/ domingo 13 de diciembre de 2020

El universo de Maxwell | Richard Feynman, el mago de la física

En esta ocasión comentaremos sobre una de las grandes mentes del siglo pasado, quien contribuyó al desarrollo de la física moderna a partir de los descubrimientos de la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica.

Richard Feynman nació el 11 de mayo de 1918 en Nueva York. Sus padres eran judíos provenientes de Rusia y Polonia, aunque no eran creyentes. De niño aprendió a reparar radios y fue influenciado fuertemente por su padre, quien lo animaba a cuestionarse todo y a realizar preguntas. En la secundaria fue ascendido a una clase de matemáticas más elevada, además de que aprendió de forma autodidacta en estos temas.

Después de graduarse del bachillerato en 1935 ingresa al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde se gradúa en 1939. Ese mismo año comienza sus estudios de posgrado en la Universidad de Princeton, en la que obtiene su doctorado en 1942. Su director de tesis fue John Archibald Wheeler. En ese momento se estaba acercando a su máxima capacidad intelectual, superando después a su asesor.

PROYECTO MANHATTAN

En 1941 el presidente de los Estados Unidos de América, Franklin D. Roosevelt, aprobó un proyecto secreto de alta prioridad para la fabricación de un nuevo tipo de bomba, de potencia impredecible. El laboratorio, ubicado en Los Álamos, reunió a los mayores cerebros de la época.

Dirigidos por Robert Oppenheimer, el grupo contaba con Hans Bethe (Nobel en 1967), Norman F. Ramsey (Nobel en 1989), Victor Weisskopf, John Von Neumann, Eduard Teller, entre otras mentes brillantes. Además, contaron con la colaboración temporal de Niels Bohr (Nobel en 1922), Enrico Fermi (Nobel en 1938) e Isaac Rabi (Nobel en 1944).

Feynman se integró al Proyecto Manhattan a petición del físico Robert R. Wilson. Estaba convencido de que era urgente desarrollar la bomba atómica antes que la Alemania Nazi. Fue asignado al grupo de trabajo del físico Hans Bethe, quien pronto lo identificó como el más brillante de su equipo.

Aunque existen muchas anécdotas sobre las bromas que hacía y cómo se dedicaba a burlar la seguridad del proyecto, en realidad Feynman fue una pieza clave en el desarrollo del mismo. En conjunto con Bethe desarrolló una fórmula para predecir el rendimiento de una bomba atómica y se hizo cargo de los primeros esfuerzos en computación para manejar la enorme cantidad de datos.

Feynman solía contar que fue la única persona que se atrevió a observar sin lentes de protección la explosión de prueba de la primera bomba atómica. Su confianza se basaba en que dedujo que el único riesgo consistía en los rayos ultravioleta emitidos, por lo que solo se protegió con un parabrisas de una camioneta.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se arrepintió de su participación por el uso que podría tener en el futuro la bomba atómica, en particular en plena Guerra Fría y pasó por un periodo de depresión. Aunque recibió una oferta de trabajo del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton –donde laboraba Albert Einstein–, el profesor Bethe lo invitó a enseñar en la Universidad de Cornell y Feynman aceptó.

CONTRIBUCIONES Y NOBEL

Feynman rechazó una nueva oferta del Instituto de Estudios Avanzados, debido principalmente a que no involucraba la impartición de clases y el trabajo con los alumnos, a quienes consideraba como una fuente de inspiración. En 1950 se incorpora al Tecnológico de California (Caltech), donde pasaría el resto de su vida. En este centro, además de su capacidad como científico, se ganó la fama de que podía explicar conceptos complejos a los estudiantes de los primeros semestres.

Feynman nació tarde para participar en los dos grandes descubrimientos de la física del Siglo XX: la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica. Sin embargo, a partir de estas teorías desarrolló la electrodinámica cuántica, por la que obtuvo el Premio Nobel en 1965. Además, enunció la teoría del comportamiento del helio líquido, el cual a muy bajas temperaturas se comporta como un superfluido –con cero viscosidad–, lo que daría origen a los superconductores.

Creó una nueva forma de explicar las interacciones entre las partículas, llamadas “diagramas de Feynman”, ahora fundamentales en la teoría de cuerdas. También fue pionero en la nanotecnología y en el desarrollo de nuevas computadoras. Hans Bethe se refería a él de la siguiente manera: “Hay dos tipos de genios, el ordinario que realiza grandes cosas, pero que después de explicarte lo que hizo, te deja pensando que hubieras podido conseguir lo mismo trabajando lo suficiente, y el segundo es el mago, en el que no te explicas cómo lo consiguió. Feynman es un mago”.

CHALLENGER

Después del desastre del transbordador espacial Challenger, el 28 de enero de 1986, Feynman se integró a la Comisión presidencial para analizar las causas del siniestro en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). En poco tiempo sus compañeros se dieron cuenta de que estaba realizando su propia investigación de manera independiente.

Durante una audiencia Feynman introdujo una abrazadera –del mismo material que las juntas tóricas utilizadas en el transbordador– en agua fría, y demostró que se vuelve menos resistente a bajas temperaturas, lo que causó la falla. Concluyó que si en la NASA hubieran realizado el mismo experimento se habría evitado la tragedia y, en una conferencia televisada, expuso que la NASA había exagerado la confiabilidad del transbordador a un nivel de fantasía.

VIDA PERSONAL

Feynman se casó en 1942 con su novia del bachillerato, Arline Greenbaum, a pesar de que ella estaba gravemente enferma de tuberculosis –falleció tres años después–. En 1952 contrajo nupcias nuevamente con Mary Louise Bell, pero el matrimonio no funcionó. En la demanda de divorcio ella argumentó que Feynman comenzaba a trabajar con problemas de cálculo desde que despertaba y continuaba así todo el día hasta la hora de dormir.

En 1960 se casó nuevamente con Gweneth Howarth, con quien tuvo dos hijos, Carl –quien sería un científico destacado– y Michelle. En este matrimonio encontró la pareja ideal para su entusiasmo por la vida y la ciencia. Permanecieron juntos hasta la muerte de Feynman.

Feynman era muy afecto a los bares de table dance a donde acudía para inspirarse en sus ideas sobre física. Solía dibujar o escribir ecuaciones en las servilletas. Incluso, cuando el condado decidió cerrar el lugar que frecuentaba, acudió a la Corte a testificar a favor de que siguiera funcionando, aduciendo que el bar cumplía con una función pública –lamentablemente para él, el table dance fue cerrado–.

LEGADO

Además de sus contribuciones a la física moderna, Feynman se preocupó fuertemente por la forma de impartir las clases a los alumnos. Presentó una serie de conferencias que fueron transcritas e impresas como libros, los cuales son ahora clásicos en el estudio de la física.

Richard Feynman murió el 15 de febrero de 1988, a los 69 años, de cáncer abdominal. Sus últimas palabras fueron: “No me gustaría morir dos veces, es muy aburrido”. Dejemos aquí el reconocimiento para una de las más grandes mentes del siglo XX.

rodolfoechavarria@eluniversodemaxwell.com

En esta ocasión comentaremos sobre una de las grandes mentes del siglo pasado, quien contribuyó al desarrollo de la física moderna a partir de los descubrimientos de la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica.

Richard Feynman nació el 11 de mayo de 1918 en Nueva York. Sus padres eran judíos provenientes de Rusia y Polonia, aunque no eran creyentes. De niño aprendió a reparar radios y fue influenciado fuertemente por su padre, quien lo animaba a cuestionarse todo y a realizar preguntas. En la secundaria fue ascendido a una clase de matemáticas más elevada, además de que aprendió de forma autodidacta en estos temas.

Después de graduarse del bachillerato en 1935 ingresa al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde se gradúa en 1939. Ese mismo año comienza sus estudios de posgrado en la Universidad de Princeton, en la que obtiene su doctorado en 1942. Su director de tesis fue John Archibald Wheeler. En ese momento se estaba acercando a su máxima capacidad intelectual, superando después a su asesor.

PROYECTO MANHATTAN

En 1941 el presidente de los Estados Unidos de América, Franklin D. Roosevelt, aprobó un proyecto secreto de alta prioridad para la fabricación de un nuevo tipo de bomba, de potencia impredecible. El laboratorio, ubicado en Los Álamos, reunió a los mayores cerebros de la época.

Dirigidos por Robert Oppenheimer, el grupo contaba con Hans Bethe (Nobel en 1967), Norman F. Ramsey (Nobel en 1989), Victor Weisskopf, John Von Neumann, Eduard Teller, entre otras mentes brillantes. Además, contaron con la colaboración temporal de Niels Bohr (Nobel en 1922), Enrico Fermi (Nobel en 1938) e Isaac Rabi (Nobel en 1944).

Feynman se integró al Proyecto Manhattan a petición del físico Robert R. Wilson. Estaba convencido de que era urgente desarrollar la bomba atómica antes que la Alemania Nazi. Fue asignado al grupo de trabajo del físico Hans Bethe, quien pronto lo identificó como el más brillante de su equipo.

Aunque existen muchas anécdotas sobre las bromas que hacía y cómo se dedicaba a burlar la seguridad del proyecto, en realidad Feynman fue una pieza clave en el desarrollo del mismo. En conjunto con Bethe desarrolló una fórmula para predecir el rendimiento de una bomba atómica y se hizo cargo de los primeros esfuerzos en computación para manejar la enorme cantidad de datos.

Feynman solía contar que fue la única persona que se atrevió a observar sin lentes de protección la explosión de prueba de la primera bomba atómica. Su confianza se basaba en que dedujo que el único riesgo consistía en los rayos ultravioleta emitidos, por lo que solo se protegió con un parabrisas de una camioneta.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se arrepintió de su participación por el uso que podría tener en el futuro la bomba atómica, en particular en plena Guerra Fría y pasó por un periodo de depresión. Aunque recibió una oferta de trabajo del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton –donde laboraba Albert Einstein–, el profesor Bethe lo invitó a enseñar en la Universidad de Cornell y Feynman aceptó.

CONTRIBUCIONES Y NOBEL

Feynman rechazó una nueva oferta del Instituto de Estudios Avanzados, debido principalmente a que no involucraba la impartición de clases y el trabajo con los alumnos, a quienes consideraba como una fuente de inspiración. En 1950 se incorpora al Tecnológico de California (Caltech), donde pasaría el resto de su vida. En este centro, además de su capacidad como científico, se ganó la fama de que podía explicar conceptos complejos a los estudiantes de los primeros semestres.

Feynman nació tarde para participar en los dos grandes descubrimientos de la física del Siglo XX: la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica. Sin embargo, a partir de estas teorías desarrolló la electrodinámica cuántica, por la que obtuvo el Premio Nobel en 1965. Además, enunció la teoría del comportamiento del helio líquido, el cual a muy bajas temperaturas se comporta como un superfluido –con cero viscosidad–, lo que daría origen a los superconductores.

Creó una nueva forma de explicar las interacciones entre las partículas, llamadas “diagramas de Feynman”, ahora fundamentales en la teoría de cuerdas. También fue pionero en la nanotecnología y en el desarrollo de nuevas computadoras. Hans Bethe se refería a él de la siguiente manera: “Hay dos tipos de genios, el ordinario que realiza grandes cosas, pero que después de explicarte lo que hizo, te deja pensando que hubieras podido conseguir lo mismo trabajando lo suficiente, y el segundo es el mago, en el que no te explicas cómo lo consiguió. Feynman es un mago”.

CHALLENGER

Después del desastre del transbordador espacial Challenger, el 28 de enero de 1986, Feynman se integró a la Comisión presidencial para analizar las causas del siniestro en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). En poco tiempo sus compañeros se dieron cuenta de que estaba realizando su propia investigación de manera independiente.

Durante una audiencia Feynman introdujo una abrazadera –del mismo material que las juntas tóricas utilizadas en el transbordador– en agua fría, y demostró que se vuelve menos resistente a bajas temperaturas, lo que causó la falla. Concluyó que si en la NASA hubieran realizado el mismo experimento se habría evitado la tragedia y, en una conferencia televisada, expuso que la NASA había exagerado la confiabilidad del transbordador a un nivel de fantasía.

VIDA PERSONAL

Feynman se casó en 1942 con su novia del bachillerato, Arline Greenbaum, a pesar de que ella estaba gravemente enferma de tuberculosis –falleció tres años después–. En 1952 contrajo nupcias nuevamente con Mary Louise Bell, pero el matrimonio no funcionó. En la demanda de divorcio ella argumentó que Feynman comenzaba a trabajar con problemas de cálculo desde que despertaba y continuaba así todo el día hasta la hora de dormir.

En 1960 se casó nuevamente con Gweneth Howarth, con quien tuvo dos hijos, Carl –quien sería un científico destacado– y Michelle. En este matrimonio encontró la pareja ideal para su entusiasmo por la vida y la ciencia. Permanecieron juntos hasta la muerte de Feynman.

Feynman era muy afecto a los bares de table dance a donde acudía para inspirarse en sus ideas sobre física. Solía dibujar o escribir ecuaciones en las servilletas. Incluso, cuando el condado decidió cerrar el lugar que frecuentaba, acudió a la Corte a testificar a favor de que siguiera funcionando, aduciendo que el bar cumplía con una función pública –lamentablemente para él, el table dance fue cerrado–.

LEGADO

Además de sus contribuciones a la física moderna, Feynman se preocupó fuertemente por la forma de impartir las clases a los alumnos. Presentó una serie de conferencias que fueron transcritas e impresas como libros, los cuales son ahora clásicos en el estudio de la física.

Richard Feynman murió el 15 de febrero de 1988, a los 69 años, de cáncer abdominal. Sus últimas palabras fueron: “No me gustaría morir dos veces, es muy aburrido”. Dejemos aquí el reconocimiento para una de las más grandes mentes del siglo XX.

rodolfoechavarria@eluniversodemaxwell.com