45 años/ Reino Unido- 2015 de Andrew Haigh, es un filme excelso por su contención y esteticismo amalgamado en implosiones emocionales terribles en la relación marital de Kate/ Charlotte Rampling y Geoff/ Tom Courtenay...
Después de recibir una carta donde se informa que la primera novia de Geoff fue encontrada congelada en las montañas suizas, debido a un accidente ocurrido hace cinco décadas. La mirada de Andrew Haigh es minimalista y profunda. La dirección de actores es estupenda.
Charlotte Rampling está en el mejor rol de su carrera. La bomba moral explota cuando el recuerdo de Geoff por su primer amor Kathya lo inunda a tal grado que Kate tiene que redimensionar la vida con el hombre que ha estado casada 45 años.
La elección de contar el filme por cada día de la semana desmenuza la tensión entre la celebración del aniversario conyugal y la develación del secreto quién fue Kathya. Sólo hasta que la misma Kate sube al viejo ático de la casa y ve unas fotos en diapositivas y descubre el por qué Geoff nunca ha podido olvidar ese viejo amor es que el destino ejecuta su labor de verdugo. Si en Weekend/ 2011Andrew Haigh había instaurado un canon apretujado en la relación de un fin de semana entre un par de amantes y cuyo efecto es de largo alcance, en 45 años invierte ese precepto en Kate y Geoff: el largo tiempo de una relación se compacta y se afecta por lo sucedido en el pasado.
Así, como en el cuento Los amigos de los amigos/ Henry James, la presencia de la mujer muerta será como un fantasma que dejará en claro que Kate no fue el verdadero amor de su esposo. Por ello, el derrumbe moral será más fuerte que el paso mismo de los años.
La fiesta de aniversario que los amigos han preparado para la pareja se convertirá en el momento insoportable para Kate, pese al discurso emotivo del marido el cual, irónicamente, le confirmará la decisión que ha tomado con ese ademán que hace ella al finalizar de bailar juntos Smoke get in your eyes de Los Platters.
Radiografía impecable del amor en la senectud es 45 años, cuando se cree que el establecimiento cordial y afectivo de una rutina compartida es el cénit salvador de una vida recompensada por la correcta elección de la persona que se tiene de compañero. Por ello, la vuelta de tuerca que ofrece el filme es devastadora…
