/ lunes 19 de octubre de 2020

El Espectador | En línea directa con Salvador Cienfuegos

Uno de los hombres cercanos a Salvador Cienfuegos todavía dentro de la Defensa Nacional es Agustín Radilla Suástegui, el Oficial Mayor desde hace siete meses.

Como le hemos comentado en esta columna, fue Director General de las Fábricas de Vestuario y Equipo, Director de la Escuela Militar de Infantería y Agregado Militar y Aéreo de la Embajada de México en Panamá, y también Comandante de la Guarnición Militar de Melaque, Jalisco, entre muchos cargos que ha ocupado dentro de la Sedena. El actual titular, Luis Cresencio Sandoval, sabe que no podrá hacer mucho por mantener en su cargo a los personajes que se relacionan con Cienfuegos en algún momento importante de su carrera. La amistad de Radilla Suástegui con él, por ejemplo, le crearía conflictos con el mismo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien fue claro: “Tenemos que esperar a que se sepa de qué se le acusa. Si se demuestra que hay una red, una relación de complicidades y si salen a relucir nombres, ya sea de civiles o de militares, si están laborando en el gobierno, si están en activo en el gobierno, ya sea en dependencias del gobierno que tiene que ver con actividades civiles o en las Fuerzas Armadas, van a ser suspendidos en tanto se termine el proceso de investigación y en caso de ser responsables se procederá en contra de ellos”.

A botepronto en la mañanera del viernes pasado, el mandatario soltó: “No, no existe ninguna investigación en México en contra del general Cienfuegos que tenga que ver con narcotráfico, no existe. Esto surge de una investigación que se lleva a cabo en Estados Unidos, tiene que ver con el mismo juzgado de Nueva York que lleva los asuntos de García Luna y, anteriormente, que tuvo que ver con los asuntos de Guzmán Loera”.

La respuesta de la Sedena a este escándalo muy probablemente se haga oficial hoy, mientras tanto Agustín Radilla está más solo que nadie y su preocupación trascendió entre su equipo, quienes saben que sus días pueden estar contados en las fuerzas armadas.

Lo cierto es que está solo en este revuelto río de informaciones encontradas, pero no es el único en una situación complicada. Otro exfuncionario que está más que alarmado es Óscar Eduardo Hernández Mandujano, quien se desempeñó como titular de la Coordinación de Planeación, Desarrollo e Innovación de la extinta PGR de 2015 a enero de 2017. Sus tareas se centraban en licitaciones y adjudicación de contratos de bienes y servicios, manejo de recursos financieros y humanos, entre otras, como asentó en su Declaración Patrimonial del 10 de febrero de 2017.

Óscar Mandujano fue esposo de una hija de Salvador Cienfuegos y tuvo mucho poder tras bambalinas en la Sedena. Y justo la semana pasada ingresaron denuncias ante el Servicio de Administración Tributaria y la Unidad de Inteligencia Financiera, de Santiago Nieto, para indagar al yerno del ex titular de la Sedena y a Radilla Suástegui.

Ambos tuvieron línea directa con el ex titular de la Sedena, por lo que no dude que las autoridades mexicanas y estadounidenses comiencen a hablar en algún momento de ellos, a pesar de que una cortina de desinformación se extiende sobre sus pasos.

Uno de los hombres cercanos a Salvador Cienfuegos todavía dentro de la Defensa Nacional es Agustín Radilla Suástegui, el Oficial Mayor desde hace siete meses.

Como le hemos comentado en esta columna, fue Director General de las Fábricas de Vestuario y Equipo, Director de la Escuela Militar de Infantería y Agregado Militar y Aéreo de la Embajada de México en Panamá, y también Comandante de la Guarnición Militar de Melaque, Jalisco, entre muchos cargos que ha ocupado dentro de la Sedena. El actual titular, Luis Cresencio Sandoval, sabe que no podrá hacer mucho por mantener en su cargo a los personajes que se relacionan con Cienfuegos en algún momento importante de su carrera. La amistad de Radilla Suástegui con él, por ejemplo, le crearía conflictos con el mismo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien fue claro: “Tenemos que esperar a que se sepa de qué se le acusa. Si se demuestra que hay una red, una relación de complicidades y si salen a relucir nombres, ya sea de civiles o de militares, si están laborando en el gobierno, si están en activo en el gobierno, ya sea en dependencias del gobierno que tiene que ver con actividades civiles o en las Fuerzas Armadas, van a ser suspendidos en tanto se termine el proceso de investigación y en caso de ser responsables se procederá en contra de ellos”.

A botepronto en la mañanera del viernes pasado, el mandatario soltó: “No, no existe ninguna investigación en México en contra del general Cienfuegos que tenga que ver con narcotráfico, no existe. Esto surge de una investigación que se lleva a cabo en Estados Unidos, tiene que ver con el mismo juzgado de Nueva York que lleva los asuntos de García Luna y, anteriormente, que tuvo que ver con los asuntos de Guzmán Loera”.

La respuesta de la Sedena a este escándalo muy probablemente se haga oficial hoy, mientras tanto Agustín Radilla está más solo que nadie y su preocupación trascendió entre su equipo, quienes saben que sus días pueden estar contados en las fuerzas armadas.

Lo cierto es que está solo en este revuelto río de informaciones encontradas, pero no es el único en una situación complicada. Otro exfuncionario que está más que alarmado es Óscar Eduardo Hernández Mandujano, quien se desempeñó como titular de la Coordinación de Planeación, Desarrollo e Innovación de la extinta PGR de 2015 a enero de 2017. Sus tareas se centraban en licitaciones y adjudicación de contratos de bienes y servicios, manejo de recursos financieros y humanos, entre otras, como asentó en su Declaración Patrimonial del 10 de febrero de 2017.

Óscar Mandujano fue esposo de una hija de Salvador Cienfuegos y tuvo mucho poder tras bambalinas en la Sedena. Y justo la semana pasada ingresaron denuncias ante el Servicio de Administración Tributaria y la Unidad de Inteligencia Financiera, de Santiago Nieto, para indagar al yerno del ex titular de la Sedena y a Radilla Suástegui.

Ambos tuvieron línea directa con el ex titular de la Sedena, por lo que no dude que las autoridades mexicanas y estadounidenses comiencen a hablar en algún momento de ellos, a pesar de que una cortina de desinformación se extiende sobre sus pasos.