/ martes 21 de julio de 2020

Emprende y Aprende | Startups y Nueva normalidad

En los últimos años, las startups en Latinoamérica han ganado protagonismo; Rappi, Nubank, Clip, entre otras, se han robado las primeras planas de los noticieros de negocios. Pero, ¿qué es una startup realmente? Una startup es una empresa en etapa temprana, cuyo negocio está diseñado para crecer aceleradamente, pues utiliza tecnología como núcleo central de sus productos o servicios, y ataca grandes mercados.

Esa fue la respuesta corta en 2 líneas, pero, el emprendimiento en tecnología es complejo, tiene particularidades, así como un ecosistema de soporte.

Según Paul Graham, para que una compañía pueda crecer rápidamente tiene que hacer dos cosas:

1- Hacer un producto que muchas personas quieran, es decir, un mercado grande.

2- Poder efectivamente llegar y atender a todas esas personas mediante el uso de tecnología.

Sucede que la mayoría de negocios están restringidos por el primero o el segundo punto, la característica distintiva de las startups es que no lo están. Entonces, ¿un e-commerce como Mercado Libre es una startup? Sí, lo fue. ¿Una aplicación de delivery como Rappi? También. ¿Una fintech de pagos como Clip? Igualmente.

¿Por qué es tan importante el uso de la tecnología? Porque potencia la escalabilidad de un negocio. Esto implica que una startup puede crecer exponencialmente, mucho más rápido que una empresa tradicional, algo que podríamos valorar en el contexto en que nos encontramos a raíz de la denominada “Nueva normalidad”.

¿Qué no es una startup? Una tienda de ropa, una oficina de consultoría, o una agencia de marketing, entre otros productos y servicios, pueden utilizar una tienda o canal de venta online (Instagram o plataformas de videoconferencias), pero NO son una startup.

¿Por qué? Por las 2 razones anteriores. Aun cuando sus mercados puedan ser muy grandes (algo poco probable), su capacidad de atención de dichos clientes está limitada, por condiciones geográficas o activos físicos. Hace aproximadamente 20 años, la mayoría de las compañías que producen los productos y servicios que más utilizamos hoy en nuestra vida diaria, como Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google, NO existían.

Si ponemos esto en contexto, Walmart, la compañía más grande del mundo en términos de ventas, tiene aproximadamente 60 años y Coca-Cola tiene más de 100 años. En 2020, Amazon, compañía fundada en 1994, vale más que ambas compañías juntas. En Latinoamérica, Mercado Libre (fundada en 1999) es una de las 10 compañías más valoradas de la región.

El avance tecnológico de los últimos 30 años ha dado acceso masivo al uso del internet, los smartphones y las computadoras personales. Al 2019, hay más de 4 mil millones de personas consumiendo y trabajando utilizando el internet y las herramientas digitales. Estos consumidores conectados representan grandes oportunidades de mercado.

Las empresas que tienen a la tecnología en el núcleo de su propuesta de valor suelen estar mejor posicionadas para aprovechar esta oportunidad. Las startups son estas empresas.

Hablemos de Bootstrapping como oportunidad

El Bootstrapping es emprender un negocio desde cero con el mínimo capital requerido para invertir, el cual proviene normalmente de ahorros personales.

Por ejemplo, Mailchimp, plataforma online para la automatización de correo electrónico (newsletters) enfocada en pequeñas empresas, es una startup reconocida por haber crecido mucho boostrappeando. Hasta la fecha, Mailchimp no ha recaudado financiamiento externo, como venture capital, y aún es 100% propiedad de su fundador.

Si bien boostrappear tiene sus ventajas, no siempre es la mejor decisión. Existen mercados donde la velocidad para invertir capital en producto y crecimiento genera economías de escala y network effects que son vitales para que la startup sea sostenible en el tiempo.

El mejor ejemplo es Uber, que, de hecho, es la compañía que más venture capital ha levantado. De haber intentado boostrappear en lugar de levantar mucha inversión rápidamente, Uber habría dado espacio a que otras compañías invirtieran más y ganaran un mercado que ellos ya habían validado.

No pierdas el tiempo y aplica todo tu esfuerzo y herramientas a la mano para salir avante y recuerda que en estos tiempos de incertidumbre estamos contigo.

Contáctame a través de mi correo electrónico y redes sociales para que juntos hagamos más grande la comunidad de emprendedores que aprenden.

En los últimos años, las startups en Latinoamérica han ganado protagonismo; Rappi, Nubank, Clip, entre otras, se han robado las primeras planas de los noticieros de negocios. Pero, ¿qué es una startup realmente? Una startup es una empresa en etapa temprana, cuyo negocio está diseñado para crecer aceleradamente, pues utiliza tecnología como núcleo central de sus productos o servicios, y ataca grandes mercados.

Esa fue la respuesta corta en 2 líneas, pero, el emprendimiento en tecnología es complejo, tiene particularidades, así como un ecosistema de soporte.

Según Paul Graham, para que una compañía pueda crecer rápidamente tiene que hacer dos cosas:

1- Hacer un producto que muchas personas quieran, es decir, un mercado grande.

2- Poder efectivamente llegar y atender a todas esas personas mediante el uso de tecnología.

Sucede que la mayoría de negocios están restringidos por el primero o el segundo punto, la característica distintiva de las startups es que no lo están. Entonces, ¿un e-commerce como Mercado Libre es una startup? Sí, lo fue. ¿Una aplicación de delivery como Rappi? También. ¿Una fintech de pagos como Clip? Igualmente.

¿Por qué es tan importante el uso de la tecnología? Porque potencia la escalabilidad de un negocio. Esto implica que una startup puede crecer exponencialmente, mucho más rápido que una empresa tradicional, algo que podríamos valorar en el contexto en que nos encontramos a raíz de la denominada “Nueva normalidad”.

¿Qué no es una startup? Una tienda de ropa, una oficina de consultoría, o una agencia de marketing, entre otros productos y servicios, pueden utilizar una tienda o canal de venta online (Instagram o plataformas de videoconferencias), pero NO son una startup.

¿Por qué? Por las 2 razones anteriores. Aun cuando sus mercados puedan ser muy grandes (algo poco probable), su capacidad de atención de dichos clientes está limitada, por condiciones geográficas o activos físicos. Hace aproximadamente 20 años, la mayoría de las compañías que producen los productos y servicios que más utilizamos hoy en nuestra vida diaria, como Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google, NO existían.

Si ponemos esto en contexto, Walmart, la compañía más grande del mundo en términos de ventas, tiene aproximadamente 60 años y Coca-Cola tiene más de 100 años. En 2020, Amazon, compañía fundada en 1994, vale más que ambas compañías juntas. En Latinoamérica, Mercado Libre (fundada en 1999) es una de las 10 compañías más valoradas de la región.

El avance tecnológico de los últimos 30 años ha dado acceso masivo al uso del internet, los smartphones y las computadoras personales. Al 2019, hay más de 4 mil millones de personas consumiendo y trabajando utilizando el internet y las herramientas digitales. Estos consumidores conectados representan grandes oportunidades de mercado.

Las empresas que tienen a la tecnología en el núcleo de su propuesta de valor suelen estar mejor posicionadas para aprovechar esta oportunidad. Las startups son estas empresas.

Hablemos de Bootstrapping como oportunidad

El Bootstrapping es emprender un negocio desde cero con el mínimo capital requerido para invertir, el cual proviene normalmente de ahorros personales.

Por ejemplo, Mailchimp, plataforma online para la automatización de correo electrónico (newsletters) enfocada en pequeñas empresas, es una startup reconocida por haber crecido mucho boostrappeando. Hasta la fecha, Mailchimp no ha recaudado financiamiento externo, como venture capital, y aún es 100% propiedad de su fundador.

Si bien boostrappear tiene sus ventajas, no siempre es la mejor decisión. Existen mercados donde la velocidad para invertir capital en producto y crecimiento genera economías de escala y network effects que son vitales para que la startup sea sostenible en el tiempo.

El mejor ejemplo es Uber, que, de hecho, es la compañía que más venture capital ha levantado. De haber intentado boostrappear en lugar de levantar mucha inversión rápidamente, Uber habría dado espacio a que otras compañías invirtieran más y ganaran un mercado que ellos ya habían validado.

No pierdas el tiempo y aplica todo tu esfuerzo y herramientas a la mano para salir avante y recuerda que en estos tiempos de incertidumbre estamos contigo.

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