/ lunes 23 de mayo de 2022

Es lo de hoy | Redes sociales, ¿regular o no regular?

Hoy en día, las redes sociales forman parte de nuestra vida normal cada vez más. En México, siete de cada diez personas son usuarias y más de la mitad de la población mundial hace uso de ellas. Sin duda, las redes sociales traen múltiples beneficios, pero también responsabilidades, ya que son un punto de encuentro entre los usuarios de cualquier parte del mundo con acceso a internet.

Por una parte, nos permiten mantener contacto con amigos, familiares y colaboradores, algo que resultó especialmente útil durante la pandemia; por otra, nos sirven de fuente de noticias y entretenimiento. No obstante, las redes sociales también son utilizadas para otros fines que violentan la protección de las y los usuarios, como la venta de datos.

Cada vez que utilizamos una red social o alguna página de internet se captura información sobre tu actividad en ella. Con esta información se crea un perfil de tus preferencias, el cual es utilizado por las empresas para que pases más tiempo en sus plataformas e incrementar así sus ingresos por publicidad. También resulta habitual que vendan tus datos con el fin hacer “microtargeting”, una estrategia que consiste en ofrecerte anuncios personalizados con base en tu actividad en línea. Un ejemplo, si un día te aparece una publicación de comida italiana y le das “me gusta”, no te sorprendas si momentos después surge un anuncio de algún restaurante de comida italiana mientras navegas por internet.

A todo esto, aunque pudiera resultar inofensiva la publicidad de restaurantes, la estrategia del “microtargeting” ha tenido efectos perjudiciales en otras áreas, como la política. Por ejemplo, si tienes preferencias por algún candidato o partido político y lo has manifestado en redes sociales, es posible que te aparezca contenido afín a tus preferencias. Y, aunque esto no parece ser pernicioso, lo cierto es que ha provocado muchos problemas de polarización política al reforzar nuestras preferencias ideológicas, sesgar nuestras opiniones y aumentar nuestra cerrazón a otros puntos de vista.

Por esta y muchas razones más, es que los datos personales son uno de los bienes más valiosos en nuestra era digital. Por ejemplo, se estima que el mercado de Big Data vale 64 mil millones de dólares. Sin embargo, debido a la falta de transparencia practicada por las empresas comercializadoras de datos, ha surgido una discusión sobre la posible regulación de redes sociales.

  • Contacto: @andresbetanzos
  • contacto@andresbetanzos.com.mx

Hoy en día, las redes sociales forman parte de nuestra vida normal cada vez más. En México, siete de cada diez personas son usuarias y más de la mitad de la población mundial hace uso de ellas. Sin duda, las redes sociales traen múltiples beneficios, pero también responsabilidades, ya que son un punto de encuentro entre los usuarios de cualquier parte del mundo con acceso a internet.

Por una parte, nos permiten mantener contacto con amigos, familiares y colaboradores, algo que resultó especialmente útil durante la pandemia; por otra, nos sirven de fuente de noticias y entretenimiento. No obstante, las redes sociales también son utilizadas para otros fines que violentan la protección de las y los usuarios, como la venta de datos.

Cada vez que utilizamos una red social o alguna página de internet se captura información sobre tu actividad en ella. Con esta información se crea un perfil de tus preferencias, el cual es utilizado por las empresas para que pases más tiempo en sus plataformas e incrementar así sus ingresos por publicidad. También resulta habitual que vendan tus datos con el fin hacer “microtargeting”, una estrategia que consiste en ofrecerte anuncios personalizados con base en tu actividad en línea. Un ejemplo, si un día te aparece una publicación de comida italiana y le das “me gusta”, no te sorprendas si momentos después surge un anuncio de algún restaurante de comida italiana mientras navegas por internet.

A todo esto, aunque pudiera resultar inofensiva la publicidad de restaurantes, la estrategia del “microtargeting” ha tenido efectos perjudiciales en otras áreas, como la política. Por ejemplo, si tienes preferencias por algún candidato o partido político y lo has manifestado en redes sociales, es posible que te aparezca contenido afín a tus preferencias. Y, aunque esto no parece ser pernicioso, lo cierto es que ha provocado muchos problemas de polarización política al reforzar nuestras preferencias ideológicas, sesgar nuestras opiniones y aumentar nuestra cerrazón a otros puntos de vista.

Por esta y muchas razones más, es que los datos personales son uno de los bienes más valiosos en nuestra era digital. Por ejemplo, se estima que el mercado de Big Data vale 64 mil millones de dólares. Sin embargo, debido a la falta de transparencia practicada por las empresas comercializadoras de datos, ha surgido una discusión sobre la posible regulación de redes sociales.

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