/ lunes 11 de enero de 2021

El cumpleaños del perro | El otro Oskar Schindler

He de confesar que ante el género llamado biopic tenga más reservas que aceptaciones. Por un lado, la biografía fílmica atiende las virtudes del aludido -las cuales deben ser muchas y, particularmente, lacrimógenas para su resultado edulcorado-, pero muy pocas veces sacan a flote la parte del iceberg oculto de la verdadera personalidad o, en su defecto, de los cánones morales de su contexto.

Dos ejemplos apuntalan lo anterior: “Una mente brillante” / 2001, acerca del Nobel de Economía John Nash, y “Descubriendo el país de Nunca Jamás”/ 2004, sobre la vida del autor de Peter Pan: J. M. Barrie.

No es el caso de “John Rabe”/ Alemania- China- 2008, de Florian Gallenberger, quien la misma anécdota soporta el caparazón del melodrama ramplón: la historia del ingeniero alemán John Rabe/ Ulrich Tukur, afiliado al partido nazi que, en tiempos de la invasión japonesa en 1937 a la ciudad china de Nanking, pudo maniobrar para salvar a más de 200 mil chinos.

La referencia obligada es sin duda, “La Lista de Schindler”, de Steven Spielberg, solo que Florian Gallenberger/ Múnich- 1972 ofrece una mirada más contextual y de contención (sin contar con los segmentos extraídos de documentales originales y bombardeos espectaculares) al colocar a su personaje en una sinfonía de tintes políticos interesantes, aunque a veces esquemáticos y predecibles (un Steve Buscemi anti nazi que se rinde ante el humanismo de Rabe).

Titulada en México de manera cursilona: “Sonata para un hombre bueno”, lo cierto que este filme de Florian Gallenberger nos ocupa sobre la vida de un personaje que parecería de veras más fílmico que real. Y es que a veces eso tiene el cine: nos acerca a otros mundos, otras culturas y personajes que hicieron de su destino un asunto casi de calca para una biografía o una cinta.

Basado en el libro “Un Buen Hombre en Nanking”, Diarios de John Rabe publicados en 1998, el guion escrito por Gallenberger es un desplegado respetable de espectáculo visual digna de cualquier superproducción hollywoodense. La sola secuencia donde Rabe mete a los chinos bajo la bandera nazi durante los bombardeos nipones valen el filme cuya longitud de 135 minutos no decae en nada la atención y pulcra narración de Gallenberger, aunque el prurito de querer ocultar a las mujeres chinas para que no fueran violadas raya en lo ramplón del melodrama manierista y barato, la anécdota sobre lo terrible de la invasión queda bien planteada en el filme, el cual está disponible en plataformas streaming…

Titulada en México de manera cursilona: “Sonata para un hombre bueno”, lo cierto que este filme de Florian Gallenberger nos ocupa sobre la vida de un personaje que parecería de veras más fílmico que real.



Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast

Deezer

Amazon Music

He de confesar que ante el género llamado biopic tenga más reservas que aceptaciones. Por un lado, la biografía fílmica atiende las virtudes del aludido -las cuales deben ser muchas y, particularmente, lacrimógenas para su resultado edulcorado-, pero muy pocas veces sacan a flote la parte del iceberg oculto de la verdadera personalidad o, en su defecto, de los cánones morales de su contexto.

Dos ejemplos apuntalan lo anterior: “Una mente brillante” / 2001, acerca del Nobel de Economía John Nash, y “Descubriendo el país de Nunca Jamás”/ 2004, sobre la vida del autor de Peter Pan: J. M. Barrie.

No es el caso de “John Rabe”/ Alemania- China- 2008, de Florian Gallenberger, quien la misma anécdota soporta el caparazón del melodrama ramplón: la historia del ingeniero alemán John Rabe/ Ulrich Tukur, afiliado al partido nazi que, en tiempos de la invasión japonesa en 1937 a la ciudad china de Nanking, pudo maniobrar para salvar a más de 200 mil chinos.

La referencia obligada es sin duda, “La Lista de Schindler”, de Steven Spielberg, solo que Florian Gallenberger/ Múnich- 1972 ofrece una mirada más contextual y de contención (sin contar con los segmentos extraídos de documentales originales y bombardeos espectaculares) al colocar a su personaje en una sinfonía de tintes políticos interesantes, aunque a veces esquemáticos y predecibles (un Steve Buscemi anti nazi que se rinde ante el humanismo de Rabe).

Titulada en México de manera cursilona: “Sonata para un hombre bueno”, lo cierto que este filme de Florian Gallenberger nos ocupa sobre la vida de un personaje que parecería de veras más fílmico que real. Y es que a veces eso tiene el cine: nos acerca a otros mundos, otras culturas y personajes que hicieron de su destino un asunto casi de calca para una biografía o una cinta.

Basado en el libro “Un Buen Hombre en Nanking”, Diarios de John Rabe publicados en 1998, el guion escrito por Gallenberger es un desplegado respetable de espectáculo visual digna de cualquier superproducción hollywoodense. La sola secuencia donde Rabe mete a los chinos bajo la bandera nazi durante los bombardeos nipones valen el filme cuya longitud de 135 minutos no decae en nada la atención y pulcra narración de Gallenberger, aunque el prurito de querer ocultar a las mujeres chinas para que no fueran violadas raya en lo ramplón del melodrama manierista y barato, la anécdota sobre lo terrible de la invasión queda bien planteada en el filme, el cual está disponible en plataformas streaming…

Titulada en México de manera cursilona: “Sonata para un hombre bueno”, lo cierto que este filme de Florian Gallenberger nos ocupa sobre la vida de un personaje que parecería de veras más fílmico que real.



Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast

Deezer

Amazon Music