El Dr. Maxwell Maltz, en su libro Psicocibernética dice que el Dr. Albert Edward Wiggan llamó a la Imagen Mental que nos hacemos de nosotros mismos “la potencia más decisiva que poseemos dentro de nuestro ser”.
Este mecanismo de creación automática, que existe en el ser humano, funciona de una sola manera: debe disponer de un blanco al que disparar. El individuo debe ver en su propia mente lo que se propone hacer antes de llevarlo a la realidad. Cuando la persona ve con toda claridad en su mente lo que se propone, el mecanismo del éxito de características creadoras, que hay dentro de la misma, toma para sí la tarea y la ejecuta mucho mejor que lo que el propio individuo pudiera hacerla mediante la simple fuerza de voluntad o el esfuerzo consciente.
En la consecución de objetivos, nos equivocamos cuando ponemos todo el esfuerzo en hacer lo que nos proponemos y al mismo tiempo nos imaginamos que no podremos lograrlo. De nada nos sirven los esfuerzos conscientes cuando en nuestra imaginación solo se ve la derrota. Cuando se enfrentan la voluntad contra la imaginación, siempre, sin excepción, gana la imaginación.
Difícilmente encontraremos a un fanático común, que sepa apreciar el futbol táctico, es semejante a encontrar a un “damero” que conoce sobradamente al tablero pero si le cambian las fichas por peones, alfiles, caballos, torres, reina y rey, se va a aburrir bien y bonito, o igual también a poner a un profano a elegir la lectura entre una Biblia y un directorio telefónico. Sentarse frente al televisor a presenciar un juego Real Madrid vs. Barcelona, un Borusia Dortmund vs. Schalke 04 o un América vs. Cruz Azul actual, sin tener a la mano una libreta de apuntes y un bolígrafo, para llevar una estadística que nos informe de lo que está ocurriendo, es igual que ver una película en tercera dimensión sin los lentes apropiados.
¿Qué ocurre al final del juego? Pues que la borregada fue timada, pues las expectativas creadas por los comerciantes del micrófono, a quienes se les paga para que alboroten la gallera y, que se llene el enorme graderío del estadio Azteca, en donde se enfrentarán los príncipes azules, a las odiadas águilas, invitándolos a que les pongan unos zapatos de cemento, como lo hace la mafia y, que las lancen a Xochimilco, oferta que bien pueden cambiar por la de meterles cinco goles a cero. Y como eso suele ser eventual, ocurrirá solamente por accidente y, si los equipos que se enfrentan tienen una disparidad entre sus plantillas, tales como la del América y Pumas.
¿Qué podemos esperar para la final final? Pues que, como las circunstancias se han llevado el 0-0 pasado a su total anulación, pues igual que no se hubiese efectuado, no sirvió para nada, pues el empate dejó a los equipos en las mismas condiciones que cuando iniciaron, ya que aunque hubiese habido goles, solo la diferencia señalaría al vencedor, igual los goles de visitante, o la ubicación de los equipos en la tabla general, nada sirve, ahora todo se decidirá en este juego, en el que debe forzozamente aparecer un ganador, ya sea en 90 minutos o si hay empate se juegan 30 minutos extra y si prevalece el marcador se van a tandas de penales, tal como ocurrió en la última final en que se enfrentaron estos dos equipos.
Y esto agrega otra cereza al pastel. ¡Sí! A los villamelones que esperan un 4-3 o de perdido un 3-2. posiblemente se les conceda, pues ahora hay que ganar o ganar, ya no habrá otro partido, ya no habrá otra oportunidad y como el que todo lo decide es el gol, pues ambos equipos se esforzarán por hacerlos a como dé lugar. Digo esto, porque en el juego pasado todo se limitaba a no perder, o sea, aunque no meta goles, no permitiré que me los metan, mientras que ahora, solamente los goles que meta garantizan mi triunfo, pero como para el rival juegan las mismas condiciones, los equipos están obligados a meter goles, cosa que en el juego pasado lo más importante era impedir que les hicieran goles, lo que consiguieron los dos equipos, sin que les haya servido para nada.
Lo interesante de este último juego, es que como nunca antes, se enfrentan dos equipos que en la dirección cuentan con unas chuchas cuereras, que con lo esencial del futbol, que suele ser invisible para la borregada, buscarán confeccionar la estrategia que mejor sirva a sus fines... Diferenciemos, se entiende por técnica, al buen uso de las herramientas para realizar una obra determinada, mientras que la táctica, palabra de origen bélico, se refiere al buen uso de las piezas (soldados o jugadores) para lograr el control del campo de batalla (ajedrez) y, se interrelacionan. Queda claro entonces que a los estrategas de estos equipos, lo que les interesaba del juego pasado era no perderlo, mientras que ahora se trata de ganarlo, lo que implica un cambio de procedimientos. Los consagrados Ibarra y Elías tendrán libertad para valerse de su extraordinaria técnica, igual que los pañaleros Diego Lainez y Roberto Alvarado.
Hasta pronto amigo.