de nueva cuenta en el género del documental musical, esta vez para adentrarse, con maestría, en la vida del Beatle George Harrison a través de un metraje de 208 minutos oscilando su exposición desde su nacimiento, el paso por el Cuarteto de Liverpool, su enamoramiento (y práctica) de las doctrinas hindúes hasta su vida como solista y posterior muerte.

La fórmula conocida de la entrevista, mezclada con imágenes y canciones, pero aplicada bajo la tutela de un cineasta, hacen de “George Harrison: viviendo en el mundo material”/ EUA- 2011 un documental vigoroso, burilado en sus concatenaciones de ordenamiento fílmico.

Testimonio y carta natural de admiración, este documental explora lo ya conocido de Harrison aunque con una mirada irrebatible: las declaraciones de las personas más próximas a Harrison. Así, por ejemplo, es destacable el énfasis que pone Scorsese en el talento del guitarrista frenado en su faceta como compositor ante las avasallantes de Lennon y McCartney.

Aunque el metraje dedicado a la inclinación de Harrison por las doctrinas hindúes sea un poco extenso y reiterativo, tal vez lo haya sido para entender por qué se le ha adjudicado, con el paso del tiempo, la referida espiritualidad a Harrison en su faceta como autor; de allí que suene bastante alusivo y preciso el título tomado del álbum homónimo de 1973: “Living in the material world”.

A diferencia de los documentales sobre Bob Dylan (“No direction home”), The Rolling Stones (“Shine a light”) y The Band (“El último vals”), “George Harrison: viviendo en el mundo material” muestra a un Scorsese reposado, señorial en el manejo de la narratividad fílmica en aras de una de sus pasiones más caras: el rock.

“George Harrison: viviendo en el mundo material” se encuentra disponible en varias plataformas digitales…

Muchas veces me he preguntado por qué cineastas se ven atraídos por la realización de documentales sobre figuras de la música. Una respuesta inmediata y directa sería que por gusto o afinidad electiva. La otra, porque simplemente es chamba.

La diferencia entre un documentalista digamos per se y un cineasta es notorio; mientras el primero escudriña casi con la mirada absoluta en los entretejidos (o el contexto social), el segundo apuesta por el referente subjetivo que delata la evidencia palpable: la contradicción del hombre.

Martin Scorsese, cineasta más que probado y de enorme prestigio, incursiona de nueva cuenta en el género del documental musical, esta vez para adentrarse, con maestría, en la vida del Beatle George Harrison a través de un metraje de 208 minutos oscilando su exposición desde su nacimiento, el paso por el Cuarteto de Liverpool, su enamoramiento (y práctica) de las doctrinas hindúes hasta su vida como solista y posterior muerte.

La fórmula conocida de la entrevista, mezclada con imágenes y canciones, pero aplicada bajo la tutela de un cineasta, hacen de “George Harrison: viviendo en el mundo material”/ EUA- 2011 un documental vigoroso, burilado en sus concatenaciones de ordenamiento fílmico.

Testimonio y carta natural de admiración, este documental explora lo ya conocido de Harrison aunque con una mirada irrebatible: las declaraciones de las personas más próximas a Harrison. Así, por ejemplo, es destacable el énfasis que pone Scorsese en el talento del guitarrista frenado en su faceta como compositor ante las avasallantes de Lennon y McCartney.

Aunque el metraje dedicado a la inclinación de Harrison por las doctrinas hindúes sea un poco extenso y reiterativo, tal vez lo haya sido para entender por qué se le ha adjudicado, con el paso del tiempo, la referida espiritualidad a Harrison en su faceta como autor; de allí que suene bastante alusivo y preciso el título tomado del álbum homónimo de 1973: “Living in the material world”.

A diferencia de los documentales sobre Bob Dylan (“No direction home”), The Rolling Stones (“Shine a light”) y The Band (“El último vals”), “George Harrison: viviendo en el mundo material” muestra a un Scorsese reposado, señorial en el manejo de la narratividad fílmica en aras de una de sus pasiones más caras: el rock.

“George Harrison: viviendo en el mundo material” se encuentra disponible en varias plataformas digitales…