/ martes 7 de julio de 2020

Emprende y Aprende | ¿Preservación económica o re confinamiento?

Nos encontramos ante el mayor de los retos que hemos enfrentado, no solamente me refiero a la crisis sanitaria que vive nuestro país al igual que otras partes del mundo, también a la mayor crisis económica mundial de la que se tenga registro desde la década de 1930, ello con sus graves consecuencias para la mayor parte de la población que no cuenta con acceso a financiamientos productivos cualquiera que sea la razón de esto.

En este contexto, el periodo de confinamiento impuesto por las autoridades desde mediados del mes de marzo ya está surtiendo sus primeros efectos en la economía mundial, nacional y local, al haber miles de empleos perdidos, pérdida de liquidez en las empresas, y destrucción de cadenas productivas necesarias para salir adelante de un escenario como el que está por venir.

No está de más afirmar que esta crisis que estamos viviendo es auto inducida, ello al no ser producto de una caída en la demanda de bienes o servicios del mercado mundial, sino por la decisión tomada desde las cúpulas políticas de prácticamente casi todo el mundo sin tener en cuenta que ya hemos vivido esto anteriormente, y aún así, se tomaron decisiones cual azote de epidemia medieval, pero en pleno siglo XXI, con un marco de interrelación económica, política, social, cultural, demasiado grande como para quedarnos permanentemente resguardados. En lo local, la decisión en un principio no fue tan mala: cierre de negocios no esenciales, de playas y parques públicos, restricciones para el tránsito vehicular en horarios no laborales habitualmente, entre otras, no obstante, todo ello me recuerda el comentario de una persona con la cual me entrevisté hace unos días vía remota en una asesoría comercial “cuando el hambre llegue a casa, tendremos que salir de nuevo a las calles, con o sin pandemia” y tiene razón, pues en la medida en que los recursos financieros se agoten, la reconfiguración económica de las familias tendrá que hacerse a velocidad muy alta, repercutiendo en las empresas por consecuencia en otra crisis (ahora sí) de demanda, además, en la consecuente recaudación fiscal para el gobierno producto de los paros intermitentes e interminables de la actividad económica.

Bajo este esquema, nos encontramos con diversas opiniones que señalan a quien sale a buscar el sustento para sí y su familia puesto que, así como me lo planteó la persona que mencioné líneas arriba, el hambre ya llegó a casa.

Aunado a esto, las medidas fueron diseñadas en una sola dirección, y con una aparente sobredosis de improvisación al no acompañar la estrategia con una transversalidad que es necesaria en todo diseño de políticas públicas, pues, regresando al origen de esta situación, es una crisis auto inducida.

Para la micro, pequeña y mediana empresa el panorama no es demasiado alentador, ya que con el anuncio hecho recientemente por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de que aproximadamente medio millón de empresas formales tendrán que cerrar en nuestro país producto de esta crisis económica, vemos cómo es que algunas ya lo han estado haciendo en nuestra zona sur de Tamaulipas, representando la destrucción de cadenas productivas y la generación de valor de las mismas.

Por si esto fuera poco, la generación del valor de las cadenas productivas dependerá también del grado de inversión privada, por lo que es importante la preservación de esta, y tal pareciera ser contradictoria la oferta de créditos (insuficientes) para las empresas con las medidas de re confinamiento tomadas en días pasados.

La inversión debe preservar su valor puesto que es necesario para afrontar los costos, tanto fijos como variables que todo negocio tiene y en función de ello, en la medida en que se amplíen las razones de endeudamiento de las empresas, estaremos creando modelos de negocio cada vez más insostenibles, ante lo cual, muchos optarán, en razón de su costo-beneficio, por cerrar tiendas físicas e invertir en canales alternativos para preservar el valor del dinero a través del tiempo en periodo de crisis.

Quienes tienen mayor margen de utilidades y conservaron buenos números previo al confinamiento, aprovecharon y están aprovechando oportunidades de desarrollo digital a través de herramientas como el e-commerce, los cuales se encuentran en un crecimiento exponencial debido a esta situación, sin embargo, no todos han tenido la oportunidad de acceder a estas herramientas y optarán por auto emplearse en diversos ámbitos tanto físicos como digitales.

Estamos viviendo momentos históricos, no solo porque las disposiciones gubernamentales nos han confinado la mayor parte de lo que va del año, sino también porque por el peso de su toma de decisiones nos han ingresado en una espiral ascendente de crisis sanitaria y económica que traerá consecuencias en unas semanas más, pues la decisión de cerrar durante los primeros fines de semana del mes de julio las tiendas de autoservicio, de conveniencia y catalogarlas junto a las actividades no esenciales, han estado ocasionando aglomeraciones y flujos de tránsito vehicular demasiado altos durante los días previos, siendo que ello podría volvernos a posicionar con nuevos máximos en casos de contagio con sus respectivas consecuencias para el sistema de salud pública en Tamaulipas.

Tal vez, la toma de decisiones a través de un escritorio y con un ingreso sostenido que permita cubrir las necesidades básicas de la familia sea más fácil que la toma de decisiones de una familia que apenas y tiene los ingresos necesarios para la sobrevivencia del resto del día.

No pierdas el tiempo y aplica todo tu esfuerzo y herramientas a la mano para salir avante y recuerda que en estos tiempos de incertidumbre estamos contigo.

Contáctame a través de mi correo electrónico y redes sociales para que juntos hagamos más grande la comunidad de emprendedores que aprenden.

Nos encontramos ante el mayor de los retos que hemos enfrentado, no solamente me refiero a la crisis sanitaria que vive nuestro país al igual que otras partes del mundo, también a la mayor crisis económica mundial de la que se tenga registro desde la década de 1930, ello con sus graves consecuencias para la mayor parte de la población que no cuenta con acceso a financiamientos productivos cualquiera que sea la razón de esto.

En este contexto, el periodo de confinamiento impuesto por las autoridades desde mediados del mes de marzo ya está surtiendo sus primeros efectos en la economía mundial, nacional y local, al haber miles de empleos perdidos, pérdida de liquidez en las empresas, y destrucción de cadenas productivas necesarias para salir adelante de un escenario como el que está por venir.

No está de más afirmar que esta crisis que estamos viviendo es auto inducida, ello al no ser producto de una caída en la demanda de bienes o servicios del mercado mundial, sino por la decisión tomada desde las cúpulas políticas de prácticamente casi todo el mundo sin tener en cuenta que ya hemos vivido esto anteriormente, y aún así, se tomaron decisiones cual azote de epidemia medieval, pero en pleno siglo XXI, con un marco de interrelación económica, política, social, cultural, demasiado grande como para quedarnos permanentemente resguardados. En lo local, la decisión en un principio no fue tan mala: cierre de negocios no esenciales, de playas y parques públicos, restricciones para el tránsito vehicular en horarios no laborales habitualmente, entre otras, no obstante, todo ello me recuerda el comentario de una persona con la cual me entrevisté hace unos días vía remota en una asesoría comercial “cuando el hambre llegue a casa, tendremos que salir de nuevo a las calles, con o sin pandemia” y tiene razón, pues en la medida en que los recursos financieros se agoten, la reconfiguración económica de las familias tendrá que hacerse a velocidad muy alta, repercutiendo en las empresas por consecuencia en otra crisis (ahora sí) de demanda, además, en la consecuente recaudación fiscal para el gobierno producto de los paros intermitentes e interminables de la actividad económica.

Bajo este esquema, nos encontramos con diversas opiniones que señalan a quien sale a buscar el sustento para sí y su familia puesto que, así como me lo planteó la persona que mencioné líneas arriba, el hambre ya llegó a casa.

Aunado a esto, las medidas fueron diseñadas en una sola dirección, y con una aparente sobredosis de improvisación al no acompañar la estrategia con una transversalidad que es necesaria en todo diseño de políticas públicas, pues, regresando al origen de esta situación, es una crisis auto inducida.

Para la micro, pequeña y mediana empresa el panorama no es demasiado alentador, ya que con el anuncio hecho recientemente por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de que aproximadamente medio millón de empresas formales tendrán que cerrar en nuestro país producto de esta crisis económica, vemos cómo es que algunas ya lo han estado haciendo en nuestra zona sur de Tamaulipas, representando la destrucción de cadenas productivas y la generación de valor de las mismas.

Por si esto fuera poco, la generación del valor de las cadenas productivas dependerá también del grado de inversión privada, por lo que es importante la preservación de esta, y tal pareciera ser contradictoria la oferta de créditos (insuficientes) para las empresas con las medidas de re confinamiento tomadas en días pasados.

La inversión debe preservar su valor puesto que es necesario para afrontar los costos, tanto fijos como variables que todo negocio tiene y en función de ello, en la medida en que se amplíen las razones de endeudamiento de las empresas, estaremos creando modelos de negocio cada vez más insostenibles, ante lo cual, muchos optarán, en razón de su costo-beneficio, por cerrar tiendas físicas e invertir en canales alternativos para preservar el valor del dinero a través del tiempo en periodo de crisis.

Quienes tienen mayor margen de utilidades y conservaron buenos números previo al confinamiento, aprovecharon y están aprovechando oportunidades de desarrollo digital a través de herramientas como el e-commerce, los cuales se encuentran en un crecimiento exponencial debido a esta situación, sin embargo, no todos han tenido la oportunidad de acceder a estas herramientas y optarán por auto emplearse en diversos ámbitos tanto físicos como digitales.

Estamos viviendo momentos históricos, no solo porque las disposiciones gubernamentales nos han confinado la mayor parte de lo que va del año, sino también porque por el peso de su toma de decisiones nos han ingresado en una espiral ascendente de crisis sanitaria y económica que traerá consecuencias en unas semanas más, pues la decisión de cerrar durante los primeros fines de semana del mes de julio las tiendas de autoservicio, de conveniencia y catalogarlas junto a las actividades no esenciales, han estado ocasionando aglomeraciones y flujos de tránsito vehicular demasiado altos durante los días previos, siendo que ello podría volvernos a posicionar con nuevos máximos en casos de contagio con sus respectivas consecuencias para el sistema de salud pública en Tamaulipas.

Tal vez, la toma de decisiones a través de un escritorio y con un ingreso sostenido que permita cubrir las necesidades básicas de la familia sea más fácil que la toma de decisiones de una familia que apenas y tiene los ingresos necesarios para la sobrevivencia del resto del día.

No pierdas el tiempo y aplica todo tu esfuerzo y herramientas a la mano para salir avante y recuerda que en estos tiempos de incertidumbre estamos contigo.

Contáctame a través de mi correo electrónico y redes sociales para que juntos hagamos más grande la comunidad de emprendedores que aprenden.