/ domingo 1 de marzo de 2020

El Universo de Maxwell | Rosalind Franklin

El ácido desoxirribonucleico (ADN) contiene toda la información genética de un ser vivo. Su análisis es de vital importancia para la investigación científica de las características de cualquier individuo.

En esta ocasión comentaremos sobre la vida de la científica que descubrió la estructura del ADN y que, debido a la misoginia y al machismo de la época en que vivió, no recibió el reconocimiento merecido.

PRIMEROS AÑOS

Rosalind Elsie Franklin nació el 25 de julio de 1920, en Londres, Inglaterra. Sus padres eran judíos que gozaban de una excelente posición económica y social. En la escuela destacó en todas sus materias, excepto en música. En 1938 obtiene una beca para asistir a la universidad, pero su padre le dice que no la necesita y que la done a un estudiante refugiado que la merezca. Ingresa al Newnham College, Cambridge, para estudiar química.

Posteriormente realiza una estancia de investigación en el Laboratorio de Fisicoquímica de la Universidad de Cambridge, bajo la dirección de Ronald Norrish. Sin embargo, su asesor era una persona muy difícil y bebía mucho en esos años, por lo que Rosalind decide renunciar para cumplir con el Servicio Militar. Fue voluntaria para ayudar a la población durante los ataques aéreos de los alemanes. En paralelo, realizaba investigaciones sobre la estructura del carbón, cuyos resultados los presentó en su tesis para obtener el grado de doctora, en 1945.

ADN

A inicios de la década de los cincuenta del siglo pasado, los científicos James Watson, del Laboratorio Cavendish, así como Francis Crick y Maurice Wilkins, del King's College, de Londres, realizaban –sin mucho éxito– investigación en la difracción de rayos X aplicada al ADN. Los directores de ambos centros de investigación deciden no duplicar esfuerzos en el estudio del ADN, por lo que acuerdan dividir el trabajo.

A finales de 1950, John Ran-dall, director del Departamento de Biofísica del King's College, consciente de que sus principales investigadores no tienen la suficiente experiencia en cristalografía ni en análisis de difracción de rayos X aplicada al estudio del ADN, decide contratar a una autoridad en la materia, la Dra. Rosalind Franklin. Le ofrece un contrato atractivo como investigadora, además de un tesista de doctorado, Raymond Gosling, como asistente, por lo que inicia su trabajo en dicho departamento a principios de 1951. Desde el inicio tiene problemas con Wilkins, ya que, además de que ella tenía un currículum mucho mejor –a pesar de ser más joven–, aquel la trataba de forma misógina y discriminatoria.

Rosalind realiza grandes progresos en el análisis de la estructura del ADN, además de que no se intimida con la actitud de Wil-kins y algunos otros científicos del Laboratorio. Presenta sus resultados en un Seminario en noviembre de 1951. A este evento asiste Watson, quien después les transmite lo que vio a Wilkins y a Crick.

Presionados y ansiosos por ser los primeros en desvelar el misterio, Watson y Crick desarrollan un modelo que presentan a varios científicos del King's College. Este modelo era un disparate y ambos quedan en ridículo. A pesar de ello, Rosalind no se burla de ellos y les explica los errores de sus resultados. Continúa con sus investigaciones, realiza cálculos complejos y toma fotografías. Una de ellas, de las más importantes en la historia de la Ciencia, es la fotografía 51, en la que muestra el modelo de doble hélice del ADN, tomada mediante difracción de rayos X, en 1952.

EL DESCUBRIMIENTO

Watson, Crick y Wilkins siguen obsesionados con el modelo del ADN, y saben que deben quitar del camino a Rosalind. Por lo tanto, convencen a Randall de que debe sacarla del King's College. Éste le ofrece un traslado en muy buenos términos para que se vaya a trabajar al Birkbeck College.

Rosalind, quien siempre recordaría los años en el King's College como los más difíciles de su carrera, acepta el traslado. Sin embargo, antes de salir debe preparar un informe sobre todos los resultados de su investigación, para ser presentado a evaluación con el fin de que la Universidad siga recibiendo los fondos nece-sarios. El informe es enviado, de forma confidencial, a Max Pe-rultz, director del Departamento de Biología Molecular del Laboratorio Cavendish. Éste, en una falta total de ética, le pasa el informe a Watson y a Crick. De esta forma ellos obtuvieron toda la información necesaria para elaborar de forma correcta el modelo de doble hélice del ADN.

Posteriormente, le muestran el modelo a Rosalind, quien lo acepta como correcto (sin saber que habían utilizado sus propios datos). Los directores deciden que se presentarán tres artículos con toda la investigación desarrollada en la prestigiosa Revista Nature. Gracias a la influencia de Lawrence Bragg, director del Laboratorio Cavendish, el artículo de Watson y Crick aparece en primer lugar, el de Wilkins en segundo, y el de Franklin en tercero (dándole menor importancia a su investigación). Los artículos aparecieron en abril de 1953 y marcaron el inicio de la Biología Molecular.

NOBEL

Watson, Crick y Wilkins recibieron el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, en 1962, por sus descubrimientos sobre la estructura molecular de los ácidos nucleicos. Ninguno de ellos mencionó en su discurso de aceptación que se habían basado en los resultados de Rosalind Franklin (quien había fallecido unos años antes).

LEGADO

Sin ningún tipo de frustración o amargura, Rosalind Franklin continuó con sus investigaciones en el análisis de la estructura de los virus, y fue reconocida en varios países. Desgraciadamente, desarrolló cáncer en los ovarios, probablemente debido a su prolongada exposición a las radiaciones, y falleció el 16 de abril de 1958, a la temprana edad de 37 años.

La vida de Rosalind Franklin es otra muestra de la discriminación que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia. Situación a la que, desgraciadamente, la ciencia no ha sido ajena. Dejemos aquí el reconocimiento para una gran mujer que nos desveló la estructura de la vida.

rodolfoechavarria@eluniversodemaxwell.com

La vida de Rosalind Franklin es otra muestra de la discriminación que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia.

El ácido desoxirribonucleico (ADN) contiene toda la información genética de un ser vivo. Su análisis es de vital importancia para la investigación científica de las características de cualquier individuo.

En esta ocasión comentaremos sobre la vida de la científica que descubrió la estructura del ADN y que, debido a la misoginia y al machismo de la época en que vivió, no recibió el reconocimiento merecido.

PRIMEROS AÑOS

Rosalind Elsie Franklin nació el 25 de julio de 1920, en Londres, Inglaterra. Sus padres eran judíos que gozaban de una excelente posición económica y social. En la escuela destacó en todas sus materias, excepto en música. En 1938 obtiene una beca para asistir a la universidad, pero su padre le dice que no la necesita y que la done a un estudiante refugiado que la merezca. Ingresa al Newnham College, Cambridge, para estudiar química.

Posteriormente realiza una estancia de investigación en el Laboratorio de Fisicoquímica de la Universidad de Cambridge, bajo la dirección de Ronald Norrish. Sin embargo, su asesor era una persona muy difícil y bebía mucho en esos años, por lo que Rosalind decide renunciar para cumplir con el Servicio Militar. Fue voluntaria para ayudar a la población durante los ataques aéreos de los alemanes. En paralelo, realizaba investigaciones sobre la estructura del carbón, cuyos resultados los presentó en su tesis para obtener el grado de doctora, en 1945.

ADN

A inicios de la década de los cincuenta del siglo pasado, los científicos James Watson, del Laboratorio Cavendish, así como Francis Crick y Maurice Wilkins, del King's College, de Londres, realizaban –sin mucho éxito– investigación en la difracción de rayos X aplicada al ADN. Los directores de ambos centros de investigación deciden no duplicar esfuerzos en el estudio del ADN, por lo que acuerdan dividir el trabajo.

A finales de 1950, John Ran-dall, director del Departamento de Biofísica del King's College, consciente de que sus principales investigadores no tienen la suficiente experiencia en cristalografía ni en análisis de difracción de rayos X aplicada al estudio del ADN, decide contratar a una autoridad en la materia, la Dra. Rosalind Franklin. Le ofrece un contrato atractivo como investigadora, además de un tesista de doctorado, Raymond Gosling, como asistente, por lo que inicia su trabajo en dicho departamento a principios de 1951. Desde el inicio tiene problemas con Wilkins, ya que, además de que ella tenía un currículum mucho mejor –a pesar de ser más joven–, aquel la trataba de forma misógina y discriminatoria.

Rosalind realiza grandes progresos en el análisis de la estructura del ADN, además de que no se intimida con la actitud de Wil-kins y algunos otros científicos del Laboratorio. Presenta sus resultados en un Seminario en noviembre de 1951. A este evento asiste Watson, quien después les transmite lo que vio a Wilkins y a Crick.

Presionados y ansiosos por ser los primeros en desvelar el misterio, Watson y Crick desarrollan un modelo que presentan a varios científicos del King's College. Este modelo era un disparate y ambos quedan en ridículo. A pesar de ello, Rosalind no se burla de ellos y les explica los errores de sus resultados. Continúa con sus investigaciones, realiza cálculos complejos y toma fotografías. Una de ellas, de las más importantes en la historia de la Ciencia, es la fotografía 51, en la que muestra el modelo de doble hélice del ADN, tomada mediante difracción de rayos X, en 1952.

EL DESCUBRIMIENTO

Watson, Crick y Wilkins siguen obsesionados con el modelo del ADN, y saben que deben quitar del camino a Rosalind. Por lo tanto, convencen a Randall de que debe sacarla del King's College. Éste le ofrece un traslado en muy buenos términos para que se vaya a trabajar al Birkbeck College.

Rosalind, quien siempre recordaría los años en el King's College como los más difíciles de su carrera, acepta el traslado. Sin embargo, antes de salir debe preparar un informe sobre todos los resultados de su investigación, para ser presentado a evaluación con el fin de que la Universidad siga recibiendo los fondos nece-sarios. El informe es enviado, de forma confidencial, a Max Pe-rultz, director del Departamento de Biología Molecular del Laboratorio Cavendish. Éste, en una falta total de ética, le pasa el informe a Watson y a Crick. De esta forma ellos obtuvieron toda la información necesaria para elaborar de forma correcta el modelo de doble hélice del ADN.

Posteriormente, le muestran el modelo a Rosalind, quien lo acepta como correcto (sin saber que habían utilizado sus propios datos). Los directores deciden que se presentarán tres artículos con toda la investigación desarrollada en la prestigiosa Revista Nature. Gracias a la influencia de Lawrence Bragg, director del Laboratorio Cavendish, el artículo de Watson y Crick aparece en primer lugar, el de Wilkins en segundo, y el de Franklin en tercero (dándole menor importancia a su investigación). Los artículos aparecieron en abril de 1953 y marcaron el inicio de la Biología Molecular.

NOBEL

Watson, Crick y Wilkins recibieron el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, en 1962, por sus descubrimientos sobre la estructura molecular de los ácidos nucleicos. Ninguno de ellos mencionó en su discurso de aceptación que se habían basado en los resultados de Rosalind Franklin (quien había fallecido unos años antes).

LEGADO

Sin ningún tipo de frustración o amargura, Rosalind Franklin continuó con sus investigaciones en el análisis de la estructura de los virus, y fue reconocida en varios países. Desgraciadamente, desarrolló cáncer en los ovarios, probablemente debido a su prolongada exposición a las radiaciones, y falleció el 16 de abril de 1958, a la temprana edad de 37 años.

La vida de Rosalind Franklin es otra muestra de la discriminación que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia. Situación a la que, desgraciadamente, la ciencia no ha sido ajena. Dejemos aquí el reconocimiento para una gran mujer que nos desveló la estructura de la vida.

rodolfoechavarria@eluniversodemaxwell.com

La vida de Rosalind Franklin es otra muestra de la discriminación que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia.